Doctrinas de la gracia

Gu’a interactiva para maestros

por

Roger Smalling, D.Min

Basada en

La Biblia, Reina Valera 1960

Si, Jesœs: Una introducci—n a las doctrinas de la gracia

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Contenido 

Para navegar, toque el nœmero de p‡gina.

Como usar esta gu’a..................................................................................... 3

Introducci—n................................................................................................ 4

Lecci—n uno: Soberan’a de Dios...................................................................... 6

Lecci—n dos: Incapacidad total humana......................................................... 11

Lecci—n tres: Justificaci—n por la fe............................................................... 15

Lecci—n cuatro: Elecci—n y predestinaci—n..................................................... 21

Lecci—n cinco: Sacrificio eficaz de Cristo........................................................ 25

Lecci—n seis: Unidad espiritual y universal de los creyentes............................ 29

Lecci—n siete: Seguridad de los elegidos......................................................... 32

Lecci—n ocho: Hilo de oro............................................................................. 36

Conclusi—n................................................................................................. 41

Lecturas adicionales................................................................................... 42

Bosquejo de doctrinas............................................................................. 43

Calvinismo versus arminianismo............................................................ 46

Las cinco solas....................................................................................... 47

Redenci—n particular: Comparaci—n........................................................ 48

Problema del mal................................................................................... 55

Trasfondo hist—rico................................................................................. 58

Vers’culos.................................................................................................. 62


Como usar esta gu’a

La gu’a del maestro es la misma para el estudiante, excepto en las secciones escritas en bloque. ƒstas son respuestas a las preguntas o sugerencias al profesor para explicar los elementos de la lecci—n. Igual con las palabras subrayadas.

El maestro queda libre para modificar estas explicaciones o salt‡rselas si as’ lo decide. En la versi—n del estudiante, las instrucciones arriba mencionadas est‡n ausentes.

Hay lecturas adicionales al final de esta gu’a que el profesor puede distribuir si siente que es provechoso tales como, La fe que salva, El llamamiento eficaz y El problema del mal.

Igualmente, el maestro es libre de utilizar otros materiales a su discreci—n.

Al final de la gu’a hay una lista de vers’culos correspondientes a las diferentes lecciones. Esto ayuda a que le profesor no tenga que buscar vers’culos en su Biblia mientras que ense–a.

El s’labo se encuentra al final porque el profesor puede desear usar su propio y est‡ libre descartar el m’o.   


Introducci—n

Este estudio es una declaraci—n del evangelio de la gracia, por medio del cual los estudiantes experimentar‡n un nuevo gozo en su salvaci—n, predicar‡n con mayor convicci—n y disfrutar‡n de una comuni—n m‡s profunda con Dios.

La cultura que nos rodea en la actualidad est‡ llena de presuposiciones humanistas que exaltan al ser humano y colocan a Dios como un mero agente de las ambiciones humanas.

Tales presuposiciones se han infiltrado en la iglesia evangŽlica y han resultado en una mir’ada de falsos evangelios y de renovadas herej’as. Desde la Reforma Protestante, nunca como hoy ha habido una necesidad tan urgente de clarificar quŽ es el evangelio de la gracia.

Al fin del estudio, el estudiante comprender‡ mejor por quŽ las œltimas palabras de la Biblia son la gracia de nuestro Se–or Jesucristo sea con todos vosotros. AmŽn.
Apocalipisis  22:21

ÀPor quŽ estudiar las doctrinas de la gracia?

á      Son herramientas poderosas para desarrollar una fe fuerte en Dios.

á      No hay nada que pueda dar un sentido m‡s profundo de la presencia de Dios que la compresi—n de las doctrinas de la gracia.

á      Existe una conexi—n entre conocimiento y crecimiento en la gracia.

Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Se–or Jesœs. 2Pedro  1:2

á      Hay libertad del legalismo por medio de una mejor comprensi—n de la gracia.

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estŽis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. G‡latas 5:1

á      Un mayor sentido de paz llega a nosotros por medio de la compresi—n de la gracia ya que ambas est‡n ’ntimamente ligadas.

Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Se–or Jesucristo. Fil 1:2

á      Liberaci—n de la carga de una consciencia culpable.

ÉacerquŽmonos con coraz—n sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala concienciaÉ Heb  10:22

 

 

 

 

El acr—stico S’, Jesœs

Soberan’a absoluta divina

Dios controla todo.

Incapacidad total humana

El pecador es incapaz de contribuir a su propia salvaci—n.

Justificaci—n por la fe

Dios perdona los pecados de los que ponen su fe en Jesucristo y los declara justo.

Elecci—n por gracia incondicional

Dios ha decidido desde la eternidad quiŽnes ser‡n receptores de su gracia salvadora, sin tomar en cuenta cualidades previstas de ellos.

Sacrificio eficaz de Cristo

El sacrificio de Cristo garantiza la salvaci—n de los elegidos y de ellos solamente.

Unidad espiritual y universal de los elegidos

La iglesia de Cristo consiste de todos los elegidos en todas las etapas hist—ricas y es un organismo invisible, pero que se manifiesta en forma visible en las iglesias locales que predican el evangelio b’blico.

Seguridad de los elegidos

Dios mismo garantiza la salvaci—n eterna de los elegidos al preservarlos de que se alejen.


Lecci—n uno: Soberan’a de Dios

Prop—sito

Definir la soberan’a de Dios, probar que es b’blica y demostrar por quŽ es la base de una fe cristiana fuerte.

Definici—n de la palabra soberan’a

Dios controla todo. La realidad es producto de decretos divinos hechos antes de la creaci—n del mundo.

ÀPor quŽ decimos que la soberan’a de Dios es la œnica base v‡lida para la fe Cristiana?

¥ Solo un Dios soberano puede garantizar sus promesas.

Explicar que incluso nuestra salvaci—n podr’a ser puesta en duda si algo estuviera fuera de su control. Si un ‡tomo del universo estuviera fuera del control de Dios, podr’a resultar en que ese ‡tomo sea la causa de que Dios fallara en salvarnos.

¥ Es la œnica base para darle la gloria.

Si Dios no realiza toda la obra de salvarnos, entonces no merece toda la gloria tampoco. Si nosotros nos salvamos en parte, entonces nosotros merecemos parte de la gloria.

¥ Es la œnica base para la oraci—n.

1.    ÀEs posible que la soberan’a tenga un l’mite? S’ _____ No ___x____

¥ Explicar que el tŽrmino soberan’a es de car‡cter absoluto, como lo son el infinito o lo eterno. Por definici—n, no podemos sacar una parte del infinito o poner un tiempo l’mite a lo eterno. Es una contradicci—n decir que Dios es parcialmente soberano.

¥ Tomarse un tiempo en este punto para explicar que usted entiende las preguntas que surgen en la mente al discutir sobre la soberan’a, como por ejemplo: ÀQuŽ acerca del mal? ÀQuŽ acerca del libre albedr’o? Se debe indicar que estas y otras preguntas se tratar‡n a lo largo del curso.

¥ Explicar que el Žnfasis reformado en cuanto a la soberan’a de Dios no es una mera tradici—n. Lo recalcamos porque as’ lo hace la Biblia.

La oraci—n apost—lica, Hechos 4:23-31

Primera evidencia

2.   ÀQuŽ nombre daban los ap—stoles a Dios en esta oraci—n? Soberano Se–or

3.   Segœn Judas 4, Àcu‡l es una manera de detectar a falsos maestros que profesan ser cristianos? ÀQuŽ niegan ellos? Ellos niegan que Dios es soberano.

Explicar, si se desea, que el tŽrmino griego para soberano aqu’ es despotes. Esto significa, uno con autoridad total, de lo cual se deriva la palabra dŽspota, aunque en el primer Siglo, esta palabra no ten’a connotaci—n negativa. Despotes ocurre 10 veces en el Nuevo testamento. La frase que le corresponde en el Antiguo Testamento es yahweh adonai. La palabra adonai significa amo, y ocurre 290 veces. Por lo tanto, el tŽrmino implicado de soberano se asocia a Dios y se lo menciona unas 300 veces en la Biblia. Si su nombre es soberano, podemos asumir sin duda alguna, que es soberano.

Por tanto, la primera evidencia acerca de la soberan’a de Dios es que el tŽrmino soberano es parte de su nombre.

Segunda evidencia

4.   En Hechos 4:24, los ap—stoles insinuaron por quŽ cre’an que Dios es soberano. ÀCu‡l fue su raz—n? Porque Dios lo ha creado todo .

5.    Si Dios cre— todo, Àes tambiŽn due–o de todo? S’ ___x__ No ______

6.   ÀQuŽ posee Dios segœn Job 41:11? Todo lo que hay debajo del cielo

7.   ÀDe quŽ es due–o Dios segœn el Salmo 24:1? El mundo

8.   ÀQuŽ posee Dios segœn Ez  18:4? Todas las almas

Por tanto, la segunda evidencia acerca de la soberan’a de Dios es que Dios cre— todo y es due–o de todo.

Tercera evidencia

En Hechos 4:27,28 ÀQuŽ hizo posible que los enemigos de Jesœs hicieran lo que hicieron? Para la respuesta, comparar este texto con el Salmo 33:11 y Proverbios 19:21. Dios as’ lo decret—.

Segœn Hebreos 6:17, Dios quer’a mostrar a los herederos de su promesa, la inmutabilidad de su decreto.

Inmutabilidad significa Òque no puede ser cambiadoÓ.

Explicar que la raz—n de que los decretos de Dios son inmutables es porque no existe poder alguno que pueda cambiarlos. Mostrar aqu’ la diferencia entre los decretos de Dios y los prop—sitos de Dios.

á      Un decreto de Dios significa que Žl har‡ todo lo que decida y nada lo puede detener. No permite que nada impida el cumplimiento de sus decretos.

