Gu’a interactiva para
maestros
por
Roger Smalling, D.Min
Basada en
La
Biblia, Reina Valera 1960
Si,
Jesœs: Una introducci—n a las doctrinas de la gracia
Para navegar, toque el nœmero de
p‡gina.
Como usar esta gu’a..................................................................................... 3
Introducci—n................................................................................................ 4
Lecci—n uno: Soberan’a de Dios...................................................................... 6
Lecci—n dos: Incapacidad total humana......................................................... 11
Lecci—n tres: Justificaci—n por la fe............................................................... 15
Lecci—n cuatro: Elecci—n y predestinaci—n..................................................... 21
Lecci—n cinco: Sacrificio eficaz de Cristo........................................................ 25
Lecci—n seis: Unidad espiritual y universal de los creyentes............................ 29
Lecci—n siete: Seguridad de los elegidos......................................................... 32
Lecci—n ocho: Hilo de oro............................................................................. 36
Conclusi—n................................................................................................. 41
Lecturas adicionales................................................................................... 42
Bosquejo de
doctrinas............................................................................. 43
Calvinismo versus
arminianismo............................................................ 46
Las cinco solas....................................................................................... 47
Redenci—n
particular: Comparaci—n........................................................ 48
Problema del mal................................................................................... 55
Trasfondo
hist—rico................................................................................. 58
Vers’culos.................................................................................................. 62
La
gu’a del maestro es la misma para el estudiante, excepto en las secciones
escritas en bloque. ƒstas son respuestas a las
preguntas o sugerencias al profesor para explicar los elementos de la lecci—n. Igual
con las palabras subrayadas.
El
maestro queda libre para modificar estas explicaciones o salt‡rselas si as’ lo
decide. En la versi—n del estudiante, las instrucciones arriba mencionadas
est‡n ausentes.
Hay
lecturas adicionales al final de esta
gu’a que el profesor puede distribuir si siente que es provechoso tales como, La fe que salva, El llamamiento eficaz y El
problema del mal.
Igualmente,
el maestro es libre de utilizar otros materiales a su discreci—n.
Al
final de la gu’a hay una lista de vers’culos correspondientes a las diferentes
lecciones. Esto ayuda a que le profesor no tenga que buscar vers’culos en su
Biblia mientras que ense–a.
El s’labo se encuentra al final porque el profesor
puede desear usar su propio y est‡ libre descartar el m’o.
Este
estudio es una declaraci—n del evangelio de la gracia, por medio del cual los
estudiantes experimentar‡n un nuevo gozo en su salvaci—n, predicar‡n con mayor
convicci—n y disfrutar‡n de una comuni—n m‡s profunda con Dios.
La
cultura que nos rodea en la actualidad est‡ llena de presuposiciones humanistas
que exaltan al ser humano y colocan a Dios como un mero agente de las
ambiciones humanas.
Tales
presuposiciones se han infiltrado en la iglesia evangŽlica y han resultado en
una mir’ada de falsos evangelios y de renovadas herej’as. Desde la Reforma
Protestante, nunca como hoy ha habido una necesidad tan urgente de clarificar
quŽ es el evangelio de la gracia.
Al
fin del estudio, el estudiante comprender‡ mejor por quŽ las œltimas palabras
de la Biblia son la gracia de nuestro
Se–or Jesucristo sea con todos vosotros. AmŽn.
Apocalipisis
22:21
á
Son herramientas poderosas para desarrollar una fe
fuerte en Dios.
á
No hay nada que pueda dar un sentido m‡s profundo de
la presencia de Dios que la compresi—n de las doctrinas de la gracia.
á
Existe una conexi—n entre conocimiento y
crecimiento en la gracia.
Gracia
y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Se–or
Jesœs. 2Pedro
1:2
á
Hay libertad del legalismo por medio de una
mejor comprensi—n de la gracia.
Estad,
pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estŽis otra
vez sujetos al yugo de esclavitud. G‡latas 5:1
á
Un mayor sentido de paz llega a nosotros por
medio de la compresi—n de la gracia ya que ambas est‡n ’ntimamente ligadas.
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro
Padre y del Se–or Jesucristo. Fil 1:2
á
Liberaci—n de la carga de una consciencia culpable.
ÉacerquŽmonos
con coraz—n sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de
mala concienciaÉ Heb
10:22
Dios controla todo.
El pecador es incapaz de contribuir a su
propia salvaci—n.
Dios perdona los pecados de los que ponen su
fe en Jesucristo y los declara justo.
Dios ha decidido desde la eternidad quiŽnes
ser‡n receptores de su gracia salvadora, sin tomar en cuenta cualidades
previstas de ellos.
El sacrificio de Cristo garantiza la
salvaci—n de los elegidos y de ellos solamente.
La iglesia de Cristo consiste de todos los
elegidos en todas las etapas hist—ricas y es un organismo invisible, pero que
se manifiesta en forma visible en las iglesias locales que predican el
evangelio b’blico.
Dios mismo garantiza la
salvaci—n eterna de los elegidos al preservarlos de que se alejen.
Definir
la soberan’a de Dios, probar que es b’blica y demostrar por quŽ es la base de
una fe cristiana fuerte.
Dios
controla todo. La realidad es producto de decretos divinos hechos antes de la
creaci—n del mundo.
¥ Solo un Dios soberano puede garantizar sus
promesas.
Explicar que incluso nuestra salvaci—n podr’a
ser puesta en duda si algo estuviera fuera de su control. Si un ‡tomo del
universo estuviera fuera del control de Dios, podr’a resultar en que ese ‡tomo
sea la causa de que Dios fallara en salvarnos.
¥ Es la œnica base para darle la gloria.
Si Dios no realiza toda la obra de salvarnos,
entonces no merece toda la gloria tampoco. Si nosotros nos salvamos en parte,
entonces nosotros merecemos parte de la gloria.
¥ Es la œnica base para la oraci—n.
1. ÀEs posible que la soberan’a
tenga un l’mite? S’ _____ No ___x____
¥ Explicar que el tŽrmino soberan’a
es de car‡cter absoluto, como lo son el infinito o lo eterno. Por definici—n,
no podemos sacar una parte del infinito o poner un tiempo l’mite a lo eterno.
Es una contradicci—n decir que Dios es parcialmente soberano.
¥ Tomarse un tiempo en este punto para
explicar que usted entiende las preguntas que surgen en la mente al discutir
sobre la soberan’a, como por ejemplo: ÀQuŽ acerca del mal? ÀQuŽ acerca del
libre albedr’o? Se debe indicar que estas y otras preguntas se tratar‡n a lo
largo del curso.
¥ Explicar que el Žnfasis reformado en cuanto
a la soberan’a de Dios no es una mera tradici—n. Lo recalcamos porque as’ lo
hace la Biblia.
2. ÀQuŽ nombre
daban los ap—stoles a Dios en esta oraci—n? Soberano Se–or
3. Segœn Judas 4,
Àcu‡l es una manera de detectar a falsos maestros que profesan ser cristianos?
ÀQuŽ niegan ellos? Ellos niegan que Dios es soberano.
Explicar, si se desea, que el tŽrmino griego
para soberano aqu’ es despotes. Esto significa, uno con
autoridad total, de lo cual se deriva la palabra dŽspota, aunque en el primer Siglo, esta palabra no ten’a
connotaci—n negativa. Despotes ocurre 10 veces en el Nuevo
testamento. La frase que le corresponde en el Antiguo Testamento es yahweh
adonai. La palabra adonai significa amo,
y ocurre 290 veces. Por lo tanto, el tŽrmino implicado de soberano se asocia a
Dios y se lo menciona unas 300 veces en la Biblia. Si su nombre es soberano,
podemos asumir sin duda alguna, que es soberano.
Por tanto, la primera evidencia acerca de la soberan’a de Dios es que el
tŽrmino soberano es parte de su
nombre.
4. En Hechos 4:24,
los ap—stoles insinuaron por quŽ cre’an que Dios es soberano. ÀCu‡l fue su
raz—n? Porque Dios lo ha creado todo .
5. Si Dios cre—
todo, Àes tambiŽn due–o de todo? S’ ___x__ No ______
6. ÀQuŽ posee Dios
segœn Job 41:11? Todo lo que hay debajo del cielo
7. ÀDe quŽ es
due–o Dios segœn el Salmo 24:1? El mundo
8. ÀQuŽ posee Dios
segœn Ez 18:4? Todas las almas
Por tanto, la
segunda evidencia acerca de la soberan’a de Dios es que Dios cre— todo y es
due–o de todo.
En Hechos 4:27,28 ÀQuŽ hizo
posible que los enemigos de Jesœs hicieran lo que hicieron? Para la respuesta,
comparar este texto con el Salmo 33:11 y Proverbios 19:21. Dios as’
lo decret—.
Segœn Hebreos 6:17, Dios quer’a mostrar a los
herederos de su promesa, la inmutabilidad de su decreto.
Inmutabilidad significa Òque no puede ser
cambiadoÓ.
Explicar que la raz—n de que los decretos de
Dios son inmutables es porque no existe poder alguno que pueda cambiarlos.
Mostrar aqu’ la diferencia entre los decretos de Dios y los prop—sitos de Dios.
á
Un decreto de Dios significa que Žl har‡ todo lo que
decida y nada lo puede detener. No permite que nada impida el cumplimiento de
sus decretos.
á
Los mandamientos de Dios son aquellas cosas que Dios
ordena hacer al hombre. ƒl permite que el hombre quebranta la ley, tales como los
diez mandamientos.
á
Aunque Dios permite que la humanidad trasgreda sus
mandamientos, el hombre no puede cambiar los decretos divinos.
Mi
consejo permanecer‡, y harŽ todo lo que quiero É Isa’as 46:10
Por tanto, la
tercera evidencia sobre la soberan’a de Dios es que los decretos de Dios son incambiables.
9. ÀQuŽ fue lo que
los ap—stoles pidieron que Dios hiciera? Hechos 4:30 Hacer milagros
Por tanto, la cuarta evidencia de que Dios es
soberano es que tiene poder para hacer milagros.
10. ÀCu‡l atributo de Dios se describe en Ap.1:8? Omnipotente; todopoderoso
11.ÀCu‡l atributo de Dios se describe en 1Juan 3:20? Omnisciente; sabe
todo
12. ÀCu‡l atributo de Dios se describe en Salmos 139:8? Omnipresente;
todo presente.
Explicar a los
estudiantes que si algo estuviera fuera del control de Dios, solo lo estar’a
porque a Dios le faltase uno de tales atributos. Si algo pasara fuera de su
voluntad, ser’a porque Žl no fuere todopoderoso y no lo podr’a parar, no sab’a
de eso o no estaba presente all’ cuando algo sucedi—. Este no ser’a el Dios de
la Biblia.
Por tanto, la quinta evidencia sobre la soberan’a de
Dios es los atributos divinos.
Si Dios es soberano, Àpor quŽ
permite el mal? Esta parte muestra la justicia de Dios al permitir el mal y
ofrece a los cristianos una respuesta que puede ser usada para defender su fe
en este aspecto espec’fico.
Explique
que algunos ense–an que Dios es el autor de todas las cosas buenas y el diablo
el autor de todas las cosas malas. Esta teolog’a simplista es falsa y no
deber’a ser ense–ada ni siquiera a los ni–os, ya que implica que Dios no es
soberano sobre el diablo. Si tal fuera el caso, entonces Dios no ser’a soberano
en lo absoluto y no tendr’amos seguridad en Cristo.
13. De acuerdo con
Hechos 4:27,28, ÀquiŽn determin— lo que Poncio Pilato, los gentiles y el pueblo
de Israel iba a hacer? Dios
14. ÀForz— Dios a
estas personas hacer algo que no quer’an hacer? Si_____ No ___x___
15.ÀLos enemigos
de Jesœs actuaron de acuerdo a sus propios deseos?
Si ___x___ No ______
16. ÀLas acciones
tomadas por las personas malvadas, dieron como resultado alguna clase de bien?
En caso de que la respuesta sea si, Àcu‡les fueron? Nuestra salvaci—n a
travŽs del sacrificio de Cristo
17. ÀEl bien que
result— fue superior al mal pretendido por esa gente?
Si ___x___ No ______
18. ÀCu‡l fue el
resultado de la oraci—n de los ap—stoles en el vers’culo 31? Un nuevo
derramamiento del Esp’ritu Santo para el ministerio.
19. ÀFue este
resultado un bien mayor que la injusticia sufrida por los ap—stoles al ser
puestos en la c‡rcel? Si ___x___ No ______
20.Bas‡ndonos en
las preguntas anteriores, ÀquŽ podemos concluir sobre la manera en la que Dios
usa el mal? El mal es una herramienta en el arsenal de Dios que le permite
cumplir con sus santos prop—sitos.
El tŽrmino consejo en griego es boulŽ y significa Òprop—sitoÓ o
ÒplanÓ. La palabra griega boulŽ
se traduce tambiŽn como ÒdesignioÓ en Efesios 1:11. ÀCon que
doctrina se la asocia? Predestinaci—n
La palabra boulŽ tambiŽn se traduce como consejo
en Hebreos 6:17. ÀCon que doctrina se la asocia? La inmutabilidad. Los
consejos de Dios no pueden ser modificados por el hombre.
Por lo tanto, el tŽrmino tu mano y tu consejo significa:
Dios
ejerci— su poder para garantizar que su voluntad irresistible se lleve a cabo,
utilizando las intenciones y motivaciones de los hombres malos para hacerlo.
Antes
determinado en el vers’culo 28 proviene de la
palabra griega pro-orizo y significa predestinado.
La objeci—n de que Dios no es bueno
si permite el mal puede ser refutada de esta manera: La objeci—n asume que el
bien no puede salir del mal. La cruz refuta eso. Incluso la vida ordinaria lo
refuta. Todos hemos experimentado circunstancias en las que algo bueno sali— de
un evento malo.
á
Comprender la soberan’a de
Dios es la œnica base v‡lida para confiar en sus promesas.
á
La soberan’a es absoluta.
Una soberan’a parcial no existe, por definici—n.
á
Sabemos que Dios es soberano porque el tŽrmino soberan’a es parte de
algunos de sus nombres, es creador y due–o de todo, sus decretos son
incambiables y tiene poder milagroso ilimitado.
á
Sabemos que Dios es soberano
porque sus tres atributos principales de todopoderoso, omnisciente y
omnipresente, hacen imposible que no sea soberano.
á
Dios permite el mal para producir un bien mayor. Dios usa hasta
personas malas para lograr sus prop—sitos buenos
á
Cuando Dios decide que algo debe ocurrir, nadie puede detenerlo.
á
Los ap—stoles entendieron este principio y lo hicieron parte de sus
oraciones.
1.
_____ La realidad es
producto de decretos divinos dados antes de la creaci—n del mundo.
2.
_____ Dios realiza parte de
la obra de salvarnos y nosotros la completamos.
3.
_____ El concepto de
soberan’a es limitado.
4.
_____ El Žnfasis reformado
en la soberan’a de Dios es simplemente un producto de nuestro trasfondo
hist—rico.
5.
_____ Una forma en que
podemos detectar a falsos maestros es cuando niegan la soberan’a absoluta de
Dios.
6.
_____ Dios es due–o del
mundo pero no de las almas de la gente del mundo.
7.
_____ La inmutabilidad
significa que a veces Dios cambia sus decretos eternos.
8. _____ Poncio
Pilato, los gentiles y la gente de Israel hicieron lo que Dios predestin— que
hicieran.
9. _____ Dios
forz— a los enemigos de Jesœs a actuar en contra de sus propios deseos y
voluntad.
10. _____ Dios
tiene la capacidad de usar el mal para llevar a cabo su prop—sito justo.
11._____ El
tŽrmino consejo del Se–or se refiere
a sus planes y prop—sitos determinados ante de la fundaci—n del mundo.
12. _____ Los
consejos de Dios son inmutables (no cambian).
Respuestas
1. V
2. F
3. F
4. F
5. V
6. F
7. F
8. V
9. F
10. V
11.V
12. V
Prop—sito
Definir
la gracia con mayor claridad al
demostrar que la humanidad ca’da es incapaz de aportar algo a su salvaci—n, sea
por palabra, voluntad o de obras.
Nuestro
punto de vista de la gracia que produce salvaci—n afectar‡ nuestro concepto
sobre nosotros mismos, nuestra vida de oraci—n, nuestra habilidad de confiar en
las promesas de Dios, la forma en la que evangelizamos y todo lo que estŽ
involucrado en nuestra teolog’a y nuestro caminar con Cristo.
En el
cristianismo hay dos conceptos sobre la gracia salvadora que se encuentran en
conflicto. Todos concuerdan que la palabra gracia
significa favor inmerecido. La
diferencia est‡ en la idea de c—mo se obtiene ese favor.
Un
punto de vista sostiene que la gracia que salva es el resultado de un esfuerzo
cooperativo entre Dios y el hombre. El otro sostiene que la gracia que salva es
una obra soberana de Dios, independiente de cualquier cualidad o mŽrito que el
hombre posea.
Solo
uno de estos puntos de vista puede ser correcto. La respuesta tiene que ver si
un pecador es capaz de cooperar con Dios de algœn modo, por si mismo y sin
gracia.
Responda
las siguientes preguntas acera de aquellos que no son justificados por la fe en
Cristo.
¥ ÀCuantos justos existen? Ninguno
¥ ÀCuantos entienden? Ninguno
¥ ÀCuantos buscan a Dios? Ninguno
¥ ÀCuantos hacen lo bueno? Ninguno
¥ ÀCuantos temen a Dios? Ninguno
Discusi—n: Todos hemos visto a los no creyentes hacer
buenas obras. Algunos no creyentes dicen que han estado buscando a Dios. ÀC—mo
podemos conciliar esto con Romanos 3?
El maestro debe hacer referencia a la
Confesi—n de Westminster Capitulo 16, Articulo 7, y mostrar a los estudiantes
que los que no han sido regenerados son capaces de hacer buenas obras que son
buenas en s’ mismas pero que esas obras no son contadas por Dios como buenas,
ya que proceden de una naturaleza pecaminosa.
Dichas obras son sustitutos de la verdadera
justicia que es la sumisi—n a Cristo y por lo tanto son pecaminosas a pesar de
que las acciones en s’ mismas pueden ser buenas.
Aquellos que afirman buscar a Dios, pero no
se arrepienten ni conf’an en Cristo, est‡n en realidad buscando establecer su
propia justicia, segœn lo que se expresa en Romanos 10:3.
Si los no creyentes estar’an buscando
realmente a Dios o buscando complacerle, obedecer’an el primer mandato que Dios
les dio, es decir, arrepiŽntanse. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que
algunas de las personas que dicen estar buscando a Dios, pueden estar en medio
del proceso de ser atra’dos por Dios a travŽs de su Esp’ritu, como dice Juan
6:44.
Por tanto, la
primera evidencia para la incapacidad humana es la condici—n moral del hombre
ca’do como est‡ descrita en Romanos 3.
El pecado original es la segunda doctrina de
la biblia menos popular despuŽs de la del infierno. (Comentario de C.S. Lewis.)
En Romanos 5:12-20 encontramos cuatro cosas
que son heredadas por la humanidad despuŽs de la ca’da de Ad‡n. ÀCu‡les son, y
en que vers’culos se encuentran?
El maestro puede dejar a los estudiantes
hacer este ejercicio en grupos peque–os.
¥ Pecado v.12
¥ Muerte v.12
¥ Juicio v.16
¥ Condenaci—n v.18
Lea
Romanos 5:17, pregunta para discusi—n: ÀParece esto justo?
Explique que Ad‡n fue la cabeza federal de la raza humana y su
representante. ƒramos parte de Ad‡n
como cŽlulas en su cuerpo. Si objetamos en contra de esto, entonces lo l—gico
seria tambiŽn objetar a Cristo como nuestro segundo
Ad‡n, es decir, nuestro representante. No estuvimos presentes personalmente
en el jard’n del EdŽn cuando Ad‡n cay—, ni estuvimos presentes en el Calvario
cuando Cristo obtuvo por nosotros nuestra salvaci—n.
La gracia no es justa. Es Santa. La gracia es tan superior a la mera
justicia, que el tŽrmino justo no
merece ni ser mencionado en la misma frase en la que usamos la palabra Gracia.
1.
En Romanos 5:15, ÀquŽ significa, Òabundaron
mucho m‡s para los muchos la graciaÓ?
El pecado de Ad‡n trajo corrupci—n y juicio.
Pero el regalo gratuito de Dios, la gracia, lo sobrepasa.
2. Romanos 5:19, Àcu‡l fue el
efecto final de la ca’da de Ad‡n?
El valor de la gracia es mayor que la culpa
de nuestros pecados. Ganamos m‡s de lo que Ad‡n tuvo antes de la ca’da.
3. Ad‡n era inocente antes de la
ca’da. ÀQuŽ heredan los creyentes de Cristo? vers’culo 19. Cu‡l es la relaci—n
con 2Corintios 5:21?
Al que no conoci—
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuŽsemos hechos justicia
de Dios en Žl.
Por
tanto, la evidencia nœmero dos de la incapacidad humana es la ca’da de Ad‡n
y nuestra heredada corrupci—n.
Juan
6:44 y 65
á
ÀQuŽ dice Jesœs acerca de la incapacidad innata del
hombre de ir en pos de ƒl? Ninguno puede venir a m’, si el Padre que me
envi— no le atrae.
á
ÀQuŽ es lo que causa que uno vaya en busca de Jesœs?
Son atra’dos por el Padre
á
ÀCu‡l es el resultado de que una persona vaya hacia
Jesœs?
Es resucitado en el d’a postrero, es decir, salvo.
á
En el vers’culo 65, Àcu‡l es el origen de la fe que
salva?
Es un regalo
del Padre
Por
tanto, la evidencia nœmero tres de la incapacidad humana es que los pecadores
son incapaces de poner fe en Jesœs sin una obra anterior especial de Dios.
Rom
8:7 Son hostiles en contra
de Dios y no pueden someterse a su ley.
1Cor 2:14 No percibe las cosas que son de
Dios.
2Cor 4:4 Han sido cegados por Satan‡s.
Ef 4:18 Su entendimiento
ha sido oscurecido.
2Tim
2:25,26 Son cautivos de Satan‡s y no tienen la habilidad
de arrepentirse.
Nota: Ac‡ es bueno mencionar que
aun la habilidad de arrepentirnos viene de Dios como parte de la obra de la
gracia.
Por tanto, la
evidencia nœmero cuatro de la incapacidad total humana es que la mente de
los pecadores ha sido cegada por Satan‡s, es hostil en contra de Dios y es
incapaz de arrepentirse sin ayuda divina.
á
La gracia que produce la salvaci—n es una obra soberana de Dios,
independiente de los mŽritos humanos.
á
La raz—n por la que es una obra soberana de Dios es que el hombre es
incapaz de contribuir a su salvaci—n, ya sea en palabras o en acciones.
á
Una evidencia importante de la incapacidad del hombre es descrita por
Pablo en el cap’tulo 3 de Romanos.
á
A travŽs de la ca’da de Ad‡n, heredamos una naturaleza pecaminosa
incapaz de encomendarse a s’ misma a Dios.
á
Jesœs ense–— que las personas no pueden venir a Žl a menos que sean
atra’das por el Padre.
á
Existen numerosos vers’culos en la Biblia que nos muestran la mente
del hombre esclavizada por el pecado y Satan‡s, a tal punto de que el hombre es
incapaz de liberarse a su mismo sin la intervenci—n de Dios.
1.
_____ La gracia que produce salvaci—n es otorgada a los pecadores
cuando hacen buenas obras para demostrar su sinceridad.
2.
_____ La palabra gracia significa favor
divino inmerecido.
3. _____ La gracia que produce
salvaci—n es el resultado de un esfuerzo cooperativo entre Dios y el hombre.
4. _____ Jesœs ense–— que Dios el
Padre espera pacientemente a que los elegidos decidan seguir a Cristo por
voluntad propia.
Respuestas
1. F
2. V
3. F
4. F
Mostrar lo que es el
evangelio b’blico versus ideas err—neas.
Justificaci—n:
La declaraci—n legal de Dios de que una persona es justa de acuerdo con su ley
moral. El fundamento es la justicia perfecta de Cristo contada al creyente por
la fe solamente.
¥ Es una declaraci—n legal de Dios
¥ De acuerdo con su ley moral
¥ Su fundamento es la justicia perfecta de
Cristo
¥ La justicia es contada al creyente
¥ El medio es por la fe solamente.
ÀLa justificaci—n significa Òhacer justoÓ o
Òser declarado justoÓ? Lucas 7:29; 16:15; 1Timoteo 3:16
Justificaci—n
significa ser declarado justo
Justificaci—n
no significa ser hecho justo
La importancia de definir correctamente el evangelio: G‡latas 1:6-9
Explicar que Pablo fue tolerante y
conciliador en muchos temas, tales como en cuestiones sobre conciencia en
Romanos 14; alimentos, fiestas religiosas, etc. Cuando se trataba de alguna
alteraci—n en la definici—n de evangelio, era un le—n y absolutamente
intolerante. La ira de Pablo se muestra claramente en este pasaje.
Leer texto aqu’. Comentar que Pablo usa la
palabra evangelio y de all’, todo el
libro trata de la justificaci—n. Por lo tanto, la justificaci—n ES el
evangelio. Las palabras salvaci—n y evangelio son sin—nimos en la mente de
Pablo.
Vers’culo
6- R‡pidamente alejado.
Existe la fuerte disposici—n humana a desviarse r‡pidamente del
mensaje del evangelio. El problema radica en querer a–adirle algo. En el caso
de los g‡latas, era el legalismo. En otros casos es nuestra propia
perseverancia u obras.
Vers’culo
7- no hay otro.
Un solo evangelio. Cualquier cosa diferente a
lo que Pablo ense–a es un evangelio diferente. Pablo emplea frases duras como:
Vers’culo
8-9- anatema. Significa ser
maldito de Dios.
Aqu’ se puede aprovechar y tratar sobre el
ecumenismo. Explicar que una profesi—n de fe en Cristo no es suficiente base
para uni—n con otros grupos. Para ello, se debe profesar y ense–ar el evangelio
proclamado por Pablo. Los judaizantes tambiŽn se llamaban cristianos y Pablo no
los consideraba como tales. Contra ellos fue que Pablo utiliza el tŽrmino anatema.
Leer
Romanos 1:16-20, 2:5,8; 4:15
ÀSegœn estos vers’culos, Àde quŽ est‡ dise–ado el evangelio para salvarnos? Respuesta: La ira de Dios.
ÁJesœs vino para salvarnos de Dios!
Aqu’ se puede tomar unos minutos para
mencionar que esto se ha perdido en c’rculos evangŽlicos hoy en d’a, dando paso
a evangelios falsos, el evangelio de la prosperidad o de satisfacci—n personal;
de sentirse apreciados y amados, etc.
El
problema a resolver es, Àc—mo conseguir la justicia
necesaria para escapar a la ira de Dios?
¥ ÀCu‡l es el punto de referencia en cuanto a
la justicia? Deut 4:8; Rom 2:13 La ley
¥ ÀCu‡l es el punto de referencia en cuanto
al pecado? 1Juan 3:4 La ley
¥ ÀCu‡l es el punto de referencia en cuanto
al juicio? Rom 2:12 La ley
Explique
que el œnico punto de referencia en la Biblia en lo de tŽrminos morales, es la
ley moral.
1. De acuerdo a Romanos 8:4, Àexige
Dios que la justicia de la ley se cumple en los cristianos? Si __x___ No _____
La cuesti—n es COMO se la cumple.
2.
ÀLa ley divina se aplica a todo el mundo o s—lo a
los creyentes? Rom 3:19 A todos.
Nadie est‡
exento de la obediencia a la ley divina.
3. ÀQuŽ revela la ley acerca de
Dios en Romanos 3:1-4?
Su justicia
4. ÀQuŽ revela la ley acerca del
hombre en Romanos 3:19,20?
Su injusticia
5.
ÀQuŽ viene por medio de la ley, de acuerdo con Romanos 3:20 y Romanos
7:7? Conocimiento de pecado
6.
Segœn Romanos 3:22, Àde d—nde proviene la justicia? De Dios
7.
ÀPor
medio de quŽ viene la justicia? Por la fe
8.
ÀA quien viene? A los que creen
9.
Segœn Filipenses 3:9, Àc—mo se expresa el mismo
concepto como en Romanos 3:22? La justicia de Dios por la fe
(El
tŽrmino teol—gico para esto es imputaci—n.)
Busquen
los usos de la palabra contar en
Romanos 4. Vers’culos 3,5,9,10,11,22,23,24
Como
tambiŽn David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios no atribuye justicia sin obras. Vers’culo 6
Bienaventurado el var—n a quien el Se–or no inculpa de pecado.
Vers’culo 8
10. ÀQuŽ fue atribuido a Cristo? Nuestros
pecados
11.ÀQuŽ fue atribuido a nosotros? La
justicia de Dios
El nombre teol—gico para la imputaci—n mutua
es conmutaci—n.
¥ Perd—n de pecados
¥ Imputaci—n de la justicia de Cristo
12. ÀPara quienes est‡ reservada la
justificaci—n? A los que predestin—
13. ÀCual es la resultado de esto? La
glorificaci—n
14. ÀQuŽ precede la justificaci—n? El
llamamiento
15.ÀCu‡l es la actitud de Dios
hacia aquellos que son justificados? No acepta acusaciones
16. ÀA quiŽnes justifica Dios segœn
estos vers’culos? A sus elegidos
17. ÀQuŽ sigue Cristo haciendo para
los justificados? Intercede por ellos.
18.
ÀQuŽ otras doctrinas est‡n asociadas en estos versos con la
justificaci—n?
El sacrificio de Cristo; condenaci—n para los
que no son justificados; la resurrecci—n de cristo; continuar la intercesi—n de
cristo; preservaci—n de los justificados. De esto vemos la interconexi—n entre
las doctrinas diferentes de la gracia.
19. ÀCu‡l es la definici—n de fe de acuerdo
Romanos 4:21? La
fe es la convicci—n de que Dios cumple con sus promesas.
Enfatice que la fe es inseparable de las
promesas de Dios; por lo tanto inseparable de la palabra de Dios. Basados en
esto podemos refutar el concepto cat—lico de que la fe es una experiencia
m’stica o emocional de la que no somos responsables a menos que Dios nos la
conceda. La bœsqueda de experiencias de fe aparte de la palabra de Dios es la
idolatr’a. Ver Romanos 10:17.
20.De acuerdo al
vers’culo 11, ÀquŽ es lo que nos trae la salvaci—n? La gracia de Dios
21. De acuerdo al
vers’culo 12, Àcu‡l es el resultado de la fe en nosotros despuŽs de producir
salvaci—n? Nos ense–a a renunciar a la impiedad.
22.De acuerdo al
vers’culo 14, Àde quŽ tienen celo aquellos que han sido salvos por la gracia? Buenas
obras
23.ÀCu‡l es el don de Dios y cual es el resultado inevitable de ese don? Salvaci—n
por gracia a travŽs de la fe, lo que resulta en buenas obras.
24.De acuerdo al vers’culo 18,
Àcu‡l es la forma genuina de demostrar la fe que salva? Obras
25. ÀTienen los demonios algœn tipo
de fe? S’, pero no una fe que produce la salvaci—n.
26.ÀC—mo es perfeccionada la fe de
acuerdo al vers’culo 22? Por buenas obras.
Explique que trabajar para el Se–or es la
mejor forma de crecer en la fe porque al hacerlo vemos a Dios trabajando con
nosotros.
Basados en estos vers’culos podemos explicar
la simple diferencia entre el catolicismo y la Biblia en su doctrina sobre la salvaci—n:
Cat—licos: Fe + obras=salvaci—n
Biblia: Fe=salvaci—n + obras.
27.ÀCu‡l era el problema central en
las vidas de estos supuestos creyentes? Eran hacedores de maldad.
En base a estos vers’culos podemos explicar
que algunas personas usan pr‡cticas religiosas para balancear sus malas obras,
en lugar de simplemente arrepentirse de sus pecados. Dichas personas est‡n
perdidas aunque hicieran milagros.