á      Los mandamientos de Dios son aquellas cosas que Dios ordena hacer al hombre. ƒl permite que el hombre quebranta la ley, tales como los diez mandamientos.

á      Aunque Dios permite que la humanidad trasgreda sus mandamientos, el hombre no puede cambiar los decretos divinos.

Mi consejo permanecer‡, y harŽ todo lo que quiero É Isa’as  46:10

Por tanto, la tercera evidencia sobre la soberan’a de Dios es que los decretos de Dios son incambiables.

Cuarta evidencia

9.   ÀQuŽ fue lo que los ap—stoles pidieron que Dios hiciera? Hechos 4:30 Hacer milagros

Por tanto, la cuarta evidencia de que Dios es soberano es que tiene poder para hacer milagros.

Los atributos incomunicables de Dios

Quinta evidencia

10. ÀCu‡l atributo de Dios se describe en Ap.1:8? Omnipotente; todopoderoso

11.ÀCu‡l atributo de Dios se describe en 1Juan 3:20? Omnisciente; sabe todo

12. ÀCu‡l atributo de Dios se describe en Salmos 139:8? Omnipresente; todo presente.

 

Explicar a los estudiantes que si algo estuviera fuera del control de Dios, solo lo estar’a porque a Dios le faltase uno de tales atributos. Si algo pasara fuera de su voluntad, ser’a porque Žl no fuere todopoderoso y no lo podr’a parar, no sab’a de eso o no estaba presente all’ cuando algo sucedi—. Este no ser’a el Dios de la Biblia.

 

Por tanto, la quinta evidencia sobre la soberan’a de Dios es los atributos divinos.

El problema del mal: Hechos 4:27,28

Si Dios es soberano, Àpor quŽ permite el mal? Esta parte muestra la justicia de Dios al permitir el mal y ofrece a los cristianos una respuesta que puede ser usada para defender su fe en este aspecto espec’fico.

Explique que algunos ense–an que Dios es el autor de todas las cosas buenas y el diablo el autor de todas las cosas malas. Esta teolog’a simplista es falsa y no deber’a ser ense–ada ni siquiera a los ni–os, ya que implica que Dios no es soberano sobre el diablo. Si tal fuera el caso, entonces Dios no ser’a soberano en lo absoluto y no tendr’amos seguridad en Cristo.

13. De acuerdo con Hechos 4:27,28, ÀquiŽn determin— lo que Poncio Pilato, los gentiles y el pueblo de Israel iba a hacer? Dios

14. ÀForz— Dios a estas personas hacer algo que no quer’an hacer? Si_____ No ___x___

15.ÀLos enemigos de Jesœs actuaron de acuerdo a sus propios deseos?
Si ___x___ No ______

16. ÀLas acciones tomadas por las personas malvadas, dieron como resultado alguna clase de bien? En caso de que la respuesta sea si, Àcu‡les fueron? Nuestra salvaci—n a travŽs del sacrificio de Cristo

17. ÀEl bien que result— fue superior al mal pretendido por esa gente?
Si ___x___ No ______

18. ÀCu‡l fue el resultado de la oraci—n de los ap—stoles en el vers’culo 31? Un nuevo derramamiento del Esp’ritu Santo para el ministerio.

19. ÀFue este resultado un bien mayor que la injusticia sufrida por los ap—stoles al ser puestos en la c‡rcel? Si ___x___ No ______

20.Bas‡ndonos en las preguntas anteriores, ÀquŽ podemos concluir sobre la manera en la que Dios usa el mal? El mal es una herramienta en el arsenal de Dios que le permite cumplir con sus santos prop—sitos.

El significado de Çtu mano y tu consejoÈ en el vers’culo 28:

El tŽrmino consejo en griego es boulŽ y significa Òprop—sitoÓ o ÒplanÓ. La palabra griega boulŽ se traduce tambiŽn como ÒdesignioÓ en Efesios 1:11. ÀCon que doctrina se la asocia? Predestinaci—n

La palabra boulŽ tambiŽn se traduce como consejo en Hebreos 6:17. ÀCon que doctrina se la asocia? La inmutabilidad. Los consejos de Dios no pueden ser modificados por el hombre.

Por lo tanto, el tŽrmino tu mano y tu consejo significa:

Dios ejerci— su poder para garantizar que su voluntad irresistible se lleve a cabo, utilizando las intenciones y motivaciones de los hombres malos para hacerlo.

Antes determinado en el vers’culo 28 proviene de la palabra griega pro-orizo y significa predestinado.

La objeci—n de que Dios no es bueno si permite el mal puede ser refutada de esta manera: La objeci—n asume que el bien no puede salir del mal. La cruz refuta eso. Incluso la vida ordinaria lo refuta. Todos hemos experimentado circunstancias en las que algo bueno sali— de un evento malo.

De esta lecci—n aprendemosÉ

á      Comprender la soberan’a de Dios es la œnica base v‡lida para confiar en sus promesas.

á      La soberan’a es absoluta. Una soberan’a parcial no existe, por definici—n.

á      Sabemos que Dios es soberano porque el tŽrmino soberan’a es parte de algunos de sus nombres, es creador y due–o de todo, sus decretos son incambiables y tiene poder milagroso ilimitado.

á      Sabemos que Dios es soberano porque sus tres atributos principales de todopoderoso, omnisciente y omnipresente, hacen imposible que no sea soberano.

á      Dios permite el mal para producir un bien mayor. Dios usa hasta personas malas para lograr sus prop—sitos buenos

á      Cuando Dios decide que algo debe ocurrir, nadie puede detenerlo.

á      Los ap—stoles entendieron este principio y lo hicieron parte de sus oraciones.

Marque V por Verdadero o F por Falso

1.    _____ La realidad es producto de decretos divinos dados antes de la creaci—n del mundo.

2.   _____ Dios realiza parte de la obra de salvarnos y nosotros la completamos.

3.   _____ El concepto de soberan’a es limitado.

4.   _____ El Žnfasis reformado en la soberan’a de Dios es simplemente un producto de nuestro trasfondo hist—rico.

5.    _____ Una forma en que podemos detectar a falsos maestros es cuando niegan la soberan’a absoluta de Dios.

6.   _____ Dios es due–o del mundo pero no de las almas de la gente del mundo.

7.   _____ La inmutabilidad significa que a veces Dios cambia sus decretos eternos.

8.   _____ Poncio Pilato, los gentiles y la gente de Israel hicieron lo que Dios predestin— que hicieran.

9.   _____ Dios forz— a los enemigos de Jesœs a actuar en contra de sus propios deseos y voluntad.

10. _____ Dios tiene la capacidad de usar el mal para llevar a cabo su prop—sito justo.

11._____ El tŽrmino consejo del Se–or se refiere a sus planes y prop—sitos determinados ante de la fundaci—n del mundo.

12. _____ Los consejos de Dios son inmutables (no cambian).

Respuestas

1.    V

2.   F

3.   F

4.   F

5.    V

6.   F

7.   F

8.   V

9.   F

10. V

11.V

12. V


Lecci—n dos: Incapacidad total humana

Prop—sito

Definir la gracia con mayor claridad al demostrar que la humanidad ca’da es incapaz de aportar algo a su salvaci—n, sea por palabra, voluntad o de obras.

Importancia

Nuestro punto de vista de la gracia que produce salvaci—n afectar‡ nuestro concepto sobre nosotros mismos, nuestra vida de oraci—n, nuestra habilidad de confiar en las promesas de Dios, la forma en la que evangelizamos y todo lo que estŽ involucrado en nuestra teolog’a y nuestro caminar con Cristo.

En el cristianismo hay dos conceptos sobre la gracia salvadora que se encuentran en conflicto. Todos concuerdan que la palabra gracia significa favor inmerecido. La diferencia est‡ en la idea de c—mo se obtiene ese favor.

Un punto de vista sostiene que la gracia que salva es el resultado de un esfuerzo cooperativo entre Dios y el hombre. El otro sostiene que la gracia que salva es una obra soberana de Dios, independiente de cualquier cualidad o mŽrito que el hombre posea.

Solo uno de estos puntos de vista puede ser correcto. La respuesta tiene que ver si un pecador es capaz de cooperar con Dios de algœn modo, por si mismo y sin gracia.

La condici—n moral del hombre ca’do: Romanos 3:9-20

Primera evidencia

Responda las siguientes preguntas acera de aquellos que no son justificados por la fe en Cristo.

¥ ÀCuantos justos existen? Ninguno

¥ ÀCuantos entienden? Ninguno

¥ ÀCuantos buscan a Dios? Ninguno

¥ ÀCuantos hacen lo bueno? Ninguno

¥ ÀCuantos temen a Dios? Ninguno

Discusi—n: Todos hemos visto a los no creyentes hacer buenas obras. Algunos no creyentes dicen que han estado buscando a Dios. ÀC—mo podemos conciliar esto con Romanos 3?

El maestro debe hacer referencia a la Confesi—n de Westminster Capitulo 16, Articulo 7, y mostrar a los estudiantes que los que no han sido regenerados son capaces de hacer buenas obras que son buenas en s’ mismas pero que esas obras no son contadas por Dios como buenas, ya que proceden de una naturaleza pecaminosa.

Dichas obras son sustitutos de la verdadera justicia que es la sumisi—n a Cristo y por lo tanto son pecaminosas a pesar de que las acciones en s’ mismas pueden ser buenas.

Aquellos que afirman buscar a Dios, pero no se arrepienten ni conf’an en Cristo, est‡n en realidad buscando establecer su propia justicia, segœn lo que se expresa en Romanos 10:3.

Si los no creyentes estar’an buscando realmente a Dios o buscando complacerle, obedecer’an el primer mandato que Dios les dio, es decir, arrepiŽntanse. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que algunas de las personas que dicen estar buscando a Dios, pueden estar en medio del proceso de ser atra’dos por Dios a travŽs de su Esp’ritu, como dice Juan 6:44.

Por tanto, la primera evidencia para la incapacidad humana es la condici—n moral del hombre ca’do como est‡ descrita en Romanos 3.

Pecado original y gracia abundante: Romanos 5

Segunda evidencia

El pecado original es la segunda doctrina de la biblia menos popular despuŽs de la del infierno. (Comentario de C.S. Lewis.)

En Romanos 5:12-20 encontramos cuatro cosas que son heredadas por la humanidad despuŽs de la ca’da de Ad‡n. ÀCu‡les son, y en que vers’culos se encuentran?

El maestro puede dejar a los estudiantes hacer este ejercicio en grupos peque–os.

¥ Pecado v.12

¥ Muerte v.12

¥ Juicio v.16

¥ Condenaci—n v.18

Principio representativo

Lea Romanos 5:17, pregunta para discusi—n: ÀParece esto justo?

Explique que Ad‡n fue la cabeza federal de la raza humana y su representante. ƒramos parte de Ad‡n como cŽlulas en su cuerpo. Si objetamos en contra de esto, entonces lo l—gico seria tambiŽn objetar a Cristo como nuestro segundo Ad‡n, es decir, nuestro representante. No estuvimos presentes personalmente en el jard’n del EdŽn cuando Ad‡n cay—, ni estuvimos presentes en el Calvario cuando Cristo obtuvo por nosotros nuestra salvaci—n.

Description: Macintosh HD:Users:rogersmalling:Google Drive:Our New Web Site:images:adan.jpgLa gracia no es justa. Es Santa. La gracia es tan superior a la mera justicia, que el tŽrmino justo no merece ni ser mencionado en la misma frase en la que usamos la palabra Gracia.

1.    En Romanos 5:15, ÀquŽ significa, Òabundaron mucho m‡s para los muchos la graciaÓ?

El pecado de Ad‡n trajo corrupci—n y juicio. Pero el regalo gratuito de Dios, la gracia, lo sobrepasa.

2.   Romanos 5:19, Àcu‡l fue el efecto final de la ca’da de Ad‡n?

El valor de la gracia es mayor que la culpa de nuestros pecados. Ganamos m‡s de lo que Ad‡n tuvo antes de la ca’da.

3.   Ad‡n era inocente antes de la ca’da. ÀQuŽ heredan los creyentes de Cristo? vers’culo 19. Cu‡l es la relaci—n con 2Corintios 5:21?

Al que no conoci— pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuŽsemos hechos justicia de Dios en Žl.

Por tanto, la evidencia nœmero dos de la incapacidad humana es la ca’da de Ad‡n y nuestra heredada corrupci—n.

ÀQuŽ dicen los siguientes vers’culos acerca de la habilidad humana?

Tercera evidencia

Juan 6:44 y 65

á      ÀQuŽ dice Jesœs acerca de la incapacidad innata del hombre de ir en pos de ƒl? Ninguno puede venir a m’, si el Padre que me envi— no le atrae.

á      ÀQuŽ es lo que causa que uno vaya en busca de Jesœs? Son atra’dos por el Padre

á      ÀCu‡l es el resultado de que una persona vaya hacia Jesœs?

Es resucitado en el d’a postrero, es decir, salvo.

á      En el vers’culo 65, Àcu‡l es el origen de la fe que salva?

Es un regalo del Padre

Por tanto, la evidencia nœmero tres de la incapacidad humana es que los pecadores son incapaces de poner fe en Jesœs sin una obra anterior especial de Dios.

ÀCu‡l es la condici—n de la mente corrompida de acuerdo con los siguientes vers’culos?

Cuarta evidencia

Rom 8:7   Son hostiles en contra de Dios y no pueden someterse a su ley.

1Cor 2:14   No percibe las cosas que son de Dios.

2Cor 4:4   Han sido cegados por Satan‡s.

Ef 4:18   Su entendimiento ha sido oscurecido.

2Tim 2:25,26  Son cautivos de Satan‡s y no tienen la habilidad de arrepentirse.

Nota: Ac‡ es bueno mencionar que aun la habilidad de arrepentirnos viene de Dios como parte de la obra de la gracia.

Por tanto, la evidencia nœmero cuatro de la incapacidad total humana es que la mente de los pecadores ha sido cegada por Satan‡s, es hostil en contra de Dios y es incapaz de arrepentirse sin ayuda divina.

De esta lecci—n aprendemosÉ

á      La gracia que produce la salvaci—n es una obra soberana de Dios, independiente de los mŽritos humanos.

á      La raz—n por la que es una obra soberana de Dios es que el hombre es incapaz de contribuir a su salvaci—n, ya sea en palabras o en acciones.

á      Una evidencia importante de la incapacidad del hombre es descrita por Pablo en el cap’tulo 3 de Romanos.

á      A travŽs de la ca’da de Ad‡n, heredamos una naturaleza pecaminosa incapaz de encomendarse a s’ misma a Dios.

á      Jesœs ense–— que las personas no pueden venir a Žl a menos que sean atra’das por el Padre.

á      Existen numerosos vers’culos en la Biblia que nos muestran la mente del hombre esclavizada por el pecado y Satan‡s, a tal punto de que el hombre es incapaz de liberarse a su mismo sin la intervenci—n de Dios.

Marque V por Verdadero o F por Falso

1.    _____ La gracia que produce salvaci—n es otorgada a los pecadores cuando hacen buenas obras para demostrar su sinceridad.

2.   _____ La palabra gracia significa favor divino inmerecido.

3.   _____ La gracia que produce salvaci—n es el resultado de un esfuerzo cooperativo entre Dios y el hombre.

4.   _____ Jesœs ense–— que Dios el Padre espera pacientemente a que los elegidos decidan seguir a Cristo por voluntad propia.

Respuestas


1.    F

2.   V

3.   F

4.   F


 

Lecci—n tres: Justificaci—n por la fe

Prop—sito

Mostrar lo que es el evangelio b’blico versus ideas err—neas.

Definici—n

Justificaci—n: La declaraci—n legal de Dios de que una persona es justa de acuerdo con su ley moral. El fundamento es la justicia perfecta de Cristo contada al creyente por la fe solamente.

¥ Es una declaraci—n legal de Dios

¥ De acuerdo con su ley moral

¥ Su fundamento es la justicia perfecta de Cristo

¥ La justicia es contada al creyente

¥ El medio es por la fe solamente.

ÀLa justificaci—n significa Òhacer justoÓ o Òser declarado justoÓ? Lucas 7:29; 16:15; 1Timoteo 3:16

Justificaci—n significa ser declarado justo

Justificaci—n no significa ser hecho justo

La importancia de definir correctamente el evangelio: G‡latas 1:6-9

Explicar que Pablo fue tolerante y conciliador en muchos temas, tales como en cuestiones sobre conciencia en Romanos 14; alimentos, fiestas religiosas, etc. Cuando se trataba de alguna alteraci—n en la definici—n de evangelio, era un le—n y absolutamente intolerante. La ira de Pablo se muestra claramente en este pasaje.

Leer texto aqu’. Comentar que Pablo usa la palabra evangelio y de all’, todo el libro trata de la justificaci—n. Por lo tanto, la justificaci—n ES el evangelio. Las palabras salvaci—n y evangelio son sin—nimos en la mente de Pablo.

Vers’culo 6- R‡pidamente alejado.

Existe la fuerte disposici—n humana a desviarse r‡pidamente del mensaje del evangelio. El problema radica en querer a–adirle algo. En el caso de los g‡latas, era el legalismo. En otros casos es nuestra propia perseverancia u obras.

Vers’culo 7- no hay otro.

Un solo evangelio. Cualquier cosa diferente a lo que Pablo ense–a es un evangelio diferente. Pablo emplea frases duras como:

Vers’culo 8-9- anatema. Significa ser maldito de Dios.

Aqu’ se puede aprovechar y tratar sobre el ecumenismo. Explicar que una profesi—n de fe en Cristo no es suficiente base para uni—n con otros grupos. Para ello, se debe profesar y ense–ar el evangelio proclamado por Pablo. Los judaizantes tambiŽn se llamaban cristianos y Pablo no los consideraba como tales. Contra ellos fue que Pablo utiliza el tŽrmino anatema.

El problema a resolver

Leer Romanos 1:16-20, 2:5,8; 4:15

ÀSegœn estos vers’culos, Àde quŽ est‡ dise–ado el evangelio para salvarnos? Respuesta: La ira de Dios. ÁJesœs vino para salvarnos de Dios!

Aqu’ se puede tomar unos minutos para mencionar que esto se ha perdido en c’rculos evangŽlicos hoy en d’a, dando paso a evangelios falsos, el evangelio de la prosperidad o de satisfacci—n personal; de sentirse apreciados y amados, etc.

El problema a resolver es, Àc—mo conseguir la ­­­­­­justicia necesaria para escapar a la ira de Dios?

Vigencia de la ley moral

Funci—n definidora de tŽrminos morales

¥ ÀCu‡l es el punto de referencia en cuanto a la justicia? Deut 4:8; Rom 2:13 La ley

¥ ÀCu‡l es el punto de referencia en cuanto al pecado? 1Juan 3:4 La ley

¥ ÀCu‡l es el punto de referencia en cuanto al juicio? Rom 2:12 La ley

Explique que el œnico punto de referencia en la Biblia en lo de tŽrminos morales, es la ley moral.

1.    De acuerdo a Romanos 8:4, Àexige Dios que la justicia de la ley se cumple en los cristianos? Si __x___ No _____ La cuesti—n es COMO se la cumple.

2.   ÀLa ley divina se aplica a todo el mundo o s—lo a los creyentes? Rom 3:19 A todos. Nadie est‡ exento de la obediencia a la ley divina.