28.ÀDice el
vers’culo que Jesœs les quit— la salvaci—n? No. ƒl dijo, Nunca los conoc’.
á El problema a
resolver en el evangelio es c—mo obtener la justicia necesaria para escapar de
la justicia divina.
á La ley moral es el
œnico marco de referencia para definir lo que es la justicia que necesitamos.
á Dios exige que la
justicia perfecta de la ley se cumpliese en nosotros.
á Dios cuenta la
justicia de Cristo a los creyentes como su propia justicia.
á Dios nos ha
reconciliado consigo por contar la culpa de nuestros pecados a Cristo en la
cruz y la justicia de Cristo a nosotros.
á La fe es la
convicci—n de que Dios es capaz de cumplir con sus promesas.
á La fe no es una
experiencia m’stica o emocional.
á No todo lo que se
llama fe es fe salvadora.
á
Obediencia, manifestada por buenas
obras, es el resultado inevitable de una fe b’blica.
1. _____ El problema a resolver en el evangelio
es c—mo obtener la justicia necesaria para escapar de la justicia divina.
2.
_____ Dios acepta como legalmente justos a los que conf’an en Cristo.
3. _____ A veces, Dios acepta acusaciones
en contra de personas justificadas.
4. _____ En la mente de Pablo, justificaci—n y salvaci—n son sin—nimas.
5. _____ El ap—stol Pablo era
tolerante hacia aquellos que ense–aban otro evangelio diferente al de Žl.
6. _____ La conciencia humana es el
marco de referencia apropiado para definir tŽrminos morales.
7. _____ Dios atribuye la justicia
de Cristo a los que creen a Jesœs.
8. _____ Cristo intercede por
todos, los escogidos y los no escogidos, por igual.
9. _____ La justificaci—n por sola
fe en Cristo es el evangelio.
10.
_____ La acreditaci—n de la justicia de Cristo al creyente es la base de
nuestra seguridad.
11._____ La evidencia b’blica de que una persona
tiene la fe salvadora, es la capacidad de manifestar dones espirituales.
12.
_____ La fe b’blica resulta en salvaci—n m‡s buenas obras.
Respuestas
1.
V
2.
V
3.
F
4.
V
5.
F
6.
F
7.
V
8.
F
9.
V
10.
V
11.F
12.
V
Demostrar
que Dios es soberano en la salvaci—n al igual que en todo lo dem‡s. Esto
proporciona una firme seguridad para aquellos que saben que son salvos por
gracia.
Estas
dos palabras, elecci—n y predestinaci—n son similares y se
sobreponen en algunas partes del Nuevo Testamento.
Elecci—n se refiere al decreto eterno de Dios de
salvar a ciertos individuos por medio de la gracia, sin tomar en cuenta sus
virtudes.
Predestinaci—n se refiere a la providencia de Dios sobre
las circunstancias para asegurar que se cumpla lo decretado de antemano.
Équien
nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de
los tiempos de los siglos, 2Timoteo 1:9
Existen
tres cap’tulos en particular del Nuevo Testamento mencionan con claridad la
elecci—n y la predestinaci—n: Romanos 9;
Efesios 1; Juan 17
1. ÀTom— en cuenta Dios de antemano
las buenas y malas obras de los gemelos para elegir entre ellos? Vers’culo 11
S’ ______ No ___x____
2. De acuerdo con el vers’culo 13,
Àama Dios de igual manera a los elegidos y a los no elegidos? S’ ______ No
___x____
3. ÀReconoce Pablo alguna
injusticia en la elecci—n soberana?
Si ______ No ___x____
4. ÀQuŽ explicaci—n ofrece Dios en
el vers’culo 15 acerca de porque tiene misericordia de algunas personas y no de
otras? No hay ninguna explicaci—n porque Dios no tiene que explicarnos sus
decisiones.
5. Segœn el vers’culo 16, ÀquŽ
cosas no toma en cuenta Dios para decidir escoger a algunas personas? No
toma en cuenta ni su conocimiento previo de la decisi—n del hombre, ni sus
obras.
6. Segœn el vers’culo 17, ÀPor quŽ
permiti— Dios que Fara—n suba al poder? Para demostrar su poder a travŽs del
juicio.
7. ÀCu‡l es la conclusi—n de las
dos ilustraciones mencionadas anteriormente en el vers’culo 18? Dios tiene
misericordia de los que Žl elige y endurece el coraz—n de los otros.
8. Las personas frecuentemente se
quejan de la doctrina de la elecci—n diciendo, ÒÁeso no me parece justo!Ó En
los vers’culos 19,20, Àanticipa Pablo estas objeciones? S’ ___x___ No ______
9. ÀQuŽ nos demuestra eso acerca de
lo que Pablo estaba ense–ando? Nos demuestra que Pablo estaba ense–ando
sobre la elecci—n soberana ya que de otro modo no hubiera anticipado esa
objeci—n. Por lo tanto la objeci—n prueba la doctrina.
10. ÀCu‡les son los dos prop—sitos
por los que Dios cre— a la humanidad? En algunos para mostrar misericordia y
en otros su juicio.
Podemos explicar que la historia del mundo es
la historia de Dios, no la de la humanidad. La raza humana existe para
glorificar a Dios y esto suceder‡ de una de dos maneras— a travŽs de su
misericordia, o de su juicio. Nadie recibe injusticia.
11.Segœn vers’culo 4, Àcuando
fuimos elegidos por Dios y cu‡l es el prop—sito de esa elecci—n? Antes de la
fundaci—n del mundo, para que seamos santos y sin mancha.
12. A la luz del vers’culo 4, Àcu‡l
de las siguientes oraciones es verdadera? Marque la respuesta correcta:
a. _____ Dios escogi— a algunos
porque sab’a de antemano que ser’an santos y sin mancha.
b. _____ Dios escogi— a algunos
para hacerlos santos y sin mancha.
13. Segœn el vers’culo 5, Àcu‡l es
el beneficio inmediato de la predestinaci—n para los creyentes? Adopci—n
como hijos.
14. Segœn el vers’culo 6, ÀquŽ
beneficio obtiene Dios de predestinarnos? La alabanza de la gloria de su
gracia.
15.Segœn el vers’culo 7, Àcu‡les
son los resultados del decreto de Dios de la predestinaci—n? Redenci—n por
medio de su sangre y el perd—n de pecados.
16. Segœn el vers’culo 11, ÀDios
predestina a las personas arbitrariamente? S’ ______ No ____x____
17. ÀEs la fe la causa de la
elecci—n o la elecci—n la causa de la fe? Ver Hechos 13:48; Tito 1:1
______________________________________________
18. ÀCu‡l era la causa de la fe de los
creyentes en Acaya? Hechos 18:27 La gracia
19. Segœn Juan 6:44, 65, ÀquŽ o quien es la
causa de la fe salvadora? Dios Padre da la fe para venir a Jesœs.
La gracia irresistible, denominada por los te—logos el llamamiento eficaz, es la obra del
Esp’ritu Santo que atrae al elegido a Cristo por medio del evangelio.
General es
el evangelio que es predicado a todas las personas sin
importar quienes sean los elegidos.
Especial
es la obra trasformadora del Esp’ritu Santo en la
vida de los elegidos que produce regeneraci—n, fe y justificaci—n, siguiendo
ese orden.
Vemos las
diferencias entre el general y especial en vers’culos como Mateo 22:14; Hechos
2:39; 1Corintios 1:22-24.
20.ÀCu‡ntos de los predestinados
son llamados? Todos
21. ÀCu‡ntos de los predestinados
son justificados? Todos
22.ÀCu‡ntos de los justificados son
glorificados? Todos
Segœn 2Timoteo 1:9
23.ÀQuŽ no influye en la salvaci—n?
Nuestras obras
24.Este vers’culo menciona dos cosas
como la base para nuestro. ÀCu‡les son? Prop—sito de Dios; la gracia
Segœn
estos vers’culos, ÀquŽ promete Dios a aquellos que son llamados? Santificaci—n
á
Elecci—n es el decreto eterno de Dios de
salvar a ciertas personas. Predestinaci—n
es el control soberano de Dios sobre todas las cosas que garantiza que su
decreto de la elecci—n se cumpla.
á
Dios da la fe a los elegidos para que sean salvos.
á
Con tres ilustraciones en Romanos 9, Pablo demuestra que el decreto de
la elecci—n de Dios no tiene nada que ver con su previo conocimiento de las
buenas obras o voluntad de los elegidos.
Juan 17
á
Segœn Juan 17, Dios Padre envi— a Jesœs a salvar a aquellos en el
mundo que le fueron entregados. Jesœs intercede solamente por ellos y no por el
mundo. El Padre los ama con el mismo amor que ama a Jesœs.
á
Aunque el evangelio debe ser predicado a todos, solo los elegidos
reciben un llamamiento especial de parte de Dios.
á
En la teolog’a este llamamiento es especial es denominado llamamiento eficaz o gracia irresistible.
á
Dios promete la santificaci—n y perseverancia a los elegidos.
1. _____ Dios concede una fe
salvadora a los elegidos.
2. _____ Dios escoge a aquellos que
Žl sabe de antemano que tienen buena voluntad.
3. _____ La palabra elecci—n significa el decreto soberano
de Dios para salvar a ciertos individuos por la gracia.
4. _____ Dios es injusto al escoger
a algunos y no a otros.
5. _____ Dios nos escogi— porque
sab’a de antemano que ser’amos santos y sin mancha.
6. _____ Jesœs or— por aquellos que
el Padre le hab’a entregado pero no or— por el mundo.
7. _____ El Padre ama a los elegidos
de la misma forma en que ama a Jesœs.
8. _____ El tŽrmino general se refiere a la obra del
Esp’ritu Santo en el llamamiento de los elegidos.
9. _____ El tŽrmino especial en lo del llamamiento eficaz se
refiere a la obra del Esp’ritu Santo de llevar a los elegidos a la fe en Cristo
por medio de la predicaci—n del evangelio.
10. _____ El resultado inmediato de
la obra del Esp’ritu en el llamamiento eficaz es la justificaci—n.
Respuestas
1. V
2. F
3. V
4. F
5. F
6. F
7. V
8. V
9. V
10.
V
Demostrar
que todos los beneficios del sacrificio de Cristo se aplican a los elegidos y a
ellos solamente y por lo tanto garantizan infaliblemente su salvaci—n.
En la
teolog’a, esta doctrina se llama redenci—n
particular porque la cruz fue destinado a salvar ciertas personas en
particular —los elegidos— y no la humanidad en general.
Segœn
el Evangelio de Juan, Jesœs vino a salvar œnicamente a aquellos que el Padre le
dio. Esto nos explica por quien muri— y cuan poderoso es su sacrificio.
La
frase los que el Padre me dio se
repite en este cap’tulo. ÀCu‡les beneficios reciben los que el Padre dio a Jesœs?
1. Segœn vers’culo 2, Àcu‡l
beneficio? Vida eterna
2. Segœn vers’culo
6, ÀquŽ les es revelado? El
Padre es revelado
3. Segœn
vers’culo 9, Àpor quienes Cristo ora y por quienes no ora? Ora por los que
el Padre le dio y no por el mundo.
4. Segœn vers’culo
11 y 12, ÀquŽ beneficio reciben? La preservaci—n
5. Segœn vers’culo
26, ÀquŽ es la clase de amor que Dios tiene para ellos? Los ama igual como
ama a Cristo.
6. De acuerdo con Juan 6:39, Àa
quiŽn vino a salvar Jesœs? A aquellos que el Padre le dio.
7. Segœn Juan 18:9, ÀJesœs logr—
cumplir su prop—sito? Si ___x___ No __________
Explique aqu’
que no fue tanto por cabras como por ovejas que
muri—.
Explique que Jesœs intercede solo por
aquellos que el Padre le dio porque ellos son los œnicos a los que Jesœs vino a
salvar.
Por tanto, la primera
evidencia de la redenci—n particular de Cristo es que Cristo vino para
salvar a los que el Padre le dio y aquellos solamente.
8. Segœn Romanos 8:32-34, aquellos
por quienes Cristo muri— no pueden ser condenados. Estos son los elegidos.
9. En el vers’culo 32, ÀquŽ hizo
Dios para asegurarse de que los elegidos reciban todos los beneficios de la
salvaci—n? No escatim— ni a su propio hijo.
10. En el vers’culo 33, Àa quiŽn
justifica Dios? A los elegidos.
11.En el vers’culo 33, ÀquŽ no hace Dios en contra de los elegidos?
Dios no acepta acusaciones en contra de ellos.
12.
En el vers’culo 34, Àpor quŽ los elegidos no son condenados? El
muri— por ellos e intercede por ellos.
Por tanto, la segunda
evidencia de la redenci—n particular de Cristo es que los beneficios de su
sacrificio llegan infaliblemente a los por el cual fue hecho.
El
sacerdote en el Antiguo Testamento ten’a dos funciones: Sacrificio e
intersecci—n. El sacerdote interced’a œnicamente por aquellos por quienes
ofrec’a el sacrificio y no por otros. Esto es cumplido en el ministerio de
Cristo quien es tanto el sacrificio como el sumo sacerdote que ofrece el
sacrificio.
13. De acuerdo con
vers’culo 13, Àpor quiŽn eran realizados los sacrificios del Antiguo
Testamento? ÀSolamente por los jud’os o por otras personas m‡s? Solamente
por los jud’os.
El maestro debe explicar que estos prototipos
muestran la naturaleza limitada del sacrificio.
14. De acuerdo con
el vers’culo 15, ÀquiŽn recibe la promesa de la herencia eternal y por quŽ? Los
llamados, porque Cristo muri— por ellos.
Por
tanto, la tercera evidencia de la redenci—n particular de Cristo es el
sacerdocio de Jesœs.
15.ÀPor quienes muri— Cristo segœn
Mateo 1:21? Su pueblo
16. ÀPor quienes muri— Cristo segœn
Juan 10:15? Sus ovejas
17. ÀPor quienes muri— Cristo segœn
Hechos 20:28? Su iglesia inmutabilidad
Por tanto, la
cuarta evidencia de la redenci—n particular es varias declaraciones de las
escrituras con respeto a los por quienes Cristo muri—.
Nota: En esta secci—n el maestro puede usar
una ilustraci—n de alguna clase para mostrar que si todo el mundo fuera
elegido, habr’a gracia suficiente en la cruz para salvar a todos. Mi
ilustraci—n favorita es la de un panadero en un pueblo de un centenar de casas
que hornea un centenar de piezas de pan. Podr’amos suponer que lo hizo para dar
un pan para cada casa, sin embargo, puede ser que Žl decida guardar cierta
cantidad de panes para su propia familia y dejar el restante para las casas del
pueblo. No podemos conocer las intenciones del panadero si no le preguntamos a
Žl. Lo mismo pasa con Dios Padre. Su palabra nos dice para quien estaba
destinado el sacrificio de Cristo; solamente para algunos, no para todos. El
hecho de que el sacrificio sea suficiente para todos no prueba que esa haya
sido la intenci—n original. Si bien es suficiente para todos, no fue realizado
con la intenci—n de salvar a todos.
Nota: Este es un buen momento para animar a
los estudiantes a predicar del poder de la cruz en lugar de predicar por
quienes muri— Cristo. Tanto la experiencia como las escrituras nos muestran que
es mejor proclamar el poder de la cruz que el alcance de la cruz.
18. ÀDios ama a todos por igual o tiene
un amor especial para los elegidos?
Compare
los textos a continuaci—n:
19. En Juan 17:26, ÀCu‡l es la
relaci—n entre el amor del Padre por Jesœs y el amor del Padre por los
elegidos? Es el mismo amor.
Dios ama a los elegidos con el mismo amor con
el que ama a Jesœs mismo.
En Tito
3:4, la frase amor para con los hombres
es una sola palabra en griego, filantrop’a, lo que significa ÒbenevolenciaÓ. Note que no es ‡gape, la palabra ordinaria para ÒamorÓ, reservada solamente para creyentes.
20.ÀCu‡les son las dos palabras en
Colosenses 3:12 asociadas con los escogidos?
Santos y amados
ÇAmadosÈ aqu’ traduce agapao, Òser amadoÓ. Esta palabra nunca se
asocia en la Biblia con otros que creyentes y elegidos.
21. ÀExiste en Efesios 1:5,6 alguna
conexi—n entre el amor divino y la predestinaci—n? Si ____x_____
No__________
á
La cruz garantiza la salvaci—n de los elegidos y de ellos solamente.
á
Dios no acepta acusaciones en contra de los elegidos por quienes muri—
Cristo.
á
Cristo hizo dos cosas para asegurar la salvaci—n de los elegidos:
Muri— por ellos y vive para interceder por ellos.
á
Jesœs es el sumo sacerdote de los elegidos e intercede por ellos para
que el Padre los preserve y para que ellos puedan estar con Žl.
á
El Padre ama a lo elegidos con el mismo amor con el que ama a Jesœs.
á
Jesœs muri— para salvar a su gente, sus ovejas y su iglesia.
1. _____ El sacrificio de Cristo
garantiza la salvaci—n de los elegidos y de ellos solamente.
2. _____ Dios acepta acusaciones en
contra de los elegidos ya que estos algunas veces tienen malos comportamientos.
3. _____ La muerte de Cristo hace
que la justificaci—n de los elegidos sea inevitable.
4. _____ Cristo intercede por todo
el mundo.
5. _____ Dios ama a los elegidos de
la misma forma en que ama a Jesœs.
6. _____ A pesar de que el
sacrificio de Cristo es suficiente para salvar a todos, solo fue realizado con
la intenci—n de salvar a los elegidos.
Respuestas
1. V
2. F
3. V
4. F
5. V
6. V
Esta
lecci—n contiene œnicamente los asuntos de eclesiolog’a que tienen relaci—n
directa con las doctrinas de la gracia. Para un estudio m‡s completo, se
recomienda leer la gu’a de estudio de Smalling: Gobierno eclesi‡stico.
Los
reformadores se dieron cuenta de que Roma ense–aba que una de las condiciones indispensable
para la salvaci—n era de ser miembro de la iglesia cat—lica. De acuerdo con la
teolog’a cat—lica, la iglesia otorga la salvaci—n a travŽs de sus sacramentos.
Esto
provoc— un desaf’o para los reformadores, ya que la Biblia ense–a que la
salvaci—n es por medio de la gracia solamente y ocurre antes de ser miembro de
una iglesia. TambiŽn implica que puede ser que algunos miembros de una iglesia no
sean realmente salvos. Esto produj— una serie de preguntas: ÀQuŽ es entonces la
iglesia, cu‡l es su prop—sito y quien est‡ a cargo de ella?
ÀQuŽ es la iglesia de acuerdo con Hechos 2:47? ________________________
La iglesia es una sociedad de aquellos que
son salvos.
Si esto es as’, entonces la iglesia no es el
medio de salvaci—n sino el lugar donde son recibidos aquellos que han sido
salvados por medio de la gracia. Por lo tanto, la iglesia es incapaz de salvar
a la gente por medio de sus sacramentos.
1. Segœn 1Corintios 1:2, Àen quŽ
parte encontramos el concepto de la iglesia local visible?
_____________________
A la iglesia que
est‡ en Corinto.
Esto es visible al ojo humano.
2. ÀEn quŽ parte observamos la
universalidad de la iglesia? ________________
Todos los que en
cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Se–or Jesucristo.
Por lo
tanto, la expresi—n local de la iglesia es visible.
La
existencia universal de la iglesia es invisible.
Efesios 1:22,23 y 5:23 Solamente
Cristo.
En
esta parte explique que los reformadores declararon que el Papa no es en ningœn
sentido la cabeza de la iglesia. Esta declaraci—n desato la persecuci—n.
De
acuerdo con la iglesia en Roma, el Papa reemplaza
a Cristo, y por eso tiene la autoridad de otorgar gracia. En la teolog’a
b’blica, la iglesia representa a
Cristo, pero no lo reemplaza.
3. De acuerdo con Juan 14:16 y 26,
ÀquiŽn o que reemplaza a Cristo en la tierra? El Esp’ritu Santo
4.
ÀLa iglesia invisible est‡ limitada a aquellos que se encuentran vivos
en la tierra? Hebreos 11:39,40 __________________________________
Los creyentes de todos los
tiempos y lugares son miembros del cuerpo de Cristo y por tanto de la Iglesia.
5. De acuerdo con
G‡latas 1:6-9, Àcu‡l es la actitud de Dios hacia aquellos que predican un
evangelio diferente del que Pablo predicaba? Anatema; maldecido por Dios.
6. De acuerdo con Mateo 26:26-28 y
las instrucciones de Pablo en 1Corintios 11:17-34, Àes la Cena del Se–or
opcional o un mandato dentro de la iglesia?
7. De acuerdo con Mateo 28:19,20, Àes el bautismo opcional o un
mandato de la iglesia? Mandato
8. De acuerdo con 1Corintios 5,
Àcu‡les son los l’mites de tolerancia que Pablo pone dentro de una iglesia con
respecto a la conducta de sus miembros? ÀC—mo deben tratar los creyentes a
aquellos miembros no arrepentidos? Excomulgaci—n; no asociarse con ellos
9.
ÀCu‡les son algunos de los pecados a los que se hace referencia? Fornicaci—n;
avaricia; robar; id—latra; borrachera
á
La iglesia es una sociedad de aquellos que han sido salvados por medio
de la gracia.
á
Solamente Cristo es la cabeza de la iglesia y el Papa no es la cabeza
en ningœn sentido.
á
La iglesia visible es un grupo de personas que se reœne para adorar en
una localidad. La iglesia invisible est‡ conformada por aquellos que han sido
salvos en todos los lugares y a travŽs de todas las Žpocas de la historia.
á
La iglesia representa a Cristo, pero no lo reemplaza. El Esp’ritu
Santo es el reemplazo de Cristo en la tierra.
á
De acuerdo con los reformadores, las caracter’sticas de una iglesia
verdadera son fiel proclamaci—n del evangelio, administraci—n de bautismo, cena
del Se–or y la disciplina.
1. _____ Ser miembro de una iglesia
local que predica la Biblia garantiza la salvaci—n.
2. _____ La iglesia reemplaza a
Cristo en la tierra.
3. _____ El cuerpo de Cristo es un
tŽrmino que se refiere a todos aquellos que son miembros de una iglesia local.
4. _____ Una iglesia puede ser
considerada una iglesia b’blica aun si predica un evangelio distorsionado.
Respuestas
1. F
2. F
3. F
4. F
Prop—sito: Demostrar como Dios preserva a sus elegidos de caer en apostas’a y
explicar los medios que emplea para hacerlo.
La
pregunta de si los cristianos pueden o no perder su salvaci—n ha causado
controversia. La respuesta reformada ser‡ clara despuŽs de haber estudiado las
lecciones previas. Dios es soberano en la salvaci—n y por lo tanto justifica a
sus elegidos y los preserva.
Aquellos
que cuestionan la seguridad de los creyentes demuestran su incapacidad de
entender el evangelio en profundidad a pesar de que tal vez ellos mismos sean
salvos.
Esta ense–anza es comœnmente llamada la preservaci—n de los elegidos. el tŽrmino
seguridad es usado aqu’ porque corresponde mejor con el acr—stico.
Hay
muchas preguntas involucradas:
¥ ÀQuiŽn los preserva y c—mo?
¥ ÀLa doctrina de la preservaci—n puede de
alguna manera guiarnos a pensar de que tenemos una licencia para pecar?
¥ ÀNos quita Dios el libre albedrio cuando
nos salva?
1. En 1Pedro 1:5, ÀquŽ nos guarda
de alejarnos? El poder de Dios
2. En Judas 1, Àd—nde posiciona
Dios al creyente para asegurar su preservaci—n? En Jesucristo.
3. En Judas 24,25, Àde quŽ nos
guarda Dios? De caer
4. En 2Timoteo 4:18 Pablo estaba
confiado en que el Se–or lo liberar’a de una cosa y que lo preservar’a de otra.
ÀCu‡les son esas dos cosas? Toda obra mala para su reino celestial
5. En el Salmo 97:10, ÀquŽ guarda
el Se–or? El alma de sus santos
6. De acuerdo con Hebreos 7:22,25,
Àcu‡l es la garant’a de que los creyentes ser’an los herederos del pacto de la
gracia y porque? Jesucristo mismo es la garant’a porque Žl tiene la
capacidad de salvar perpetuamente.
7. Segœn 1Juan 3:3, Àcu‡l es la
motivaci—n de los cristianos genuinos? Su purificaci—n
8. Segœn 1Juan 3:9, ÀquŽ es
imposible para aquellos que tienen a Cristo morando en ellos? Practicar una
vida de pecado.
9. En 1Juan 5:18, ÀquŽ caracteriza
a aquellos nacidos de Dios y porque? Ellos no practican una vida de pecado
porque Jesœs los preserva de eso.
10. De acuerdo con G‡latas 5:13,
Àcu‡l es la advertencia que hace Pablo a aquellos que entienden la libertad que
tienen en la gracia? No usar su libertad como una excusa para la carnalidad.
11.ÀA que conclusi—n llega Juan
acerca de aquellos que se apartan de la fe cristiana y de la iglesia segœn
1Juan 2:19? Nunca eran parte de nosotros.
12. De acuerdo con 2Corintios 13:5,
Àcre’a Pablo que todos los miembros de la iglesia eran salvos? No
13. ÀQuŽ hace Dios para asegurar que
la voluntad de los creyentes este alineada con su voluntad segœn Filipenses
2:12,13? Dios obra en ellos.
14. Segœn estos vers’culos, ÀDios fuerza a
los creyentes en contra de su propia voluntad? S’ ______ No ___x___
15.ÀCu‡l es el medio principal que
usa Dios para el crecimiento de sus hijos segœn 1Ped 2:2? La ÇlecheÈ de la palabra de
Dios.
16. ÀQuŽ deben hacer los cristianos
para recibir m‡s gracia de parte de Dios segœn Heb 4:16? Orar
17. ÀCu‡l es uno de los medios que
Dios le da a los cristianos para bendecirlos segœn 1Corintios 10:16,17? Los
sacramentos, incluyendo la Santa Cena y la comuni—n.
18. ÀCu‡l es un medio de bendici—n
segœn 1Juan 1:7? Comuni—n unos con otros.
19. ÀQuŽ hace Dios con los creyentes
que son negligentes en su crecimiento espiritual segœn Hebreos 12:7? Los
disciplina
20.Segœn 2Timoteo
4:2, Àcu‡l es el
rol de los ministros de Dios en la vida de otros cristianos? RedargŸir,
reprender, exhortar
Es
notable que el pacto de gracia hecho con Abraham es parte de los decretos
inmutables. Esto de por s’ es fuerte motivo para creer en la perseverancia de
los elegidos.
21. Segœn G‡latas 3:16-18, Àen quŽ
est‡ basado el pacto? La promesa
22.ÀQuŽ es excluido como una base
para la fidelidad de Dios al pacto? La ley
á
Soberan’a de Dios: Si Dios es soberano en todo,
entonces lo es tambiŽn en la salvaci—n.
á
Incapacidad total: El hombre es incapaz de
salvarse a s’ mismo, por lo tanto, es tambiŽn incapaz de preservarse.
á
Justificaci—n por sola gracia: Si nuestra justicia es
imputada de Cristo, sin nuestras obras, nuestras fallas no pueden quit‡rnosla.
á
Elecci—n por gracia: Si Dios decreto salvarnos
antes de la fundaci—n del mundo, nada en el tiempo presente podr‡ cambiar eso.
á
Sacrificio eficaz de Cristo: Si el sacrificio de Cristo es
suficiente para cubrir los pecados de los elegidos, entonces ninguno de los
pecados de los elegidos puede hacer que se pierdan. No existe un pecado mortal
para los cristianos.
á
Llamamiento eficaz: El llamado especial de Dios el
Padre para atraer gente a Cristo da como resultado su salvaci—n eterna.
á
Por medio de su poder, Dios preserva a los elegidos por unirnos con
Jesucristo.
á
Los cristianos genuinos no desean una licencia para pecar.
á
Jesucristo mismo evitar‡ que aquellos que le pertenecen caigan en una
vida de pecado.
á
Dios obra a travŽs de la voluntad de los creyentes para hacer su
voluntad.
á
La prueba inevitable de la salvaci—n es la obediencia a Dios.
á
Dios usa una variedad de medios para preservar a su gente: Las
escrituras, la oraci—n, la iglesia con sus admoniciones y disciplina.
1. _____ Es solamente el poder de Dios
el que nos preserva de caer.
2. _____ La prueba de la salvaci—n
genuina es la perseverancia en la obediencia al Se–or.
3. _____ La doctrina de la
seguridad de los elegidos significa que ellos pueden pecar todo lo que deseen
sin poner en riesgo la seguridad de su salvaci—n.
4. _____ La doctrina de la
preservaci—n de los elegidos motiva a los cristianos genuinos a querer ser
puros delante del Se–or.
5. _____ Cristo preserva de
retornar a una vida de pecado a aquellos que verdaderamente han sido nacidos de
nuevo.
6. _____ La evidencia de una
salvaci—n genuina es que la persona hace milagros y profetiza.
7. _____ A pesar de que no somos
capaces de salvarnos a nosotros mismos, somos capaces de preservarnos.
8. _____ La prueba de que una
persona es religiosa pero no regenerada es que se aleja de la iglesia y regresa
a una vida corrupta.
9. _____ Dios es soberano en la
salvaci—n al igual que en todo lo dem‡s.
10. _____ el pacto con Abraham es
parte de los decretos inmutables divinos y por lo tanto un consuelo fuerte para
los cristianos.
Respuestas
1. V
2. V
3. F
4. V
5. V
6. F
7. F
8. V
9. V
Mostrar
como las doctrinas de la gracia son el resultado del acuerdo divino que Dios
hizo con Abraham y consumado por Cristo.
ÀPorque
las doctrinas de la gracia funcionan como lo hacen y no de otra manera? ÀTienen
estas doctrinas algo en comœn?
Las
siete doctrinas est‡n conectadas por un hilo de la misma manera que las llaves
por un llavero. Una vez que entendemos esto, podemos entender por quŽ estas
doctrinas no pueden existir de ninguna otra forma.
Este
hilo comœn es el concepto de pacto,
que es la consecuencia de la naturaleza y el car‡cter de Dios.
Un
pacto es un acuerdo entre dos partes, as’ como en un contrato de negocios.
Normalmente los contratos son acuerdos entre iguales con vista al beneficio
mutuo. No es as’ con el pacto de gracia. Dios y el hombre no son iguales y el
hombre est‡ en un estado ca’do y sin esperanza.
El otro
tipo de pacto se asemeja a la adopci—n de un hijo en el que el benefactor
provee para el beneficiario que no posee nada para devolver. Este es el pacto
cristiano.
Los
cristianos usan el tŽrmino pacto en
lugar de contrato, para hacer la
distinci—n de que Dios y el hombre no son coparticipes igualitarios.
Para estudiantes avanzados, el maestro puede
mencionar los tŽrminos en griego de estos dos tipos de pacto: suntheke,
un pacto entre iguales y diatheke, un pacto entre dos partes
no iguales. Este œltimo es el tŽrmino cristiano en el Nuevo Testamento. De
hecho, el tŽrmino Nuevo Testamento se
encuentra seis veces en la Biblia.
1. ÀQuŽ elementos deben estar
presentes para que un acuerdo de cualquier tipo sea v‡lido?
¥ Identificaci—n de las partes
involucradas
¥ Las condiciones para ser cumplido
¥ Los beneficios
¥ El tiempo l’mite (vigencia)
¥ Como esta validado el acuerdo
En
teolog’a, esto es llamado el pacto con
Abraham o el pacto abrah‡mico. El
pacto se inicia en GŽnesis 17 y es cumplido en Cristo en G‡latas 3.
2. ÀQuiŽnes son los participantes? Vers’culo
1- Dios, Abraham y sus descendientes.