Funci—n reveladora

3.   ÀQuŽ revela la ley acerca de Dios en Romanos 3:1-4? Su justicia

4.   ÀQuŽ revela la ley acerca del hombre en Romanos 3:19,20? Su injusticia

5.    ÀQuŽ viene por medio de la ley, de acuerdo con Romanos 3:20 y Romanos 7:7? Conocimiento de pecado

ÀDe donde proviene la justicia?

6.   Segœn Romanos 3:22, Àde d—nde proviene la justicia? De Dios

7.   ÀPor medio de quŽ viene la justicia? Por la fe

8.   ÀA quien viene? A los que creen

9.   Segœn Filipenses 3:9, Àc—mo se expresa el mismo concepto como en Romanos 3:22? La justicia de Dios por la fe

Romanos 4- el concepto de CONTAR

(El tŽrmino teol—gico para esto es imputaci—n.)

Busquen los usos de la palabra contar en Romanos 4. Vers’culos 3,5,9,10,11,22,23,24

Como tambiŽn David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios no atribuye  justicia sin obras. Vers’culo 6

Bienaventurado el var—n a quien el Se–or no inculpa de pecado. Vers’culo 8

Reconciliaci—n por CONTAR mutuo: 2Corintios 5:21

10. ÀQuŽ fue atribuido a Cristo? Nuestros pecados

11.ÀQuŽ fue atribuido a nosotros? La justicia de Dios

El nombre teol—gico para la imputaci—n mutua es conmutaci—n.

Dos partes de la justificaci—n

¥ Perd—n de pecados

¥ Imputaci—n de la justicia de Cristo

Preguntas importantes

De acuerdo a Romanos 8:30É

12. ÀPara quienes est‡ reservada la justificaci—n? A los que predestin—

13. ÀCual es la resultado de esto? La glorificaci—n

14. ÀQuŽ precede la justificaci—n? El llamamiento

De acuerdo a Romanos 8:33,34—

15.ÀCu‡l es la actitud de Dios hacia aquellos que son justificados? No acepta acusaciones

16. ÀA quiŽnes justifica Dios segœn estos vers’culos? A sus elegidos

17. ÀQuŽ sigue Cristo haciendo para los justificados? Intercede por ellos.

18. ÀQuŽ otras doctrinas est‡n asociadas en estos versos con la justificaci—n?

El sacrificio de Cristo; condenaci—n para los que no son justificados; la resurrecci—n de cristo; continuar la intercesi—n de cristo; preservaci—n de los justificados. De esto vemos la interconexi—n entre las doctrinas diferentes de la gracia.

La fe que salva versus la fe que no salva

19. ÀCu‡l es la definici—n de fe de acuerdo Romanos 4:21? La fe es la convicci—n de que Dios cumple con sus promesas.

Enfatice que la fe es inseparable de las promesas de Dios; por lo tanto inseparable de la palabra de Dios. Basados en esto podemos refutar el concepto cat—lico de que la fe es una experiencia m’stica o emocional de la que no somos responsables a menos que Dios nos la conceda. La bœsqueda de experiencias de fe aparte de la palabra de Dios es la idolatr’a. Ver Romanos 10:17.

Fe y obras

Tito 2:11-15

20.De acuerdo al vers’culo 11, ÀquŽ es lo que nos trae la salvaci—n? La gracia de Dios

21. De acuerdo al vers’culo 12, Àcu‡l es el resultado de la fe en nosotros despuŽs de producir salvaci—n? Nos ense–a a renunciar a la impiedad.

22.De acuerdo al vers’culo 14, Àde quŽ tienen celo aquellos que han sido salvos por la gracia? Buenas obras

Efesios 2:8-10

23.ÀCu‡l es el don de Dios y cual es el resultado inevitable de ese don? Salvaci—n por gracia a travŽs de la fe, lo que resulta en buenas obras.

El problema de la fe falsa

Santiago 2:18-25

24.De acuerdo al vers’culo 18, Àcu‡l es la forma genuina de demostrar la fe que salva? Obras

25. ÀTienen los demonios algœn tipo de fe? S’, pero no una fe que produce la salvaci—n.

26.ÀC—mo es perfeccionada la fe de acuerdo al vers’culo 22? Por buenas obras.

Explique que trabajar para el Se–or es la mejor forma de crecer en la fe porque al hacerlo vemos a Dios trabajando con nosotros.

Basados en estos vers’culos podemos explicar la simple diferencia entre el catolicismo y la Biblia en su doctrina sobre la salvaci—n:

Cat—licos: Fe + obras=salvaci—n

Biblia: Fe=salvaci—n + obras.

Mateo 7:21-23

27.ÀCu‡l era el problema central en las vidas de estos supuestos creyentes? Eran hacedores de maldad.

En base a estos vers’culos podemos explicar que algunas personas usan pr‡cticas religiosas para balancear sus malas obras, en lugar de simplemente arrepentirse de sus pecados. Dichas personas est‡n perdidas aunque hicieran milagros.

28.ÀDice el vers’culo que Jesœs les quit— la salvaci—n? No. ƒl dijo, Nunca los conoc’.

De esta lecci—n aprendemosÉ

á      El problema a resolver en el evangelio es c—mo obtener la justicia necesaria para escapar de la justicia divina.

á      La ley moral es el œnico marco de referencia para definir lo que es la justicia que necesitamos.

á      Dios exige que la justicia perfecta de la ley se cumpliese en nosotros.

á      Dios cuenta la justicia de Cristo a los creyentes como su propia justicia.

á      Dios nos ha reconciliado consigo por contar la culpa de nuestros pecados a Cristo en la cruz y la justicia de Cristo a nosotros.

á      La fe es la convicci—n de que Dios es capaz de cumplir con sus promesas.

á      La fe no es una experiencia m’stica o emocional.

á      No todo lo que se llama fe es fe salvadora.

á      Obediencia, manifestada por buenas obras, es el resultado inevitable de una fe b’blica.

Marque V por Verdadero o F por Falso

1.    _____ El problema a resolver en el evangelio es c—mo obtener la justicia necesaria para escapar de la justicia divina.

2.   _____ Dios acepta como legalmente justos a los que conf’an en Cristo.

3.   _____ A veces, Dios acepta acusaciones en contra de personas justificadas.

4.   _____ En la mente de Pablo, justificaci—n y salvaci—n son sin—nimas.

5.    _____ El ap—stol Pablo era tolerante hacia aquellos que ense–aban otro evangelio diferente al de Žl.

6.   _____ La conciencia humana es el marco de referencia apropiado para definir tŽrminos morales.

7.   _____ Dios atribuye la justicia de Cristo a los que creen a Jesœs.

8.   _____ Cristo intercede por todos, los escogidos y los no escogidos, por igual.

9.   _____ La justificaci—n por sola fe en Cristo es el evangelio.

10.         _____ La acreditaci—n de la justicia de Cristo al creyente es la base de nuestra seguridad.

11._____ La evidencia b’blica de que una persona tiene la fe salvadora, es la capacidad de manifestar dones espirituales.

12.         _____ La fe b’blica resulta en salvaci—n m‡s buenas obras.


Respuestas


1.    V

2.   V

3.   F

4.   V

5.    F

6.   F

7.   V

8.   F

9.   V

10.         V

11.F

12.         V


Lecci—n cuatro: Elecci—n y predestinaci—n

Prop—sito

Demostrar que Dios es soberano en la salvaci—n al igual que en todo lo dem‡s. Esto proporciona una firme seguridad para aquellos que saben que son salvos por gracia.

Definiciones

Estas dos palabras, elecci—n y predestinaci—n son similares y se sobreponen en algunas partes del Nuevo Testamento.

Elecci—n se refiere al decreto eterno de Dios de salvar a ciertos individuos por medio de la gracia, sin tomar en cuenta sus virtudes.

Predestinaci—n se refiere a la providencia de Dios sobre las circunstancias para asegurar que se cumpla lo decretado de antemano.

Équien nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de los tiempos de los siglos, 2Timoteo  1:9

Existen tres cap’tulos en particular del Nuevo Testamento mencionan con claridad la elecci—n y la predestinaci—n: Romanos 9; Efesios 1; Juan 17

Romanos 9

Primera ilustraci—n: Jacob y Esaœ. vers’culo 6-13

1.    ÀTom— en cuenta Dios de antemano las buenas y malas obras de los gemelos para elegir entre ellos? Vers’culo 11 S’ ______ No ___x____

2.   De acuerdo con el vers’culo 13, Àama Dios de igual manera a los elegidos y a los no elegidos? S’ ______ No ___x____

3.   ÀReconoce Pablo alguna injusticia en la elecci—n soberana?
Si ______ No ___x____

4.   ÀQuŽ explicaci—n ofrece Dios en el vers’culo 15 acerca de porque tiene misericordia de algunas personas y no de otras? No hay ninguna explicaci—n porque Dios no tiene que explicarnos sus decisiones.

5.    Segœn el vers’culo 16, ÀquŽ cosas no toma en cuenta Dios para decidir escoger a algunas personas? No toma en cuenta ni su conocimiento previo de la decisi—n del hombre, ni sus obras.

Segunda ilustraci—n: Fara—n vers’culos 17,18

6.   Segœn el vers’culo 17, ÀPor quŽ permiti— Dios que Fara—n suba al poder? Para demostrar su poder a travŽs del juicio.

7.   ÀCu‡l es la conclusi—n de las dos ilustraciones mencionadas anteriormente en el vers’culo 18? Dios tiene misericordia de los que Žl elige y endurece el coraz—n de los otros.

8.   Las personas frecuentemente se quejan de la doctrina de la elecci—n diciendo, ÒÁeso no me parece justo!Ó En los vers’culos 19,20, Àanticipa Pablo estas objeciones? S’ ___x___ No ______

9.   ÀQuŽ nos demuestra eso acerca de lo que Pablo estaba ense–ando? Nos demuestra que Pablo estaba ense–ando sobre la elecci—n soberana ya que de otro modo no hubiera anticipado esa objeci—n. Por lo tanto la objeci—n prueba la doctrina.