3. ÀCu‡l es la condici—n? Vers’culo
1- La perfecci—n
4. ÀCu‡les son los beneficios? Vers’culo
7- El Se–or ser‡ su Dios
5. ÀCu‡nto tiempo dura? Vers’culo 7-
Es perpetuo
6. ÀCu‡l es el signo de su
validaci—n? Vers’culo 10,11- La circuncisi—n
Es aconsejable que el maestro muestre aqu’
que el pacto con Abraham es en realidad una continuaci—n del pacto con Ad‡n.
Los participantes son los mismos, Dios y el hombre, la condici—n es la
obediencia perfecta y los beneficios son bendiciones divinas.
Encuentre en este cap’tulo los mismos elementos en el pacto con
Abraham.
7. ÀQuiŽnes son los participantes?
Vers’culos 1- Dios, Abraham y sus descendientes.
8. ÀCu‡l es la condici—n para entrar
en el pacto? Vers’culo 9- Fe en Cristo
Se–alar a los estudiantes que esto no niega el requisito de perfecci—n
de GŽnesis 17:1. Lo que hace es permitir que el hombre pecador pueda cumplir
con esta condici—n. Los estudiantes deben comprender la diferencia entre reemplazar la condici—n y cumplir la misma. Note: El error
luterano aqu’. Lutero dijo en su comentario de G‡latas que la justicia de
Cristo es superior a la justicia de la ley. En lo de su deidad, eso es verdad.
En lo de su humanidad, no es verdad porque Cristo vino no para reemplazar la
justicia de la ley sino para adquirirla como hombre perfecto. La ense–anza
luterano no concuerda bien con Romanos 8:4.
9. ÀCu‡les son los beneficios?
vers’culo 8,14- La justificaci—n
y el Esp’ritu Santo
10.
ÀCu‡nto tiempo dura? Vers’culo 15- Perpetuo. Nadie lo invalida
11.ÀC—mo llama Pablo al pacto con
Abraham en el vers’culo 8? La buena nueva, v.g., el evangelio [Griego=
Evangelio]
12. ÀDe acuerdo con el vers’culo 15,
cuanto tiempo dura el pacto? A perpetuidad
13.
ÀC—mo fue validado el pacto? Vers’culos 23,24 Cristo por su muerte
Bas‡ndonos en esta comparaci—n entre GŽnesis 17 y G‡latas 3, Àpodemos
decir que el pacto con Abraham es el pacto cristiano de la gracia? Si ___x__ No
_____
Explique aqu’ que lo que hace el pacto con
Abraham un pacto de gracia es que es Dios mismo, en Cristo, quien cumple con la
condici—n de obediencia perfecta como nuestro sustituto y atribuye los
beneficios a nuestra cuenta por la fe. La exigencia de la obediencia perfecta
es cumplida, no retirada. Es llamado pacto
de gracia porque Dios mismo cumpli— con la condici—n.
El maestro puede darse la libertad de atacar
el error del dispensacionalismo. Mostrar que Pablo trata de decir en todos sus
escritos que el evangelio no es algo nuevo y no reemplaza ningœn pacto del
Antiguo Testamento. Tales pactos se cumplen en Cristo, quien realiza todos los
tŽrminos del pacto de obras a nuestro favor. Esta es la distinci—n clave entre
el dispensacionalismo y la teolog’a pactal. C.F.Scofield ense–o que Dios
descartaba cada pacto sucesivamente cuando el hombre fracas— en cumplirlo y por
fin, reemplaz— todos por el pacto de gracia. El pacto de obras no es
descartada, sino cumplida por Cristo y aplicada por la fe a nosotros. No estamos
bajo la ley de MoisŽs, no porque no necesitamos la justicia de ella, sino
porque ya la tenemos.
******
Examinemos
ahora cada una de estas doctrinas para ver c—mo se relacionan con el pacto.
14. De acuerdo con Hebreos
6:13,14,17, ÀComo refleja el pacto la soberan’a de Dios? No existe nada m‡s
grande que Dios sobre el cual se pueda basar el pacto.
15.Segœn G‡latas 3:13,14; 4:7,
Àcu‡l es la condici—n humana y cu‡l es la necesidad de un pacto? Est‡bamos
bajo maldici—n de la ley y Žramos esclavos del pecado, por esa raz—n
necesitamos el sacrificio de Cristo para cumplir con la condici—n del pacto.
16. De acuerdo con GŽnesis 15:6 y
G‡latas 3, Àcu‡l es la conexi—n entre el pacto y la justificaci—n La condici—n hoy en d’a para
nosotros es la misma que fue para Abraham, la Fe.
17. ÀExiste alguna conexi—n entre
elecci—n y gracia en Romanos 11:5?
S’ ___X___ No ______
18. ÀQuŽ sucedi— en
Hebreos 9:13-15 para hacer que el pacto sea efectivo para obtener la vida
eterna? Cristo muri— para convertirse en el mediador del pacto.
19. De acuerdo con 1Corinthians
10:16,17 ÀquŽ practican los cristianos para demostrar su unidad en el pacto? La
cena del Se–or es una celebraci—n del pacto y de nuestra relaci—n con Dios y
con otros creyentes.
Ver
tambiŽn 1Cor 10:16 que muestra el pan de la santa cena tambiŽn simboliza la
unidad espiritual que tenemos en Cristo los unos con los otros.
20.De acuerdo con Hebreos 6:13-20,
ÀPorque tenemos seguridad de salvaci—n en el pacto? El pacto es inmutable y
Jesœs es el precursor que garantiza los beneficios del pacto.
á
Las doctrinas de la gracia son la consecuencia de un pacto divino
establecido con Abraham y cumplido en Cristo.
á
Ese pacto requiere la perfecci—n como una condici—n para poder recibir
los beneficios.
á
Cristo cumpli— la condici—n de perfecci—n en su vida y en su
sacrificio y por lo tanto es el garante de que los creen en Žl y participan del
pacto para siempre.
1. _____ El pacto de gracia es un
acuerdo entre Dios y el hombre como iguales.
2. _____ El pacto que hizo Dios con
Abraham es el pacto cristiano.
3. _____ Dios es fiel a su pacto
con nosotros porque sabe que somos buenos.
4. _____ Dios es fiel a su pacto
con nosotros porque ƒl es fiel a su juramento inmutable.
5. _____ Estamos en el pacto parte
por nuestra fe en cristo y parte por nuestra obediencia a la ley divina.
6.
_____ Otro tŽrmino usado para pacto de gracia es el evangelio.
Respuestas
1. F
2. V
3. F
4. V
5. F
6. V
á
Dios es soberano en la salvaci—n al igual que en todo lo dem‡s.
á
La humanidad ca’da es incapaz de querer o hacer cosa que sea para
contribuir a su propia salvaci—n o de prepararse para ser salvo.
á
Dios escogi— de la humanidad ca’da a individuos de todos los grupos
Žtnicos para ser los receptores de su gracia que produce salvaci—n. El hizo
esto sin tomar en cuenta ni la disposici—n de la voluntad del hombre ni sus buenas
obras futuras.
á
El sacrificio de Cristo en la cruz garantiza la salvaci—n de todos los
elegidos y de ellos solamente.
á
Dios preserva a sus elegidos de apartarse de la fe cristiana. Lo hace
a travŽs de varios medios, incluyendo la disciplina de los padres,
exhortaciones, la palabra de Dios, la oraci—n y la iglesia.
á
Todo lo de arriba est‡ incluido en el pacto de gracia.
1.
Dios due–o de todo
a.
De la tierra: GŽn 14:19,22; Le.25:23; Ex
9:29 19:5; Deut:14; Jos.3:11,13, 2:11; 1Cron 29:11; Job 41:11; Sal 24:1, 89:11;
Is 54:5; Lu 10:21
b. De los animales: Sal 50:10;
c. De personas: Ez 18:4; Sal 24:1;
22:28; Hch 17:24
d. De las riquezas: Hab 2:8
2.
Soberano
a. Sobre toda creaci—n: 1Cron.29:12; Job.42:2; Sal 47:2; 87:18; 115:3; 136:6; Da.2:21; Is
46:7,10, Fil 3:21
b. Sobre toda la humanidad: Sal 33:9-11; 47:8; Is 43:13; 45:9; Da.2:21;
4:17; 4:35; Hch 17:26
c. Sobre los pensamientos y voluntades del hombre: Ex 12:36; 14:17; Ezdra 6:22; ISa.2:25;
2Cron.20:6; Is 37:29; Prov 21:1; Jn
6:37,44,65; 8:20; 12:39,40; Ro 9:16-20; Apoc 17:17
d. Sobre la maldad: a. Traici—n y crucifixi—n de Cristo: Mt 21:42; 26:31; Jn 18:11; Hch 4:27,28 b. Pilato: Jn 19:10,11 c. Incredulidad
de los jud’os ordenado por Dios Ro
11:11; d. El rey de Asiria:
Is 10: 5-15; e. La traici—n de JosŽ:
GŽn 45:5, 8; 50:20 f. La maldici—n
en contra de David: 2Sam.16:10-17 g.
Rebeld’a de los Cananitas: Jos 11:20; Deut 2:36 h. El Pecado de David al numerar a Israel: 2Sam.24:1 (pero
atribuido a Satan‡s en 1Cron.21:1) i.
Dios causa la enfermedad s Ex 4:11 j. Desastres
naturales: Amos 3:6 k. Suicidio de
Saœl 1Cron.10:4,14 l. Esp’ritus
malignos controlados por Dios: 1Reyes 22:20-23; 1Sa.16:14; Jud.9:22; Sal
78:49,50 m. Incesto de Absal—n:
2Sa.12:12,Cf. 2Sa.16:21-22 n. Divisi—n
del reino: 1Reyes12:20; 11:31 o.
Odio de los Egipto: Sal 105:25 p. Prosperidad
de los malvados: Job 12:6-9 q. Rebeld’a
de Jeroboam: 1Reyes 11:23 r.
Homicidios accidentales son actos de Dios: Ex 21:13; Deut 19:5 s. Ciro, rey pagano, escogido por Dios:
Is 45:1-5 t. Asesinato de Senecarib: Is 37:7; 38
3. Inmutabilidad de los decretos divinos
Sal 33:11; Prov
19:21; Job 23:13; 33:13; 42:2; Is 14:27; 46:10; Da 4:35; Mt 10:29-30; 21:42; Lu 22:22; Hch 2:23; 4:28; 5:38; 13:36; 5:39; Ef. 1:11;
Heb 6:17; 11:3
4.
Depravaci—n total humana
GŽn 8:21; Sal 58:3;
Sal 94:11; Ro 3:9-11; 8:7; I Co.2:14; Ef 2:1-3; Col 1:13; 1Ti 2:24-26; 2Co.4:4
5.
Predestinaci—n
a. Elecci—n: Jn 13:18; Mc 13:20;
Ro 9:11-24; 1Cor 1:27-28; Ef
1:1-11; Col 3:12; Ti 1:1; 1Tes 1:4; 2:12-13; 2Ti 1:9
b. Reprobaci—n: Deut 2:30; Sal 5:5;
Is 63:17; Prov 16:4; Mt 11:25,26; 13:11; Jn 10:26; 12:37; 17:9,10; Ro 9:11-14;
17-22; 11:7; 1Pe 2:8; 2Pe 2:12
c. Presciencia significa
preordinado
i. Declarativo no predictivo:
Prov 16:33; Is 46:10; Hch 2:23 y 4:27,28; Ro 11:36 y 13:1; Ef
1:11; Heb 6:17, 11:3
ii. Ejemplo de Cristo: Hch 2:23; 4:27,28; 1Pe 1:20;2:4cf2:9
iii. Ninguna relaci—n consistente
entre presciencia y predestinaci—n:
1. Israel escogido a pesar de la
presciencia divina de su rebeld’a: Ro 10:20-11:2
2. Algunos rechazados a pesar de
saber antemano de una obediencia potencial: Mt 11:21-23; 1Cor 2:7-8; 3:6; Is
28:9-13
3. No hay aspecto positivo en e
hombre que Dios pod’a prever. La fe misma es un don, Hch 13:48; 18:27; Jn 6:65; Ro 3:9-11
6.
Llamamiento eficaz
a. Basado en predestinaci—n: Ro
8:30; Ro 9:11; 2Ti 1:9
b. Irrevocable: Ro 11:19; Jn 6:37
Cf. 44, 65; Apoc 19:9
c. Diferencia entre llamamiento
general y llamamiento eficaz: 1Cor 1:23,24; Ro 9:24
d. Dios decide quien recibe: I Cor
1:26-29
e. Santificaci—n garantizado basado
en ello: 1Tes 5:23-25; 2Tes 2:13,14; Judas 1
f. Base de la justificaci—n: Ro
8:30
g. Vida eterna para los llamados
solamente Heb 9:15; 1Ti 6:12; 2Tes 2:13,14; Apoc 19:9
h. Base de preservaci—n: Judas 1; I
Co.1:8,9
i. Evidencia de la realidad del
llamamiento
i. Es vida santa: Ef 4:1 y 4; 1Pe
1:15; 2Pe 1:10
ii. Sufrir por cristo es parte del
llamamiento: 1Pe 2:21; 3:9; 5:10
7.
Regeneraci—n
a. Precede la fe salvadora: Deut
30:6; Is 44:22; Jer 24:7; Ez 11:19,20; 16:62; 36:26,27; Is 59:21; Jn 3:3 (note orden de causa y efecto.)
b. Basado en la elecci—n divina Jn
1:13; 5:21; Sant 1:18; Sal 65:4;
c. Comprobada por una vida justa y
por el amor: 1Jn 2:29; 3:9; 4:7
d. Irrevocable: 1Pe 1:3-5
8.
Fe y arrepentimiento son dones Jn 6:44,65; 8:42,43; Hch 3:16; 11:18; 13:48; 18:27; 1Ti 1:14; Ti
1:1; Ro 12:3; Fil 1:29; 2Ti 2:25; 2Tes 1:11; 2Pe 11
9.
Justificaci—n
a. TŽrmino legal: (Gk=Dikaioo
(Declarar Justo) Deut 25:1; Prov 17:15; Is 5:23; Lc 7:29;
b. Justicia de Cristo es la base:
Ro 3:21-24; 4:5,6; 10:4; 1Cor 1:30; 1Cor 5:21; Fil 3:9; Jer.23:
c. El medio es la fe: Ro 3:21-28;
5:1; Ga.2:16 (Gk. Nunca d’a ten piston, siempre d’a
pisteos o ek pisteos)
d. Incluye perd—n de pecados, pasados
presentes y futuros. No se repite: Ro 4:5-8; 5:18-21; 8:32-34; He.10:14; Paz
con Dios; Ro 5:1,2 Herencia eterna, Hch
26:18; Vida eterna, Ro 8:30Ver imputaci—n, Ro 4:5-8; 22-25
10. Expiaci—n limitada
Mt 1:21; 20:28; 26:28; Jn 10:10,15;
11:51,52; 15:13,14; 17:9; Hch
20:28; Ro 8:32-34; Ef 5:25; Heb 2:17; 9:15; Is 53:11,12; Sal 111:9
11. Preservaci—n
Prov 2:8; Sal 37:28; 97:10; Jn 6:39; 10:26-29; 18:9; 17:11,12; Ro 5:8,9;
8:28-31; 35, 38,39; 11:29; 1Cor 1:8,9; Fil 1:6; 2Ti 4:18; 1Pe 1:3-5; Judas 1;
24,25; 2Jn 1-3
CALVINISMO |
ARMINIANISMO |
INCAPACIDAD TOTAL |
LIBRE ALBEDRIO |
ELECCION INCONDICIONAL |
ELECCION CONDICIONAL |
EXPIACION PARTICULAR |
EXPIACION ILIMITADO |
GRACIA IRRESISTIBLE |
GRACIA RESISTIBLE |
PERSEVERANCIA DE LOS ELEGIDOS |
PERSEVERANCIA INSEGURA |
La salvaci—n es porÉ
(No por Cristo mas Mar’a, mas santos, etc.)
Juan
14:6; Hechos 4:12; 1Timoteo 2:5
(No por gracia mas mŽritos personales o
buenas obras)
Efesios
2:8,9; Tito 2:11:12; 3:4-8; Hechos 15:11
(No por fe mas bautismo mas sacramentos)
Romanos
3:22; 4:5,16,22-25; 5:1
(No por la Biblia mas tradici—n humanas mas
decretos papales)
Mateo
24:35; Hebreos 4:12; 2Timoteo 3:17
(No para la gloria de Dios mas la gloria de
alguna instituci—n o iglesia)
Romanos
11:36; Judas 24
ÀQue es el llamamiento
eficaz?
... alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que sep‡is cu‡l es la esperanza a que Žl os ha llamado.
Efesios 1:18
El hombre ca’do est‡
muerto en el pecado, se encuentra a gusto en su condici—n y se resiste ante
cualquier esfuerzo para cambiarlo. Su enga–o es tan profundo que puede aœn
imaginarse que Dios est‡ contento con Žl.
Al mismo tiempo,
vimos la oferta universal de Dios de misericordia por sus mandatos para
arrepentirnos. Cristo orden— que el evangelio sea predicado a todas las naciones
sin limitaci—n de raza, estatus social o condici—n econ—mica. Su bondadosa
invitaci—n aœn permanece:
Venid
a m’ todos los que est‡is trabajados y cargados, y yo os harŽ descansar. Mateo
11:28.
TambiŽn vimos la
naturaleza soberana de la gracia. La fe salvadora es un producto de esta
gracia. Un milagro sucede en una persona que se convierte.
Para comenzar el
estudio del milagro de la conversi—n, miremos Romanos 8:30,
Y a los
que predestin—, a estos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a estos tambiŽn justific—;
y a los que justific—, a estos tambiŽn glorific—.
Cuando notamos la
posici—n de la palabra llam—, las
siguientes verdades se destacan:
1. El llamamiento se
basa en la predestinaci—n. Es diferente del llamamiento general al
arrepentimiento puesto que este llamamiento es para los predestinados, no para
todos.
2. Este llamamiento
invariablemente resulta en justificaci—n, la que a su vez nos lleva al cielo,
glorificados.
3. Este llamamiento es
irresistible y eficaz. De otra manera, solamente algunos de los justificados
ser’an glorificados.
4. La fe est‡ incluida
en este llamamiento porque la fe es necesaria para la justificaci—n.
5. Este llamamiento
est‡ involucrado con una transformaci—n interna del pecador, que hace la fe
posible.
6. Dios solo es la
causa: ... Žl predestin— ... Žl llam— ...
Žl justific— ... Žl glorific—.
7. Este llamamiento es
una gracia especial de Dios, diferente de su benevolencia general hacia la
humanidad como un todo.
Podemos definir este
llamamiento como un acto soberano de Dios por el cual Žl salva a los elegidos.
Para identificar
esta doctrina, los te—logos usan diferentes nombres: Gracia irresistible,
gracia especial, o muy a menudo, llamamiento
eficaz.[i]
Por motivo de
brevedad, en este ensayo usaremos el tŽrmino llamamiento, puesto que este es el m‡s comœnmente usado en el Nuevo
Testamento para describir la idea.
No obstante, algunas
veces se usa una palabra diferente. El ap—stol Juan usaba la palabra atraer para expresar el mismo concepto
en Juan 6:44,65—
Ninguno
puede venir a m’, si el Padre que me envi— no le trajere; y yo le resucitarŽ en
el d’a postrero. (65) Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a m’,
si no le fuere dado del Padre.
1. Nadie puede generar
fe salvadora fuera de su voluntad aut—noma. (Venir a Cristo significa creer en
Žl).
2. El Padre produce fe
salvadora por medio de un acto llamamiento atraer.
Esta atracci—n es llamada un regalo
en el vers’culo sesenta y cinco. Por tanto, no es una recompensa por algo que
el hombre realiza.
3.
El resultado infalible de esta atracci—n es la
salvaci—n. Esto es claro de la frase ... Yo le resucitarŽ en el d’a postrero[ii].
4. Nadie puede resistir
con Žxito esta atracci—n porque todos los que as’ son atra’dos ser‡n salvos.
5. Conclusi—n: Esta atracci—n es una obra soberana de Dios y
resulta en una salvaci—n infalible.
No. El Esp’ritu
Santo cambia la naturaleza interna del pecador iluminando su mente, de tal
forma que el pecador percibe el pecado como algo horrible, y a Cristo como algo
tan deseable que nada podr’a impedir que esa persona venga libre y
voluntariamente a ƒl. De ninguna manera es esto una imposici—n en la voluntad
del hombre o una violaci—n de su libertad.
Cristo orden— que el
evangelio sea predicado a todas las naciones, (Mateo 28:19. Los ap—stoles
predicaron a jud’os y gentiles por igual. Pablo fue por todas partes É testificando a jud’os y a gentiles acerca
del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Se–or Jesucristo.
Es claro del Nuevo Testamento que el evangelio es para todos. Entonces, Àc—mo
podemos encajar esto con los textos que nos hablan de la obra salvadora de Dios
para algunos solamente?
Muchos suponen que
la diferencia se debe a que algunos decidieron creer mientras que otros no.
Puesto que la fe salvadora en s’ misma es una obra de gracia, esta suposici—n
involucrar’a un razonamiento circular.
Los te—logos llaman
la oferta divina de salvaci—n, el llamamiento
universal o externo porque todos
escuchan el mismo mensaje. La oferta de misericordia es v‡lida para todos y
cada uno es responsable por la forma como responde.
En algunos, Dios
obra de tal forma que el mensaje penetra m‡s all‡ de los o’dos, y lo usa para
salvarlos. As’, nosotros tenemos dos ÇllamamientosÈ en un solo mensaje: Un
llamamiento a todos y un llamamiento a algunos. Los te—logos distinguen estas
dos operaciones con los nombres de llamamiento
universal versus llamamiento eficaz,
gracia general versus gracia especial o llamamiento externo versus llamamiento
interno.
Un estudio del
tŽrmino llamamiento a travŽs de todo
el Nuevo Testamento revela una asociaci—n cercana entre la elecci—n y la
predestinaci—n:
...
para que el prop—sito de Dios conforme a la elecci—n permaneciese, no por las
obras sino por el que llama. Romanos 9:11
Pablo, hablando acerca de Jacob y Esaœ,
muestra la lo irresistible de este llamamiento asoci‡ndolo con el prop—sito
divino en la elecci—n.
La conexi—n entre el
llamamiento y la elecci—n ilustra la interacci—n entre la soberan’a y los
medios. El prop—sito de Dios en la eternidad fue salvar a sus elegidos. ƒl hace
esto a travŽs de una acci—n divina que la Biblia denomina, llamamiento. La doctrina de la gracia
irresistible o llamamiento eficaz
pertenece m‡s bien a la categor’a de los decretos soberanos inmutables de Dios,
que a su voluntad de mandamientos.
Curiosamente, con
respecto al llamamiento universal, lo
inverso es verdad. Dios permite que los no elegidos resistan su oferta de
misericordia si ellos as’ lo quieren y ellos siempre lo quieren as’.
Pablo conecta los
prop—sitos eternos de Dios con la gracia y el llamamiento en 2Timoteo 1:9:
...
quien nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras,
sino segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes
de los tiempos de los siglos.
Uno de los pasajes
m‡s claros sobre la relaci—n entre la elecci—n y el llamamiento eficaz est‡ en
1Corintios 1:22-29. (El texto es muy largo para escribirlo, as’ que el
estudiante deber‡ leerlo en la Biblia).
Este texto menciona
tres clases de personas: Los jud’os, los gentiles y un tercer grupo, los jud’os
y los griegos juntos, denominado los
llamamientos[iii].
El primer grupo, los
jud’os, rechazan a Cristo porque quieren comprobar el evangelio con milagros.
La palabra de Dios no es suficiente para ellos. El segundo grupo, los griegos,
rechazan a Cristo porque Žl no encaja en sus sistemas filos—ficos. La sabidur’a
de Dios les basta para ellos.
Porque
los jud’os piden se–ales, y los griegos buscan sabidur’a. Vers’culo 22
El tercer grupo est‡
formado por individuos sacados de los dos grupos anteriores a pesar de su
rechazo inicial de Cristo. Estos son a quienes Dios ha llamado porque ellos fueron escogidos.
Pues, mirad, hermanos, vuestra vocaci—n, que no sois
muchos sabios segœn la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; (27) sino
que lo necio del mundo escogi— Dios, para avergonzar a los sabios; y lo dŽbil
del mundo escogi— Dios, para avergonzar a lo fuerte 1Corintios
1:26,27[iv].
Pablo predic— a
ambos grupos. Cada uno respondi— de acuerdo a sus preferencias culturales y
percepciones pecaminosas. Esto es el llamamiento
universal. Los que respondieron, lo hicieron as’ porque ellos fueron
escogidos para eso. Dios ignor— sus preferencias y percepciones y los atrajo de
todas formas. Este es el llamamiento
eficaz.
Porque
irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Romanos 11:28,29.
Cuando Pablo usa el
tŽrmino irrevocable en el vers’culo
veintinueve, tambiŽn coloca al llamamiento eficaz en la categor’a de los
prop—sitos inmutables. Por tanto, este llamamiento depende de la voluntad
soberana de Dios y no de la capacidad del hombre para responder.
As’ que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo
muerte para la remisi—n de las transgresiones que hab’a bajo el primer pacto,
los llamamientos reciban la promesa de la herencia eterna. Hebreos 9:15
Porque para vosotros es la promesa, y para
vuestros hijos, y para todos los que est‡n lejos; para cuantos el Se–or nuestro
Dios llamare. Hechos 2:39
(Otros
textos son: 1Tim 6:12; 2TŽs 2:13-14; Apoc
19:9)
La interconexi—n
complicada entre el llamamiento eficaz, el sacrificio de Cristo, su oficio
sacerdotal y las promesas del pacto valen el esfuerzo a estudiarla en detalle.
Esta interconexi—n demuestra tanto la naturaleza limitada del llamamiento como
su eficacia.
Y el
mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, esp’ritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Se–or
Jesucristo. 24 Fiel es el que os llama, el cual tambiŽn lo har‡ 1Tes 5:23.
Vea tambiŽn Judas 1:1; 1Cor 1:8,9
La santificaci—n es
no solamente la voluntad de Dios por nosotros, es su promesa. La misma gracia
que nos santifica, tambiŽn nos preserva. El plan divino est‡ basada enteramente
el la fidelidad de Dios mas bien que la fidelidad nuestra. La fidelidad de Dios
a sus promesas p‡ctales garantiza nuestra perseverancia.
Ésino,
como aquel que os llam— es santo, sed tambiŽn vosotros santos en toda vuestra
manera de vivir. 1Pedro 1:15
La santidad divina es
la caracter’stica de Dios mas frecuentemente mencionada en las escrituras. Una
llamada para venir a Žl incluye, por lo tanto, una llamada a la santidad.
Entender la soberan’a
de Dios elimina a la casualidad como una explicaci—n de la condici—n del mundo.
Nada es accidental. Aunque el mundo parece ca—tico, el cristiano sabe que est‡
bajo el control de Dios. Esto le da confianza para su vida en general.
En el evangelismo,
el creyente no necesita preocuparse de que alguien se pierda simplemente porque
Žl no testific— correctamente. Dios puede usar aun una simple palabra, hablada
pobremente, para traer a una persona a S’ mismo. Si una persona se salva por
medio de nuestro ministerio, nosotros no aceptamos el crŽdito. Si una persona
se pierde, no llevamos la culpa.
Esto libera al
creyente para evangelizar confiadamente. Sabemos que no podemos fracasar porque
la palabra de Dios siempre cumplir‡ su prop—sito, aunque solamente Dios conoce
cu‡l es.
Dios promete
completar nuestra santificaci—n. Es m‡s, Žl hace esto por los medios que nos ha
dado para que apliquemos: La palabra, la oraci—n y los ministerios de la
iglesia. Sin esta promesa, no tendr’amos la certeza de que estos medios ser’an
exitosos. Con esta promesa, sabemos que no podemos fracasar.
Las Doctrinas de la
Gracia resuelven supuestas dilemas de la Escritura. Vemos c—mo el hombre,
aunque enteramente esclavizado al pecado, es todav’a responsable por sus
acciones. Por la gracia, vemos c—mo es posible ser a aceptos por un Dios santo,
aunque imperfectos.
Comprender el
evangelio de la gracia le da al creyente la percepci—n que Dios tiene del
mundo, la œnica real. Esto permite al cristiano encarar la realidad con una
nueva confianza. En este sentido, podemos decir que los cristianos que perciben
el mundo por medio de la revelaci—n de Dios como soberano, son los œnicos
realistas en el mundo.
La gracia
irresistible, llamada por los te—logos el llamamiento
eficaz, es una obra soberana de Dios. ƒl atrae al elegido a si mismo por
medio de las escrituras. El Esp’ritu Santo lo cambia internamente,
capacit‡ndolo para percibir su necesidad de Cristo y le concede la capacidad de
creer en Cristo para ser salvo. Dios no viola su libertad o voluntad, sino que
obra de tal forma que la persona viene voluntariamente y libremente.
1. Dios usa el mismo
mensaje del evangelio tanto en el llamamiento universal como en el eficaz. El
primero es una oferta genuina de misericordia para toda la humanidad. El
segundo es una obra especial de gracia.
2. El llamamiento
eficaz se basa en la elecci—n y en la predestinaci—n.
3. El llamamiento es
irrevocable. Esto significa que es parte de la voluntad de prop—sitos eterna de
Dios, la que no puede ser frustrada por la voluntad humana.
4. Nuestra
santificaci—n y preservaci—n est‡n basadas en el llamamiento.
5. Este llamamiento es
tambiŽn un llamamiento a la santidad.
Un
amigo, Javier, me escribi— cuando
su vida se le ven’a abajo. Hab’a perdido su empleo, su casa iba en proceso de
pŽrdida y estaba atacado de una enfermedad grave. Me preguntaba por quŽ Dios le
hac’a tales cosas. A continuaci—n, mi respuesta. Felizmente, mi amigo se ha
recuperado ya de todas estas circunstancias.
<><><>
Querido
Javier:
Cuando
alguien lanza un grito de dolor como en tu carta, se genera cierta frustraci—n
ya que desear’a decir algo m‡s substancioso que una versi—n espiritualizada de
Òagu‡ntateÓ. Citar vers’culos es siempre una buena idea pero incluso eso me
deja frustrado.
La
raz—n es que me he dado cuenta que la œnica forma de ayudar a alguien dolido es
quit‡ndole el dolor. Si no puedo hacerlo, entonces ÀquŽ deber’a yo hacer como
pastor?
Gritar
ÁAy! es natural. Pero no quita el dolor. Cuando preguntas Àpor quŽ, Dios m’o?
Esa es otra forma de decir, ÁAy!
No
estoy totalmente seguro cu‡ndo est‡ bien hacer esa pregunta y cu‡ndo no. Los
te—logos debaten y no se ponen de acuerdo, especialmente cuando no son ellos
los que sufren.
El
dolor tampoco ayuda en la facultad cerebral de razonar. Causa confusi—n mental.
Cuando me quemo la mano con aceite hirviendo, dejo de ser anal’tico y empiezo a
buscar la soluci—n m‡s inmediata, aunque no sea la mejor.
Desafortunadamente,
me expresas tu dolor en forma de preguntas para que yo las conteste. Me pones
la bola en mi lado de la cancha de pastor y debo darte una respuesta.
Muy
bien, te contestarŽ. Pero mi respuesta no te quitar‡ el dolor de forma mejor de
los comentarios de tus amigos bien intencionados. Quiz‡ hasta cause m‡s dolor.
ÁOjal‡ que no! De todos modos es la œnica respuesta que vas a recibir.
La
respuesta al por quŽ est‡ sucediendo esta serie de eventos es la misma raz—n
por lo que todo sucede o suceder‡, sea bueno, malo o neutral. Todo sucede para
la gloria de Dios.
No
existe otra raz—n a todo cuanto sucede.
Porque de Žl, y por Žl, y para Žl, son todas
las cosas. A Žl sea la gloria por los siglos. AmŽn. Romanos 11:36
La
pregunta inmediata es Àc—mo puede la desgracia de Javier glorificarle a Dios?
No tengo ni idea. Pero eso es exactamente lo que dice la palabra de Dios. Si
esto no es verdad, entonces nada del evangelio es cierto. Esta verdad es tanto
consoladora como angustiante. Consoladora en el sentido de que al menos sabemos
que el dolor tiene un prop—sito.
Angustiante,
digo, ya que significa que algo fuera de nosotros es m‡s importante que nuestro
dolor; algo cuyo precio lo paga el dolor.
Para
poner la crema al pastel, nos dicen que Dios no est‡ siendo cruel, insensible
ni egocŽntrico. Para poner la cereza en la crema, se nos informa que —al
final— experimentar el dolor es infinitamente mejor que no
experimentarlo.
TambiŽn
me preguntas si tus experiencias dolorosas podr’an ser castigos a algœn pecado.
Pueden serlo, pero pienso que no. Si lo fuera, ya sabr’as que lo es. A travŽs
de la escritura, por ejemplo cuando
Dios castigaba a Israel, siempre les informa la raz—n del
castigo. Como lo dijo un pastor, ÒDios no abusa de ni–osÓ.
Comprendo
que en medio de tu dolor, probablemente es inapropiado que yo trate de
corregirte en teolog’a. Hasta sonar’a impertinente, como si alguien me
reprendiera por gritar cuando el aceite me quemaba la mano. Me dar’a ganas de
devolverle un s‡ndwich de pu–etazos y pasarle algo del dolor al que me
reprende.
Jesœs
se encuentra con un ciego de nacimiento. Los disc’pulos le interrogan a Jesœs:
Rab’, ÀquiŽn pec—, Žste o sus padres, para
que haya nacido ciego? Respondi— Jesœs: No es que pec— Žste, ni sus padres,
sino para que las obras de Dios se manifiesten en Žl. Juan 9:2-3
No se
trata de que el ciego o sus padres no fueran pecadores. Lo eran. Lo que Jesœs
dec’a es que hay acontecimientos en la vida de la gente que no est‡n conectados
directamente a su condici—n moral. Podr’an estarlo, pero vuelvo y repito,
podr’an no estarlo. Si viviŽsemos en un mundo perfecto de castigo-recompensa,
la palabra gracia no significar’a
nada.
La
naturaleza humana f‡cilmente asume que si somos lo suficientemente buenos, esto
constituye un escudo defensor para que no nos ocurran cosas malas. Grave error.
Justicia basada en las obras. Eso no es cristianismo.
Lo que
estoy tratando hacer es llevarte a un punto que no te cause m‡s angustia. Me has
dicho, ÒHe hecho lo que Jesœs ordena. Amo, ayudo, doyÓ.
Pero
Áno! ÁNo has hecho esas cosa! Jesœs dijo, Sean
perfectos, como mi Padre en los cielos es perfecto. ÀEres tœ perfecto?
Jesœs dej— claro que cuando hayamos hecho todo lo que nos ordena, aun siendo
perfectos, debemos servir sin deseos de remuneraci—n alguna. Hemos solo hecho
lo que debemos hacer. Esto significa que no merecemos premio alguno. ÀPor quŽ
esperar un premio por cumplir con un deber?
Si Dios
nos recompensa, es en verdad un regalo de gracia. Si Dios nos castiga, es
porque quiere ponernos en una posici—n para ser m‡s recompensados.
La
buena noticia es que cuando aceptamos a Jesœs, no solo ganamos perd—n de
nuestros pecados, sino que somos adem‡s revestidos de la justicia perfecta de
Cristo. Este regalo sobrepasa cualquier aceptaci—n basada en la actuaci—n de
uno.
De
nuevo, comprendo que estos comentarios m’os no te alivian el dolor. Si Dios
quiere que sufras por un tiempo, Žl
se interpondr‡ en cualquiera de mis esfuerzos para aliviarte.
Quiero
que sepas que te mantenemos en nuestras oraciones.
Con
amor en Cristo,
Roger
Lo siguiente es un bosquejo de
la influencia i existencia de las doctrinas de la gracia a travŽs de la
historia eclesi‡stica. Esta lecci—n sirve para contrarrestar la calumnia de que
estas doctrinas fueron inventos de los reformadores del decimosexto siglo.
Los padres de la iglesia primitiva, de los primeros cuatro siglos, ense–aron
estas doctrinas. El libro La causa de Dios y la verdad
por Juan Gill fue escrito para probar esto. Es un cl‡sico de la fe reformada.
(Muestre a los estudiantes una copia si tiene una).
Agust’n y Pelagio. Explique brevemente el surgir de Pelagio, monje brit‡nico, y como Žl
invent— ciertas doctrinas. Entonces explique como Agust’n le contest— en una
serie de tratados de gracia. Estos incluyen Gracia y
libre albedr’o y Predestinaci—n de los santos.
Concilio de Orange en el a–o 529, se reuni— para pronunciarse sobre las ense–anzas de
Agust’n. Los Canones de Orange claramente declaran estas doctrinas.
De Agust’n a Calvino. Santo Tom‡s de Aquino; Summa teol—gica.
Contiene elementos de estas ense–anzas. Los te—logos durante este per’odo
fueron llamados agustinianos y algunas veces Johanianos porque Juan es uno de
los escritores de la Biblia a los que se refiere en sus ense–anzas.
Juan Calvino. Fue convertido por la lectura de Agust’n. Escribi— Los institutos de la religi—n cristiana, el trabajo
reformado m‡s importante alguna vez escrito.
Mart’n Lutero, eventualmente evolucion— a una posici—n calvinista. Su obra Esclavitud de la
voluntad lo demuestra.
La controversia arminiana, desde el siglo 16 hasta el presente. ÀQuiŽn
fue Jacobo Arminio?
Los cinco puntos del
arminianismo, los remonstranzas, as’
llamada porque los seguidores de Armi–o, estuvieron increpando a los
reformadores por sus ÇerroresÈ. Use la transparencia para esto / Carta de
comparaci—n entre Arminio y Calvino.
Los cinco puntos del arminianismo:
1. Libre albedr’o
2. Elecci—n condicional
3. Expiaci—n universal
4. Gracia resistible
5. PŽrdida de la salvaci—n
S’nodo de Dort, 1618. Este s’nodo en Holanda fue convocado para considerar si el
arminianismo es b’blico. Los del partido arminiana hab’an pedido que su
teolog’a fuera aceptada como una alternativa l’cita a la reforma.
Los te—logos debatieron los
asuntos 15 meses y se demostr— que la posici—n arminiana es anti b’blica. Los
c‡nones de Bort se escribieron despuŽs, conocidos hoy en d’a como los cinco
puntos del calvinismo:
1. Depravaci—n total
2. Elecci—n incondicional
3. Gracia irresistible
4. Expiaci—n limitada
5. Preservaci—n y perseverancia de
los elegidos
La asamblea de Westminster
Concilio del movimiento
reformado de Inglaterra, 1643-1648. Este result— en los est‡ndares de
Westminster, hoy usada por los presbiterianos, y con algunas revisiones por las
principales denominaciones bautistas. Estos est‡ndares son la Confesi—n de
Westminster, el Catecismo mayor y el Catecismo menor.
Las confesiones bautistas
Los bautistas ingleses adoptaron
la Confesi—n de Fe de Westminster en 1689, pero cambiaron los cap’tulos sobre
el bautismo y el gobierno eclesi‡stico. Lo llamaron, La Confesi—n de Londres. Bautistas americanos lo aceptaron en 1742
y se llama la Confesi—n de Filadelfia.
Resurgimiento del arminianismo
La influencia de Juan Wesley, el
apasionado evangelista brit‡nico del siglo 18, fundador del metodismo,
alardeaba que Žl nunca hab’a le’do un libro de teolog’a. Esto se demuestra en
su ignorancia de la teolog’a y en su reavivamiento del arminianismo. Comet’a
los errores de l—gica t’picas del arminianismo. A partir de su movimiento,
brotan otros; los nazarenos y de ellos los pentecostales. La controversia
continœa hasta hoy por la misma raz—n que Wesley la reaviv—, la ignorancia. Los
arminianos que toman tiempo para estudiar objetivamente los asuntos,
frecuentemente se vuelven calvinistas. Casi no se escucha que un calvinista
instruido se vuelva arminiano.
Hoy en d’a, los arminianos
raramente aceptan debatir con los calvinistas. La historia muestra que ellos
normalmente salen mal.
Resumen del Concilio de Orange, 529 A.D.
Estas conclusiones se llaman,
Canones de Orange
Y as’, de acuerdo a los pasajes de las Santas Escrituras ... o las
interpretaciones de los Padres antiguos ... predicamos y creemos lo siguiente:
El pecado del primer hombre le ha debilitado el libre albedr’o de
manera de que nadie despuŽs puede amarle a Dios como debido ni tampoco cree en
Dios ni hacer el bien por Dios, excepto si la gracia de Dios le ha precedido.
Creemos por lo tanto que la fe gloriosa que fue dada a Abel el justo y NoŽ y
Abraham, Isaac y Jacob y todos los santos antiguos ... no les fue dada por
alguna bondad natural, como lo fue anteriormente a Ad‡n, sino fue concedida por
la gracia de Dios. Y sabemos y tambiŽn creemos que ni despuŽs de la venida de
nuestro Se–or esta gracia fue hallada en el libre albedr’o ... sino es
concedida por la bondad de Cristo, como ... declara el ap—stol Pablo:
Y tambiŽn ÒNos es concedido de la parte de Dios no solo creer en el, sino
tambiŽn sufrir a causa de el.Ó Filipenses 1:29 ... Por la gracia sois salvos
por medio de la fe, y esto no es de vosotros pues es don de Dios. (Efesios
2:8,9) No dijo, Òporque fui fielÓ, pero, Òpara SER fiel.Ó
TambiŽn creemos y confesamos ... que en toda buena obra no es nosotros
quienes tomamos la iniciativa y luego son ayudados por la misericordia de Dios,
pero Dios mismo primero inspira en nosotros y la fe en El y el amor por El sin
ninguna buena obra previa de nosotros que merece recompensa.
Bosquejo cronol—gico
100-400 D.C. Comentarios por los
padres de la iglesia primitiva en sus Çep’stolasÈ expresando estas doctrinas. Ireneo,
Policarpo, Cris—stomo, etc.
El escritor puritano Juan Gill
escribe La causa de Dios y la verdad, c.1735,
documentando que la doctrina de estos padres era lo que llamamos hoy en d’a reformada.
C. 400 D.C. - La controversia
Pelagio-Agustino. Agust’n escribe disertaciones sobre la gracia en contra de
Pelagio. TambiŽn escribi— un manual de doctrina llamado Enchiridion, (Griego= ÇmanualÈ)
529 D.C.- El Concilio de Orange.
La teolog’a agustiniana vindicada. Fuertes declaraciones favoreciendo la gracia
soberana.
Edades obscuras: 500 hasta 1500
D.C. Los escol‡sticos mantienen las doctrinas de la gracia algunas veces
llamadas Agustinianas, o Johanianos.
Tom‡s de Aquino, C. 1300, Suma teol—gica contiene elementos de las doctrinas de
la gracia.
1517- Lutero comienza la Reforma
Protestante. La disputa Erasmo-Lutero sobre el libre albedr’o. Su obra magna, La esclavitud de la voluntad refuta a Erasmo.
1559-Calvino publica la obra Instituciones de la religi—n cristiana.
1560-1609 Jacobo Arminio y La Controversia
Arminiana 1618- El S’nodo de Dort/ Arminianismo refutado/ Los cinco puntos del
calvinismo establecidos. Los Canones de Dort.
1643-1648- La Asamblea de
Westminster escribe las Normas de
Westminster. Fin del per’odo de la Reforma.
1689- Los bautistas adoptan la Confesi—n de Westminster, con cambios — La Confesi—n Bautista de Londres.
1703-1791 —Juan Wesley y
el resurgimiento del arminianismo. Conduce al metodismo-pentecostalismo
nazareno.
1823- La Convenci—n Bautista del
Sur adopta la Confesi—n de Westminster en
Filadelfia, con cambios= La confesi—n de Filadelfia.
1862-1877 Juan Darby de las
iglesias de los hermanos libres de
Escocia inventa y propaga el dispensacionalismo en contraste a la teolog’a
pactal de la reformaci—n.
C.1896-C.I. Scofield, un
bautista americano, visita Escocia y coge el dispensacionalismo, trayŽndolo a
los EEUU. El publica su famosa Biblia de Scofield la cual llega a ser la norma
en los c’rculos bautistas.
1904-
El pentecostalismo se inicia por un reavivamiento con los nazarenos en Los
çngeles, California. La base arminiana de la iglesia nazarena, con sus ra’ces
en el wesleyanismo, provee la teolog’a del nuevo movimiento pentecostal, el
cual llega a convertirse en la doctrina en las Asambleas de Dios y en otras
denominaciones nacidas del movimiento pentecostal, como los carism‡ticos
modernos.
Porque
algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes hab’an sido
destinados para esta condenaci—n, hombres imp’os, que convierten en libertinaje
la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el œnico soberano, y a nuestro Se–or
Jesucristo. Judas 4
Todo lo
que hay debajo del cielo es m’o. Job 41:11
De
Jehov‡ es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en Žl habitan. Salm. 24:1
He aqu’
que todas las almas son m’as; como el alma del padre, as’ el alma del hijo es
m’a; el alma que pecare, esa morir‡. Ez 18:4
El
consejo de Jehov‡ permanecer‡ para siempre; Los
pensamientos de su coraz—n por todas las generaciones. Salm. 33:11
Muchos
pensamientos hay en el coraz—n del hombre;
Mas el consejo de
Jehov‡ permanecer‡. Prov
19:21
Porque
Jehov‡ de los ejŽrcitos lo ha determinado, Ày quiŽn lo impedir‡? Y su mano
extendida, ÀquiŽn la har‡ retroceder? Is 14:27
Porque
verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesœs, a quien
ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, Hch 4:27
para
hacer cuanto tu mano y tu consejo hab’an antes determinado que sucediera. Hch 4:28
El
consejo de Jehov‡ permanecer‡ para siempre;
Los pensamientos
de su coraz—n por todas las generaciones. Salm.
33:11
Muchos
pensamientos hay en el coraz—n del hombre;
Mas el consejo de
Jehov‡ permanecer‡. Prov
19:21
Por lo
cual, queriendo Dios mostrar m‡s abundantemente a los herederos de la promesa
la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; Heb 6:17
para
que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta,
tengamos un fort’simo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la
esperanza puesta delante de nosotros. Heb 6:18
Yo soy
el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Se–or, el que es y que era y que
ha de venir, el Todopoderoso. Apoc 1:8
pues si
nuestro coraz—n nos reprende, mayor que nuestro coraz—n es Dios, y Žl sabe
todas las cosas. 1Jn 3:20
Si subiere a los
cielos, all’ est‡s tœ;
Y si en el Seol
hiciere mi estrado, he aqu’, all’ tœ est‡s. Salm.
139:8
Hch 4:27 Porque verdaderamente se unieron en
esta ciudad contra tu santo Hijo Jesœs, a quien ungiste, Herodes y Poncio
Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,
Hch 4:28 para hacer cuanto tu mano y tu
consejo hab’an antes determinado que sucediera.
Pero el
don no fue como la transgresi—n; porque si por la transgresi—n de aquel uno
murieron los muchos, abundaron mucho m‡s para los muchos la gracia y el don de
Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Rom 5:15
Porque
as’ como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, as’ tambiŽn por la obediencia de uno, los muchos ser‡n constituidos
justos. Rom 5:19
Al que
no conoci— pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuŽsemos
hechos justicia de Dios en Žl. 2Cor 5:21
Ninguno
puede venir a m’, si el Padre que me envi— no le trajere; y yo le resucitarŽ en
el d’a postrero. Jn 6:44
Y dijo:
Por eso os he dicho que ninguno puede venir a m’, si no le fuere dado del
Padre. Jn 6:65
Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Esp’ritu de Dios, porque para
Žl son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. 1Cor
2:14
en los
cuales el dios de este siglo ceg— el entendimiento de los incrŽdulos, para que
no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la
imagen de Dios. 2Cor 4:4
Y Žl os
dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 1 en los
cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al pr’ncipe de la potestad del aire, el esp’ritu que ahora opera en
los hijos de desobediencia, 2 entre los cuales tambiŽn todos nosotros
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de
la carne y de los pensamientos, y Žramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo
que los dem‡s. Ef 2:1-3
teniendo
el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que
en ellos hay, por la dureza de su coraz—n; Ef 4:18
Por
cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; Rom 8:7
Porque
el siervo del Se–or no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto
para ense–ar, sufrido; 2Tim 2:24
que con
mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quiz‡ Dios les conceda que se
arrepientan para conocer la verdad, 25 y escapen del lazo del diablo, en que est‡n
cautivos a voluntad de Žl. 2Tim 2:25,26
Luc 7:29 Y todo el pueblo y los publicanos, cuando
lo oyeron, justificaron a Dios, bautiz‡ndose con el bautismo de Juan.