Tercera ilustraci—n: El alfarero, vers’culo 19-22

10. ÀCu‡les son los dos prop—sitos por los que Dios cre— a la humanidad? En algunos para mostrar misericordia y en otros su juicio.

Podemos explicar que la historia del mundo es la historia de Dios, no la de la humanidad. La raza humana existe para glorificar a Dios y esto suceder‡ de una de dos maneras— a travŽs de su misericordia, o de su juicio. Nadie recibe injusticia.

Efesios 1

11.Segœn vers’culo 4, Àcuando fuimos elegidos por Dios y cu‡l es el prop—sito de esa elecci—n? Antes de la fundaci—n del mundo, para que seamos santos y sin mancha.

12. A la luz del vers’culo 4, Àcu‡l de las siguientes oraciones es verdadera? Marque la respuesta correcta:

a.    _____ Dios escogi— a algunos porque sab’a de antemano que ser’an santos y sin mancha.

b.    _____ Dios escogi— a algunos para hacerlos santos y sin mancha.

13. Segœn el vers’culo 5, Àcu‡l es el beneficio inmediato de la predestinaci—n para los creyentes? Adopci—n como hijos.

14. Segœn el vers’culo 6, ÀquŽ beneficio obtiene Dios de predestinarnos? La alabanza de la gloria de su gracia.

15.Segœn el vers’culo 7, Àcu‡les son los resultados del decreto de Dios de la predestinaci—n? Redenci—n por medio de su sangre y el perd—n de pecados.

16. Segœn el vers’culo 11, ÀDios predestina a las personas arbitrariamente? S’ ______ No ____x____

Conexiones entre la fe y la elecci—n

17. ÀEs la fe la causa de la elecci—n o la elecci—n la causa de la fe? Ver Hechos 13:48; Tito 1:1 ______________________________________________

18.  ÀCu‡l era la causa de la fe de los creyentes en Acaya? Hechos 18:27 La gracia

19.  Segœn Juan 6:44, 65, ÀquŽ o quien es la causa de la fe salvadora? Dios Padre da la fe para venir a Jesœs.

ÀC—mo Dios aplica su decreto de elecci—n? Llamamiento eficaz

La gracia irresistible, denominada por los te—logos el llamamiento eficaz, es la obra del Esp’ritu Santo que atrae al elegido a Cristo por medio del evangelio.

Dos clases de llamamientos: General y especial

General es el evangelio que es predicado a todas las personas sin importar quienes sean los elegidos.

Especial es la obra trasformadora del Esp’ritu Santo en la vida de los elegidos que produce regeneraci—n, fe y justificaci—n, siguiendo ese orden.

Vemos las diferencias entre el general y especial en vers’culos como Mateo 22:14; Hechos 2:39; 1Corintios 1:22-24.

La cadena de salvaci—n: Romanos 8:30

20.ÀCu‡ntos de los predestinados son llamados? Todos

21. ÀCu‡ntos de los predestinados son justificados? Todos

22.ÀCu‡ntos de los justificados son glorificados? Todos

Segœn 2Timoteo 1:9

23.ÀQuŽ no influye en la salvaci—n? Nuestras obras

24.Este vers’culo menciona dos cosas como la base para nuestro. ÀCu‡les son? Prop—sito de Dios; la gracia

1Tes 5:23,24; Judas 1; 1Cor 1:8,9

Segœn estos vers’culos, ÀquŽ promete Dios a aquellos que son llamados? Santificaci—n

De esta lecci—n aprendemosÉ

á      Elecci—n es el decreto eterno de Dios de salvar a ciertas personas. Predestinaci—n es el control soberano de Dios sobre todas las cosas que garantiza que su decreto de la elecci—n se cumpla.

á      Dios da la fe a los elegidos para que sean salvos.

á      Con tres ilustraciones en Romanos 9, Pablo demuestra que el decreto de la elecci—n de Dios no tiene nada que ver con su previo conocimiento de las buenas obras o voluntad de los elegidos.

Juan 17

á      Segœn Juan 17, Dios Padre envi— a Jesœs a salvar a aquellos en el mundo que le fueron entregados. Jesœs intercede solamente por ellos y no por el mundo. El Padre los ama con el mismo amor que ama a Jesœs.

á      Aunque el evangelio debe ser predicado a todos, solo los elegidos reciben un llamamiento especial de parte de Dios.

á      En la teolog’a este llamamiento es especial es denominado llamamiento eficaz o gracia irresistible.

á      Dios promete la santificaci—n y perseverancia a los elegidos.

Marque V por Verdadero o F por Falso

1.    _____ Dios concede una fe salvadora a los elegidos.

2.   _____ Dios escoge a aquellos que Žl sabe de antemano que tienen buena voluntad.

3.   _____ La palabra elecci—n significa el decreto soberano de Dios para salvar a ciertos individuos por la gracia.

4.   _____ Dios es injusto al escoger a algunos y no a otros.

5.    _____ Dios nos escogi— porque sab’a de antemano que ser’amos santos y sin mancha.

6.   _____ Jesœs or— por aquellos que el Padre le hab’a entregado pero no or— por el mundo.

7.   _____ El Padre ama a los elegidos de la misma forma en que ama a Jesœs.

8.   _____ El tŽrmino general se refiere a la obra del Esp’ritu Santo en el llamamiento de los elegidos.

9.   _____ El tŽrmino especial en lo del llamamiento eficaz se refiere a la obra del Esp’ritu Santo de llevar a los elegidos a la fe en Cristo por medio de la predicaci—n del evangelio.

10. _____ El resultado inmediato de la obra del Esp’ritu en el llamamiento eficaz es la justificaci—n.


Respuestas

1.    V

2.   F

3.   V

4.   F

5.    F

6.   F

7.   V

8.   V

9.   V

10.         V



Lecci—n cinco: Sacrificio eficaz de Cristo

Prop—sito

Demostrar que todos los beneficios del sacrificio de Cristo se aplican a los elegidos y a ellos solamente y por lo tanto garantizan infaliblemente su salvaci—n.

En la teolog’a, esta doctrina se llama redenci—n particular porque la cruz fue destinado a salvar ciertas personas en particular —los elegidos— y no la humanidad en general.

ÀA quiŽn vino Jesœs a salvar?

Primera evidencia

Segœn el Evangelio de Juan, Jesœs vino a salvar œnicamente a aquellos que el Padre le dio. Esto nos explica por quien muri— y cuan poderoso es su sacrificio.

Juan 17

La frase los que el Padre me dio se repite en este cap’tulo. ÀCu‡les beneficios reciben los que el Padre dio a Jesœs?

1.     Segœn vers’culo 2, Àcu‡l beneficio? Vida eterna

2.     Segœn vers’culo 6, ÀquŽ les es revelado?  El Padre es revelado

3.     Segœn vers’culo 9, Àpor quienes Cristo ora y por quienes no ora? Ora por los que el Padre le dio y no por el mundo.

4.     Segœn vers’culo 11 y 12, ÀquŽ beneficio reciben? La preservaci—n

5.     Segœn vers’culo 26, ÀquŽ es la clase de amor que Dios tiene para ellos? Los ama igual como ama a Cristo.

Otros vers’culos en Juan

6.   De acuerdo con Juan 6:39, Àa quiŽn vino a salvar Jesœs? A aquellos que el Padre le dio.

7.   Segœn Juan 18:9, ÀJesœs logr— cumplir su prop—sito? Si ___x___ No __________

Explique aqu’ que no fue tanto por cabras como por ovejas que muri—.

Explique que Jesœs intercede solo por aquellos que el Padre le dio porque ellos son los œnicos a los que Jesœs vino a salvar.

Por tanto, la primera evidencia de la redenci—n particular de Cristo es que Cristo vino para salvar a los que el Padre le dio y aquellos solamente.

La gran garant’a de Romanos 8:32-34

Segunda evidencia

8.   Segœn Romanos 8:32-34, aquellos por quienes Cristo muri— no pueden ser condenados. Estos son los elegidos.

9.   En el vers’culo 32, ÀquŽ hizo Dios para asegurarse de que los elegidos reciban todos los beneficios de la salvaci—n? No escatim— ni a su propio hijo.

10. En el vers’culo 33, Àa quiŽn justifica Dios? A los elegidos.

11.En el vers’culo 33, ÀquŽ no hace Dios en contra de los elegidos? Dios no acepta acusaciones en contra de ellos.

12. En el vers’culo 34, Àpor quŽ los elegidos no son condenados? El muri— por ellos e intercede por ellos.

Por tanto, la segunda evidencia de la redenci—n particular de Cristo es que los beneficios de su sacrificio llegan infaliblemente a los por el cual fue hecho.

El sacerdocio de Jesœs: Hebreos 9:11-15

Tercera evidencia

El sacerdote en el Antiguo Testamento ten’a dos funciones: Sacrificio e intersecci—n. El sacerdote interced’a œnicamente por aquellos por quienes ofrec’a el sacrificio y no por otros. Esto es cumplido en el ministerio de Cristo quien es tanto el sacrificio como el sumo sacerdote que ofrece el sacrificio.

13. De acuerdo con vers’culo 13, Àpor quiŽn eran realizados los sacrificios del Antiguo Testamento? ÀSolamente por los jud’os o por otras personas m‡s? Solamente por los jud’os.

El maestro debe explicar que estos prototipos muestran la naturaleza limitada del sacrificio.

14. De acuerdo con el vers’culo 15, ÀquiŽn recibe la promesa de la herencia eternal y por quŽ? Los llamados, porque Cristo muri— por ellos.

Por tanto, la tercera evidencia de la redenci—n particular de Cristo es el sacerdocio de Jesœs.

Algunos otros vers’culos clave

Cuarta evidencia

15.ÀPor quienes muri— Cristo segœn Mateo 1:21? Su pueblo

16. ÀPor quienes muri— Cristo segœn Juan 10:15? Sus ovejas

17. ÀPor quienes muri— Cristo segœn Hechos 20:28? Su iglesia inmutabilidad

Por tanto, la cuarta evidencia de la redenci—n particular es varias declaraciones de las escrituras con respeto a los por quienes Cristo muri—.

Discusi—n: Suficiente para todos, intencional para algunos

Nota: En esta secci—n el maestro puede usar una ilustraci—n de alguna clase para mostrar que si todo el mundo fuera elegido, habr’a gracia suficiente en la cruz para salvar a todos. Mi ilustraci—n favorita es la de un panadero en un pueblo de un centenar de casas que hornea un centenar de piezas de pan. Podr’amos suponer que lo hizo para dar un pan para cada casa, sin embargo, puede ser que Žl decida guardar cierta cantidad de panes para su propia familia y dejar el restante para las casas del pueblo. No podemos conocer las intenciones del panadero si no le preguntamos a Žl. Lo mismo pasa con Dios Padre. Su palabra nos dice para quien estaba destinado el sacrificio de Cristo; solamente para algunos, no para todos. El hecho de que el sacrificio sea suficiente para todos no prueba que esa haya sido la intenci—n original. Si bien es suficiente para todos, no fue realizado con la intenci—n de salvar a todos.

Discusi—n: ÀPredicamos el poder de la cruz o el alcance de la cruz?

Nota: Este es un buen momento para animar a los estudiantes a predicar del poder de la cruz en lugar de predicar por quienes muri— Cristo. Tanto la experiencia como las escrituras nos muestran que es mejor proclamar el poder de la cruz que el alcance de la cruz.

ÀQuŽ del amor de Dios?

18. ÀDios ama a todos por igual o tiene un amor especial para los elegidos?

Compare los textos a continuaci—n:

19. Description: Description: Macintosh HD:Users:rogersmalling:Desktop:creador.pngEn Juan 17:26, ÀCu‡l es la relaci—n entre el amor del Padre por Jesœs y el amor del Padre por los elegidos? Es el mismo amor.

Dios ama a los elegidos con el mismo amor con el que ama a Jesœs mismo.

En Tito 3:4, la frase amor para con los hombres es una sola palabra en griego, filantrop’a, lo que significa ÒbenevolenciaÓ. Note que no es ‡gape, la palabra ordinaria para ÒamorÓ, reservada solamente para creyentes.

20.ÀCu‡les son las dos palabras en Colosenses 3:12 asociadas con los escogidos?

Santos y amados

ÇAmadosÈ aqu’ traduce agapao, Òser amadoÓ. Esta palabra nunca se asocia en la Biblia con otros que creyentes y elegidos.

21. ÀExiste en Efesios 1:5,6 alguna conexi—n entre el amor divino y la predestinaci—n? Si ____x_____ No__________

De esta lecci—n aprendemosÉ

á      La cruz garantiza la salvaci—n de los elegidos y de ellos solamente.

á      Dios no acepta acusaciones en contra de los elegidos por quienes muri— Cristo.

á      Cristo hizo dos cosas para asegurar la salvaci—n de los elegidos: Muri— por ellos y vive para interceder por ellos.

á      Jesœs es el sumo sacerdote de los elegidos e intercede por ellos para que el Padre los preserve y para que ellos puedan estar con Žl.

á      El Padre ama a lo elegidos con el mismo amor con el que ama a Jesœs.

á      Jesœs muri— para salvar a su gente, sus ovejas y su iglesia.

Marque V por Verdadero o F por Falso

1.    _____ El sacrificio de Cristo garantiza la salvaci—n de los elegidos y de ellos solamente.

2.   _____ Dios acepta acusaciones en contra de los elegidos ya que estos algunas veces tienen malos comportamientos.

3.   _____ La muerte de Cristo hace que la justificaci—n de los elegidos sea inevitable.

4.   _____ Cristo intercede por todo el mundo.

5.    _____ Dios ama a los elegidos de la misma forma en que ama a Jesœs.

6.   _____ A pesar de que el sacrificio de Cristo es suficiente para salvar a todos, solo fue realizado con la intenci—n de salvar a los elegidos.

Respuestas


1.    V

2.   F

3.   V

4.   F

5.    V

6.   V




Lecci—n seis: Unidad espiritual y universal de los creyentes

Prop—sito

Esta lecci—n contiene œnicamente los asuntos de eclesiolog’a que tienen relaci—n directa con las doctrinas de la gracia. Para un estudio m‡s completo, se recomienda leer la gu’a de estudio de Smalling: Gobierno eclesi‡stico.

Los reformadores se dieron cuenta de que Roma ense–aba que una de las condiciones indispensable para la salvaci—n era de ser miembro de la iglesia cat—lica. De acuerdo con la teolog’a cat—lica, la iglesia otorga la salvaci—n a travŽs de sus sacramentos.

Esto provoc— un desaf’o para los reformadores, ya que la Biblia ense–a que la salvaci—n es por medio de la gracia solamente y ocurre antes de ser miembro de una iglesia. TambiŽn implica que puede ser que algunos miembros de una iglesia no sean realmente salvos. Esto produj— una serie de preguntas: ÀQuŽ es entonces la iglesia, cu‡l es su prop—sito y quien est‡ a cargo de ella?

ÀQuŽ es la iglesia de acuerdo con Hechos 2:47? ________________________

La iglesia es una sociedad de aquellos que son salvos.

Si esto es as’, entonces la iglesia no es el medio de salvaci—n sino el lugar donde son recibidos aquellos que han sido salvados por medio de la gracia. Por lo tanto, la iglesia es incapaz de salvar a la gente por medio de sus sacramentos.

ÀEs la iglesia una instituci—n visible?

1.    Segœn 1Corintios 1:2, Àen quŽ parte encontramos el concepto de la iglesia local visible? _____________________

A la iglesia que est‡ en Corinto. Esto es visible al ojo humano.

2.   ÀEn quŽ parte observamos la universalidad de la iglesia? ________________

Todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Se–or Jesucristo.

Por lo tanto, la expresi—n local de la iglesia es visible.

La existencia universal de la iglesia es invisible.

ÀQuiŽn es la cabeza de la iglesia?

Efesios  1:22,23 y 5:23 Solamente Cristo.

En esta parte explique que los reformadores declararon que el Papa no es en ningœn sentido la cabeza de la iglesia. Esta declaraci—n desato la persecuci—n.

Description: Description: Macintosh HD:Users:rogersmalling:Desktop:body.gifLa diferencia entre representar y reemplazar

De acuerdo con la iglesia en Roma, el Papa reemplaza a Cristo, y por eso tiene la autoridad de otorgar gracia. En la teolog’a b’blica, la iglesia representa a Cristo, pero no lo reemplaza.

3.   De acuerdo con Juan 14:16 y 26, ÀquiŽn o que reemplaza a Cristo en la tierra? El Esp’ritu Santo

4.   ÀLa iglesia invisible est‡ limitada a aquellos que se encuentran vivos en la tierra? Hebreos 11:39,40 __________________________________

Los creyentes de todos los tiempos y lugares son miembros del cuerpo de Cristo y por tanto de la Iglesia.

ÀCu‡les son las caracter’sticas de una iglesia verdadera?

Fiel proclamaci—n del evangelio b’blico

5.    De acuerdo con G‡latas 1:6-9, Àcu‡l es la actitud de Dios hacia aquellos que predican un evangelio diferente del que Pablo predicaba? Anatema; maldecido por Dios.

Fiel administraci—n del bautismo y la cena del Se–or

6.   De acuerdo con Mateo 26:26-28 y las instrucciones de Pablo en 1Corintios 11:17-34, Àes la Cena del Se–or opcional o un mandato dentro de la iglesia?

7.   De acuerdo con Mateo 28:19,20, Àes el bautismo opcional o un mandato de la iglesia? Mandato

Disciplina dentro de la iglesia

8.   De acuerdo con 1Corintios 5, Àcu‡les son los l’mites de tolerancia que Pablo pone dentro de una iglesia con respecto a la conducta de sus miembros? ÀC—mo deben tratar los creyentes a aquellos miembros no arrepentidos? Excomulgaci—n; no asociarse con ellos

9.   ÀCu‡les son algunos de los pecados a los que se hace referencia? Fornicaci—n; avaricia; robar; id—latra; borrachera

De esta lecci—n aprendemosÉ

á      La iglesia es una sociedad de aquellos que han sido salvados por medio de la gracia.

á      Solamente Cristo es la cabeza de la iglesia y el Papa no es la cabeza en ningœn sentido.

á      La iglesia visible es un grupo de personas que se reœne para adorar en una localidad. La iglesia invisible est‡ conformada por aquellos que han sido salvos en todos los lugares y a travŽs de todas las Žpocas de la historia.

á      La iglesia representa a Cristo, pero no lo reemplaza. El Esp’ritu Santo es el reemplazo de Cristo en la tierra.

á      De acuerdo con los reformadores, las caracter’sticas de una iglesia verdadera son fiel proclamaci—n del evangelio, administraci—n de bautismo, cena del Se–or y la disciplina.

Marque V por Verdadero o F por Falso

1.     _____ Ser miembro de una iglesia local que predica la Biblia garantiza la salvaci—n.

2.    _____ La iglesia reemplaza a Cristo en la tierra.

3.    _____ El cuerpo de Cristo es un tŽrmino que se refiere a todos aquellos que son miembros de una iglesia local.

4.    _____ Una iglesia puede ser considerada una iglesia b’blica aun si predica un evangelio distorsionado.