Luc 16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que
os justific‡is a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce
vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de
Dios es abominaci—n.
1Tim 3:16 E
indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios
fue manifestado en carne,
Justificado
en el Esp’ritu,
Visto
de los ‡ngeles,
Predicado
a los gentiles,
Cre’do
en el mundo,
Recibido
arriba en gloria.
Porque
no me avergŸenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvaci—n a todo
aquel que cree; al jud’o primeramente, y tambiŽn al griego. 16 Porque
en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como est‡
escrito: Mas el justo por la fe vivir‡. Porque la ira de Dios se revela desde
el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con
injusticia la verdad; 18 porque lo que de Dios se conoce les es
manifiesto, pues Dios se lo manifest—. 19 Porque las cosas invisibles de
Žl, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci—n
del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa. Rom
1:16-20
Pero
por tu dureza y por tu coraz—n no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para
el d’a de la ira y de la revelaci—n del justo juicio de Dios, Rom 2:5
pero
ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que
obedecen a la injusticia; Rom 2:8
Pues la
ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresi—n. Rom 4:15
Y ÀquŽ
naci—n grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley
que yo pongo hoy delante de vosotros? Deut 4:8
porque
no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley
ser‡n justificados. Rom 2:13
Todo
aquel que comete pecado, infringe tambiŽn la ley; pues el pecado es infracci—n
de la ley. 1Jn 3:4
Porque
todos los que sin ley han pecado, sin ley tambiŽn perecer‡n; y todos los que
bajo la ley han pecado, por la ley ser‡n juzgados; Rom 2:12
Pero
sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que est‡n bajo la ley, para
que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; Rom 3:19
ÀQuŽ
ventaja tiene, pues, el jud’o? Ào de quŽ aprovecha la circuncisi—n? Rom 3:1
Mucho,
en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de
Dios. 2 ÀPues quŽ, si algunos de ellos han sido incrŽdulos? ÀSu incredulidad
habr‡ hecho nula la fidelidad de Dios? 3 De ninguna manera; antes bien
sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como est‡ escrito:
Para que seas
justificado en tus palabras,
Y venzas cuando
fueres juzgado. Rom
3:2-4
Pero
sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que est‡n bajo la ley, para
que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 9 ya que
por las obras de la ley ningœn ser humano ser‡ justificado delante de Žl;
porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Rom 3:19,20
Estoy
maravillado de que tan pronto os hay‡is alejado del que os llam— por la gracia
de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 6 No que haya otro, sino que hay
algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 7 Mas si
aun nosotros, o un ‡ngel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del
que os hemos anunciado, sea anatema. 8 Como antes hemos dicho, tambiŽn
ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habŽis
recibido, sea anatema. G‡l 1:6-9
y ser
hallado en Žl, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que
es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; Fil 3:9
la
justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en
Žl. Porque no hay diferencia, Rom 3:22
Al que
no conoci— pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuŽsemos
hechos justicia de Dios en Žl. 2Cor 5:21
Y a los
que predestin—, a Žstos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a Žstos tambiŽn
justific—; y a los que justific—, a Žstos tambiŽn glorific—. Rom 8:30
ÀQuiŽn
acusar‡ a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 33 ÀQuiŽn
es el que condenar‡? Cristo es el que muri—; m‡s aun, el que tambiŽn resucit—,
el que adem‡s est‡ a la diestra de Dios, el que tambiŽn intercede por nosotros.
Rom
8:33,34
Por
tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme
para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino tambiŽn
para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros 16 (como
est‡ escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien
crey—, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si
fuesen. 17 ƒl crey— en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de
muchas gentes, conforme a lo que se le hab’a dicho: As’ ser‡ tu descendencia. 18 Y no se
debilit— en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de
casi cien a–os), o la esterilidad de la matriz de Sara. 19 Tampoco
dud—, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleci— en fe,
dando gloria a Dios, Rom 4:20
plenamente
convencido de que era tambiŽn poderoso para hacer todo lo que hab’a prometido; 21 por lo
cual tambiŽn su fe le fue contada por justicia. Rom 4:16-22
Porque
la gracia de Dios se ha manifestado para salvaci—n a todos los hombres, 11 ense–‡ndonos
que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente, 12
aguardando
la esperanza bienaventurada y la manifestaci—n gloriosa de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo, 13 quien se dio a s’ mismo por nosotros para
redimirnos de toda iniquidad y purificar para s’ un pueblo propio, celoso de
buenas obras. 14 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te
menosprecie. Tito 2:11-15
Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; 8 no por obras, para que nadie se glor’e. 9 Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesœs para buenas obras, las cuales Dios prepar— de antemano
para que anduviŽsemos en ellas. Ef 2:8-10
Pero
alguno dir‡: Tœ tienes fe, y yo tengo obras. MuŽstrame tu fe sin tus obras, y
yo te mostrarŽ mi fe por mis obras. 18 Tœ crees que Dios es uno; bien haces. TambiŽn
los demonios creen, y tiemblan. 19 ÀMas quieres saber, hombre vano, que la fe
sin obras es muerta? 20 ÀNo fue justificado por las obras Abraham
nuestro padre, cuando ofreci— a su hijo Isaac sobre el altar? 21 ÀNo
ves que la fe actu— juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccion— por
las obras? 22 Y se cumpli— la Escritura que dice: Abraham crey— a Dios, y le fue
contado por justicia, y fue amigo de Dios. 23 Vosotros veis, pues, que el
hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 24 Asimismo
tambiŽn Rahab la ramera, Àno fue justificada por obras, cuando recibi— a los
mensajeros y los envi— por otro camino? Sant 2:18:25
No todo
el que me dice: Se–or, Se–or, entrar‡ en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que est‡ en los cielos. 21 Muchos me dir‡n en aquel d’a:
Se–or, Se–or, Àno profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 22 Y entonces les declararŽ: Nunca
os conoc’; apartaos de m’, hacedores de maldad. Mt 7:21-23
Porque
muchos son llamados, y pocos escogidos. Mt 22:14
Porque
para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que est‡n
lejos; para cuantos el Se–or nuestro Dios llamare. Hch 2:39
Porque
los jud’os piden se–ales, y los griegos buscan sabidur’a; 1Cor 1:22
pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los jud’os ciertamente
tropezadero, y para los gentiles locura; 1Cor 1:23
mas
para los s, as’ jud’os como griegos, Cristo poder de Dios, y sabidur’a de Dios.
1Cor
1:24
Y a los
que predestin—, a Žstos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a Žstos tambiŽn
justific—; y a los que justific—, a Žstos tambiŽn glorific—. Rom 8:30
quien
nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de
los tiempos de los siglos, 2Tim 1:9
(pues
no hab’an aœn nacido, ni hab’an hecho aœn ni bien ni mal, para que el prop—sito
de Dios conforme a la elecci—n permaneciese, no por las obras sino por el que
llama), Rom 9:11
Porque
los jud’os piden se–ales, y los griegos buscan sabidur’a; 22 pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los jud’os ciertamente
tropezadero, y para los gentiles locura; 23 mas para los s, as’ jud’os como
griegos, Cristo poder de Dios, y sabidur’a de Dios. 24 Porque lo insensato de Dios es
m‡s sabio que los hombres, y lo dŽbil de Dios es m‡s fuerte que los hombres. 25 Pues
mirad, hermanos, vuestra vocaci—n, que no sois muchos sabios segœn la carne, ni
muchos poderosos, ni muchos nobles; 26 sino que lo necio del mundo escogi— Dios,
para avergonzar a los sabios; y lo dŽbil del mundo escogi— Dios, para
avergonzar a lo fuerte; 1Cor 1:22-27
Porque
irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Rom 11:29
Y el
mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, esp’ritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Se–or
Jesucristo. 1Tes 5:23
Fiel es
el que os llama, el cual tambiŽn lo har‡. 1Tes
5:24
Judas,
siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los s, santificados en Dios Padre,
y guardados en Jesucristo: Judas 1
el cual
tambiŽn os confirmar‡ hasta el fin, para que se‡is irreprensibles en el d’a de
nuestro Se–or Jesucristo. 1Cor 1:8
Fiel es
Dios, por el cual fuisteis llamados a la comuni—n con su Hijo Jesucristo
nuestro Se–or. 1Cor 1:9
Los
gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Se–or, y
creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. Hch 13:48
Pablo,
siervo de Dios y ap—stol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de
Dios y el conocimiento de la verdad que es segœn la piedad, Tito 1:1
Y
queriendo Žl pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los disc’pulos
que le recibiesen; y llegado Žl all‡, fue de gran provecho a los que por la
gracia hab’an cre’do; Hch 18:27
quien
nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de
los tiempos de los siglos, 2Tim 1:9
Los
gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Se–or, y
creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. Hch 13:48
Pablo,
siervo de Dios y ap—stol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de
Dios y el conocimiento de la verdad que es segœn la piedad, Tito 1:1
Y
queriendo Žl pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los
disc’pulos que le recibiesen; y llegado Žl all‡, fue de gran provecho a los que
por la gracia hab’an cre’do; Hch 18:27
quien
nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de
los tiempos de los siglos, 2Tim 1:9
Y a los
que predestin—, a Žstos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a Žstos tambiŽn
justific—; y a los que justific—, a Žstos tambiŽn glorific—. Rom 8:30
ÀQuŽ,
pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ÀquiŽn contra nosotros? 31 ƒl que
no escatim— ni a su propio Hijo, sino que lo entreg— por todos nosotros, Àc—mo
no nos dar‡ tambiŽn con Žl todas las cosas? 32 ÀQuiŽn acusar‡ a los escogidos
de Dios? Dios es el que justifica. 33 ÀQuiŽn es el que condenar‡? Cristo es el que
muri—; m‡s aun, el que tambiŽn resucit—, el que adem‡s est‡ a la diestra de
Dios, el que tambiŽn intercede por nosotros. Rom 8:30-34
Por
tanto, Jesœs es hecho fiador de un mejor pacto. 22 Y los otros sacerdotes llegaron
a ser muchos, debido a que por la muerte no pod’an continuar; 23 mas
Žste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;:24 por lo
cual puede tambiŽn salvar perpetuamente a los que por Žl se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos. 25 Porque tal sumo sacerdote nos
conven’a: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho m‡s
sublime que los cielos; 26 que no tiene necesidad cada d’a, como
aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios
pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre,
ofreciŽndose a s’ mismo. 27 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a
dŽbiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo,
hecho perfecto para siempre. Heb 7:23-28
Y dar‡
a luz un hijo, y llamar‡s su nombre JESòS, porque Žl salvar‡ a su pueblo de sus
pecados. Mt 1:21
as’
como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
Jn 10:15
Por
tanto, mirad por vosotros, y por todo el reba–o en que el Esp’ritu Santo os ha
puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Se–or, la cual Žl gan— por su
propia sangre. Hch
20:28
que
sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvaci—n
que est‡ preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 1Ped 1:5
Judas,
siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los s, santificados en Dios Padre,
y guardados en Jesucristo: Judas 1
Y a
aquel que es poderoso para guardaros sin ca’da, y presentaros sin mancha
delante de su gloria con gran alegr’a, 24 al œnico y sabio Dios, nuestro
Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los
siglos. AmŽn. Judas 24,25
Y el
Se–or me librar‡ de toda obra mala, y me preservar‡ para su reino celestial. A
Žl sea gloria por los siglos de los siglos. AmŽn. 2Tim 4:18
Por
tanto, Jesœs es hecho fiador de un mejor pacto. Heb 7:22
por lo
cual puede tambiŽn salvar perpetuamente a los que por Žl se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos. Heb 7:25
Y todo
aquel que tiene esta esperanza en Žl, se purifica a s’ mismo, as’ como Žl es
puro. 1Jn 3:3
Todo
aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios
permanece en Žl; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 1Jn 3:9
Sabemos
que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue
engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. 1Jn 5:18
Porque
vosotros, hermanos, a libertad fuisteis s; solamente que no usŽis la libertad
como ocasi—n para la carne, sino serv’os por amor los unos a los otros. G‡l. 5:13
Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; Ef 2:8
no por
obras, para que nadie se glor’e. Ef 2:9
Porque
somos hechura suya, creados en Cristo Jesœs para buenas obras, las cuales Dios
prepar— de antemano para que anduviŽsemos en ellas. Ef 2:10
Porque
la gracia de Dios se ha manifestado para salvaci—n a todos los hombres, Tito 2:11
ense–‡ndonos
que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente, Tito 2:12
Pero
alguno dir‡: Tœ tienes fe, y yo tengo obras. MuŽstrame tu fe sin tus obras, y
yo te mostrarŽ mi fe por mis obras. Sant 2:18
Salieron
de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros,
habr’an permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no
todos son de nosotros. 1Jn 2:19
No todo
el que me dice: Se–or, Se–or, entrar‡ en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que est‡ en los cielos. 21 Muchos me dir‡n en aquel d’a:
Se–or, Se–or, Àno profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 22 Y entonces les declararŽ: Nunca os
conoc’; apartaos de m’, hacedores de maldad. Mt 7:21-23
Examinaos
a vosotros mismos si est‡is en la fe; probaos a vosotros mismos. ÀO no os
conocŽis a vosotros mismos, que Jesucristo est‡ en vosotros, a menos que estŽis
reprobados? 2Cor
13:5
Por
tanto, amados m’os, como siempre habŽis obedecido, no como en mi presencia
solamente, sino mucho m‡s ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvaci—n
con temor y temblor, 12 porque Dios es el que en vosotros produce as’
el querer como el hacer, por su buena voluntad. Fil 2:12,13
desead, como ni–os reciŽn nacidos, la leche espiritual no adulterada,
para que por ella crezc‡is para salvaci—n, 1Ped 2:2
AcerquŽmonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Heb 4:16
La copa
de bendici—n que bendecimos, Àno es la comuni—n de la sangre de Cristo? El pan
que partimos, Àno es la comuni—n del cuerpo de Cristo? 16
Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo;
pues todos participamos de aquel mismo pan. 1Cor 10:16,17
Si soport‡is la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque hijo es
aquel a quien el padre no disciplina?:7
Pero si
se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces
sois bastardos, y no hijos. 8 Por otra parte,
tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los vener‡bamos.
ÀPor quŽ no obedeceremos mucho mejor al Padre de los esp’ritus, y viviremos? 9 Y aquŽllos, ciertamente por pocos d’as nos
disciplinaban como a ellos les parec’a, pero Žste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad. 10
Es
verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero despuŽs da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados. Heb
12:7-11
que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2Tim 4:2
[i]. Aqu’
la palabra irresistible significa Òno resistido con ŽxitoÓ. Todos nosotros
intentamos resistirnos ante la venida de Cristo, y simplemente no tenemos
Žxito, Ágracias a Dios!
[ii]. Aun
cuando la Biblia ense–a que Dios resucitar‡ toda la humanidad, esto no es una
promesa desde el punto de vista de los pecadores. Para ellos, es una amenaza.
En el contexto, Jesœs claramente usa la idea de la resurrecci—n como un
sin—nimo paraÇsalvÈ.
[iii]. Con frecuencia Pablo usa
la palabra griegos como sin—nimo de gentiles en general.
[iv]. Es interesante que en el
griego original, la palabra para llamamiento y la palabra para escogido suenan
similares. Es f‡cil ver c—mo Pablo asoci— los dos conceptos. (La etimolog’a de
estas palabras parece ser distinta, no obstante).