Respuestas

1.     F

2.     F

3.     F

4.     F


Lecci—n siete: Seguridad de los elegidos

Prop—sito: Demostrar como Dios preserva a sus elegidos de caer en apostas’a y explicar los medios que emplea para hacerlo.

La pregunta de si los cristianos pueden o no perder su salvaci—n ha causado controversia. La respuesta reformada ser‡ clara despuŽs de haber estudiado las lecciones previas. Dios es soberano en la salvaci—n y por lo tanto justifica a sus elegidos y los preserva.

Aquellos que cuestionan la seguridad de los creyentes demuestran su incapacidad de entender el evangelio en profundidad a pesar de que tal vez ellos mismos sean salvos.

Esta ense–anza es comœnmente llamada la preservaci—n de los elegidos. el tŽrmino seguridad es usado aqu’ porque corresponde mejor con el acr—stico.

Hay muchas preguntas involucradas:

¥ ÀQuiŽn los preserva y c—mo?

¥ ÀLa doctrina de la preservaci—n puede de alguna manera guiarnos a pensar de que tenemos una licencia para pecar?

¥ ÀNos quita Dios el libre albedrio cuando nos salva?

ÀQuiŽn produce la perseverancia?

1.    En 1Pedro 1:5, ÀquŽ nos guarda de alejarnos? El poder de Dios

2.   En Judas 1, Àd—nde posiciona Dios al creyente para asegurar su preservaci—n? En Jesucristo.

3.   En Judas 24,25, Àde quŽ nos guarda Dios? De caer

4.   En 2Timoteo 4:18 Pablo estaba confiado en que el Se–or lo liberar’a de una cosa y que lo preservar’a de otra. ÀCu‡les son esas dos cosas? Toda obra mala para su reino celestial

5.    En el Salmo 97:10, ÀquŽ guarda el Se–or? El alma de sus santos

6.   De acuerdo con Hebreos 7:22,25, Àcu‡l es la garant’a de que los creyentes ser’an los herederos del pacto de la gracia y porque? Jesucristo mismo es la garant’a porque Žl tiene la capacidad de salvar perpetuamente.

ÀExiste una licencia para pecar?

7.   Segœn 1Juan 3:3, Àcu‡l es la motivaci—n de los cristianos genuinos? Su purificaci—n

8.   Segœn 1Juan 3:9, ÀquŽ es imposible para aquellos que tienen a Cristo morando en ellos? Practicar una vida de pecado.

9.   En 1Juan 5:18, ÀquŽ caracteriza a aquellos nacidos de Dios y porque? Ellos no practican una vida de pecado porque Jesœs los preserva de eso.

10. De acuerdo con G‡latas 5:13, Àcu‡l es la advertencia que hace Pablo a aquellos que entienden la libertad que tienen en la gracia? No usar su libertad como una excusa para la carnalidad.

ÀQuŽ de aquellos que se apartan?

11.ÀA que conclusi—n llega Juan acerca de aquellos que se apartan de la fe cristiana y de la iglesia segœn 1Juan 2:19? Nunca eran parte de nosotros.

12. De acuerdo con 2Corintios 13:5, Àcre’a Pablo que todos los miembros de la iglesia eran salvos? No

ÀDios le quita el libre albedrio a los creyentes?

13. ÀQuŽ hace Dios para asegurar que la voluntad de los creyentes este alineada con su voluntad segœn Filipenses 2:12,13? Dios obra en ellos.

14.  Segœn estos vers’culos, ÀDios fuerza a los creyentes en contra de su propia voluntad? S’ ______ No ___x___

ÀQuŽ hace Dios exactamente para preservar a sus elegidos?

Positivamente

15.ÀCu‡l es el medio principal que usa Dios para el crecimiento de sus hijos segœn 1Ped  2:2? La ÇlecheÈ de la palabra de Dios.

16. ÀQuŽ deben hacer los cristianos para recibir m‡s gracia de parte de Dios segœn Heb 4:16? Orar

17. ÀCu‡l es uno de los medios que Dios le da a los cristianos para bendecirlos segœn 1Corintios 10:16,17? Los sacramentos, incluyendo la Santa Cena y la comuni—n.

18. ÀCu‡l es un medio de bendici—n segœn 1Juan 1:7? Comuni—n unos con otros.

Negativamente

19. ÀQuŽ hace Dios con los creyentes que son negligentes en su crecimiento espiritual segœn Hebreos 12:7? Los disciplina

20.Segœn 2Timoteo 4:2, Àcu‡l es el rol de los ministros de Dios en la vida de otros cristianos? RedargŸir, reprender, exhortar

El pacto de gracia

Es notable que el pacto de gracia hecho con Abraham es parte de los decretos inmutables. Esto de por s’ es fuerte motivo para creer en la perseverancia de los elegidos.

21. Segœn G‡latas 3:16-18, Àen quŽ est‡ basado el pacto? La promesa

22.ÀQuŽ es excluido como una base para la fidelidad de Dios al pacto? La ley

Ense–anzas que hacen referencia al tema de la preservaci—n

á      Soberan’a de Dios: Si Dios es soberano en todo, entonces lo es tambiŽn en la salvaci—n.

á      Incapacidad total: El hombre es incapaz de salvarse a s’ mismo, por lo tanto, es tambiŽn incapaz de preservarse.

á      Justificaci—n por sola gracia: Si nuestra justicia es imputada de Cristo, sin nuestras obras, nuestras fallas no pueden quit‡rnosla.

á      Elecci—n por gracia: Si Dios decreto salvarnos antes de la fundaci—n del mundo, nada en el tiempo presente podr‡ cambiar eso.

á      Sacrificio eficaz de Cristo: Si el sacrificio de Cristo es suficiente para cubrir los pecados de los elegidos, entonces ninguno de los pecados de los elegidos puede hacer que se pierdan. No existe un pecado mortal para los cristianos.

á      Llamamiento eficaz: El llamado especial de Dios el Padre para atraer gente a Cristo da como resultado su salvaci—n eterna.

De esta lecci—n aprendemosÉ

á      Por medio de su poder, Dios preserva a los elegidos por unirnos con Jesucristo.

á      Los cristianos genuinos no desean una licencia para pecar.

á      Jesucristo mismo evitar‡ que aquellos que le pertenecen caigan en una vida de pecado.

á      Dios obra a travŽs de la voluntad de los creyentes para hacer su voluntad.

á      La prueba inevitable de la salvaci—n es la obediencia a Dios.

á      Dios usa una variedad de medios para preservar a su gente: Las escrituras, la oraci—n, la iglesia con sus admoniciones y disciplina.

Marque V por Verdadero o F por Falso

1.    _____ Es solamente el poder de Dios el que nos preserva de caer.

2.   _____ La prueba de la salvaci—n genuina es la perseverancia en la obediencia al Se–or.

3.   _____ La doctrina de la seguridad de los elegidos significa que ellos pueden pecar todo lo que deseen sin poner en riesgo la seguridad de su salvaci—n.

4.   _____ La doctrina de la preservaci—n de los elegidos motiva a los cristianos genuinos a querer ser puros delante del Se–or.

5.    _____ Cristo preserva de retornar a una vida de pecado a aquellos que verdaderamente han sido nacidos de nuevo.

6.   _____ La evidencia de una salvaci—n genuina es que la persona hace milagros y profetiza.

7.   _____ A pesar de que no somos capaces de salvarnos a nosotros mismos, somos capaces de preservarnos.

8.   _____ La prueba de que una persona es religiosa pero no regenerada es que se aleja de la iglesia y regresa a una vida corrupta.

9.   _____ Dios es soberano en la salvaci—n al igual que en todo lo dem‡s.

10. _____ el pacto con Abraham es parte de los decretos inmutables divinos y por lo tanto un consuelo fuerte para los cristianos.

Respuestas

1.    V

2.   V

3.   F

4.   V

5.    V

6.   F

7.   F

8.   V

9.   V

10.         V


 

Lecci—n ocho: Hilo de oro

Prop—sito

Mostrar como las doctrinas de la gracia son el resultado del acuerdo divino que Dios hizo con Abraham y consumado por Cristo.

Introducci—n                                                                                                

ÀPorque las doctrinas de la gracia funcionan como lo hacen y no de otra manera? ÀTienen estas doctrinas algo en comœn?

Las siete doctrinas est‡n conectadas por un hilo de la misma manera que las llaves por un llavero. Una vez que entendemos esto, podemos entender por quŽ estas doctrinas no pueden existir de ninguna otra forma.

Este hilo comœn es el concepto de pacto, que es la consecuencia de la naturaleza y el car‡cter de Dios.

ÀQuŽ es un pacto?

Un pacto es un acuerdo entre dos partes, as’ como en un contrato de negocios. Normalmente los contratos son acuerdos entre iguales con vista al beneficio mutuo. No es as’ con el pacto de gracia. Dios y el hombre no son iguales y el hombre est‡ en un estado ca’do y sin esperanza.

El otro tipo de pacto se asemeja a la adopci—n de un hijo en el que el benefactor provee para el beneficiario que no posee nada para devolver. Este es el pacto cristiano.

Los cristianos usan el tŽrmino pacto en lugar de contrato, para hacer la distinci—n de que Dios y el hombre no son coparticipes igualitarios.

Para estudiantes avanzados, el maestro puede mencionar los tŽrminos en griego de estos dos tipos de pacto: suntheke, un pacto entre iguales y diatheke, un pacto entre dos partes no iguales. Este œltimo es el tŽrmino cristiano en el Nuevo Testamento. De hecho, el tŽrmino Nuevo Testamento se encuentra seis veces en la Biblia.

ÀC—mo est‡ constituido un pacto?

1.    ÀQuŽ elementos deben estar presentes para que un acuerdo de cualquier tipo sea v‡lido?

¥ Identificaci—n de las partes involucradas

¥ Las condiciones para ser cumplido

¥ Los beneficios

¥ El tiempo l’mite (vigencia)

¥ Como esta validado el acuerdo

El pacto cristiano: GŽnesis 17 y G‡latas 3

En teolog’a, esto es llamado el pacto con Abraham o el pacto abrah‡mico. El pacto se inicia en GŽnesis 17 y es cumplido en Cristo en G‡latas 3.

Ejercicio en grupo

Description: Macintosh HD:Users:rogersmalling:Desktop:PROJECTS:MINTS Matters:Mints Justificacion Course:Revised JF Manuals:graphics justif  copy:group exercise.jpegGŽnesis 17

2.    ÀQuiŽnes son los participantes? Vers’culo 1- Dios, Abraham y sus descendientes.

3.   ÀCu‡l es la condici—n? Vers’culo 1- La perfecci—n

4.   ÀCu‡les son los beneficios? Vers’culo 7- El Se–or ser‡ su Dios

5.    ÀCu‡nto tiempo dura? Vers’culo 7- Es perpetuo

6.   ÀCu‡l es el signo de su validaci—n? Vers’culo 10,11- La circuncisi—n

Es aconsejable que el maestro muestre aqu’ que el pacto con Abraham es en realidad una continuaci—n del pacto con Ad‡n. Los participantes son los mismos, Dios y el hombre, la condici—n es la obediencia perfecta y los beneficios son bendiciones divinas.

G‡latas 3

Encuentre en este cap’tulo los mismos elementos en el pacto con Abraham.

7.   ÀQuiŽnes son los participantes? Vers’culos 1- Dios, Abraham y sus descendientes.

8.   ÀCu‡l es la condici—n para entrar en el pacto? Vers’culo 9- Fe en Cristo

Se–alar a los estudiantes que esto no niega el requisito de perfecci—n de GŽnesis 17:1. Lo que hace es permitir que el hombre pecador pueda cumplir con esta condici—n. Los estudiantes deben comprender la diferencia entre reemplazar la condici—n y cumplir la misma. Note: El error luterano aqu’. Lutero dijo en su comentario de G‡latas que la justicia de Cristo es superior a la justicia de la ley. En lo de su deidad, eso es verdad. En lo de su humanidad, no es verdad porque Cristo vino no para reemplazar la justicia de la ley sino para adquirirla como hombre perfecto. La ense–anza luterano no concuerda bien con Romanos 8:4.

9.   ÀCu‡les son los beneficios? vers’culo 8,14-  La justificaci—n y el Esp’ritu Santo

10.         ÀCu‡nto tiempo dura? Vers’culo 15-  Perpetuo. Nadie lo invalida

11.ÀC—mo llama Pablo al pacto con Abraham en el vers’culo 8? La buena nueva, v.g., el evangelio [Griego= Evangelio]

12. ÀDe acuerdo con el vers’culo 15, cuanto tiempo dura el pacto? A perpetuidad

13.         ÀC—mo fue validado el pacto? Vers’culos 23,24 Cristo por su muerte

Bas‡ndonos en esta comparaci—n entre GŽnesis 17 y G‡latas 3, Àpodemos decir que el pacto con Abraham es el pacto cristiano de la gracia? Si ___x__ No _____

Explique aqu’ que lo que hace el pacto con Abraham un pacto de gracia es que es Dios mismo, en Cristo, quien cumple con la condici—n de obediencia perfecta como nuestro sustituto y atribuye los beneficios a nuestra cuenta por la fe. La exigencia de la obediencia perfecta es cumplida, no retirada. Es llamado pacto de gracia porque Dios mismo cumpli— con la condici—n.

El maestro puede darse la libertad de atacar el error del dispensacionalismo. Mostrar que Pablo trata de decir en todos sus escritos que el evangelio no es algo nuevo y no reemplaza ningœn pacto del Antiguo Testamento. Tales pactos se cumplen en Cristo, quien realiza todos los tŽrminos del pacto de obras a nuestro favor. Esta es la distinci—n clave entre el dispensacionalismo y la teolog’a pactal. C.F.Scofield ense–o que Dios descartaba cada pacto sucesivamente cuando el hombre fracas— en cumplirlo y por fin, reemplaz— todos por el pacto de gracia. El pacto de obras no es descartada, sino cumplida por Cristo y aplicada por la fe a nosotros. No estamos bajo la ley de MoisŽs, no porque no necesitamos la justicia de ella, sino porque ya la tenemos.   

Fin del ejercicio

******

El acr—stico, S’, Jesœs y el pacto de gracia

Examinemos ahora cada una de estas doctrinas para ver c—mo se relacionan con el pacto.

Soberan’a divina

14. De acuerdo con Hebreos 6:13,14,17, ÀComo refleja el pacto la soberan’a de Dios? No existe nada m‡s grande que Dios sobre el cual se pueda basar el pacto.

Incapacidad total humana

15.Segœn G‡latas 3:13,14; 4:7, Àcu‡l es la condici—n humana y cu‡l es la necesidad de un pacto? Est‡bamos bajo maldici—n de la ley y Žramos esclavos del pecado, por esa raz—n necesitamos el sacrificio de Cristo para cumplir con la condici—n del pacto.

Justificaci—n por fe

16. De acuerdo con GŽnesis 15:6 y G‡latas 3, Àcu‡l es la conexi—n entre el pacto y la justificaci—n La condici—n hoy en d’a para nosotros es la misma que fue para Abraham, la Fe.

Elecci—n por gracia

17. ÀExiste alguna conexi—n entre elecci—n y gracia en Romanos 11:5?
S’ ___
X___ No ______

Sacrificio eficaz

18. ÀQuŽ sucedi— en Hebreos 9:13-15 para hacer que el pacto sea efectivo para obtener la vida eterna? Cristo muri— para convertirse en el mediador del pacto.

Unidad espiritual y universal de los creyentes

19. De acuerdo con 1Corinthians 10:16,17 ÀquŽ practican los cristianos para demostrar su unidad en el pacto? La cena del Se–or es una celebraci—n del pacto y de nuestra relaci—n con Dios y con otros creyentes.

Ver tambiŽn 1Cor 10:16 que muestra el pan de la santa cena tambiŽn simboliza la unidad espiritual que tenemos en Cristo los unos con los otros.

Seguridad de los elegidos

20.De acuerdo con Hebreos 6:13-20, ÀPorque tenemos seguridad de salvaci—n en el pacto? El pacto es inmutable y Jesœs es el precursor que garantiza los beneficios del pacto.

De esta lecci—n aprendemosÉ

á      Las doctrinas de la gracia son la consecuencia de un pacto divino establecido con Abraham y cumplido en Cristo.

á      Ese pacto requiere la perfecci—n como una condici—n para poder recibir los beneficios.     

á      Cristo cumpli— la condici—n de perfecci—n en su vida y en su sacrificio y por lo tanto es el garante de que los creen en Žl y participan del pacto para siempre.

Marque V por Verdadero o F por Falso

1.    _____ El pacto de gracia es un acuerdo entre Dios y el hombre como iguales.

2.   _____ El pacto que hizo Dios con Abraham es el pacto cristiano.

3.   _____ Dios es fiel a su pacto con nosotros porque sabe que somos buenos.

4.   _____ Dios es fiel a su pacto con nosotros porque ƒl es fiel a su juramento inmutable.

5.    _____ Estamos en el pacto parte por nuestra fe en cristo y parte por nuestra obediencia a la ley divina.

6.    _____ Otro tŽrmino usado para pacto de gracia es el evangelio.

Respuestas

1.    F

2.   V

3.   F

4.   V

5.    F

6.   V


Conclusi—n

De estos estudios aprendemosÉ

á      Dios es soberano en la salvaci—n al igual que en todo lo dem‡s.

á      La humanidad ca’da es incapaz de querer o hacer cosa que sea para contribuir a su propia salvaci—n o de prepararse para ser salvo.

á      Dios escogi— de la humanidad ca’da a individuos de todos los grupos Žtnicos para ser los receptores de su gracia que produce salvaci—n. El hizo esto sin tomar en cuenta ni la disposici—n de la voluntad del hombre ni sus buenas obras futuras.

á      El sacrificio de Cristo en la cruz garantiza la salvaci—n de todos los elegidos y de ellos solamente.

á      Dios preserva a sus elegidos de apartarse de la fe cristiana. Lo hace a travŽs de varios medios, incluyendo la disciplina de los padres, exhortaciones, la palabra de Dios, la oraci—n y la iglesia.

á      Todo lo de arriba est‡ incluido en el pacto de gracia.

 


Lecturas adicionales   

Bosquejo de doctrinas

Calvinismo vs arminianismo

Cinco solas

Cuadro redenci—n particular

Llamamiento eficaz

El sufrimiento

Trasfondo hist—rico

 

 

 


Bosquejo de doctrinas 

DOCTRINA DE DIOS

1.    Dios due–o de todo

a.   De la tierra: GŽn 14:19,22; Le.25:23; Ex 9:29 19:5; Deut:14; Jos.3:11,13, 2:11; 1Cron 29:11; Job 41:11; Sal 24:1, 89:11; Is 54:5; Lu 10:21

b.    De los animales: Sal 50:10;

c.    De personas: Ez 18:4; Sal  24:1; 22:28; Hch  17:24

d.    De las riquezas: Hab 2:8        

2.   Soberano

a.    Sobre toda creaci—n: 1Cron.29:12; Job.42:2; Sal 47:2; 87:18; 115:3; 136:6; Da.2:21; Is 46:7,10, Fil 3:21

b.    Sobre toda la humanidad: Sal 33:9-11; 47:8; Is 43:13; 45:9; Da.2:21; 4:17; 4:35; Hch  17:26

c.    Sobre los pensamientos y voluntades del hombre: Ex  12:36; 14:17; Ezdra 6:22; ISa.2:25; 2Cron.20:6; Is 37:29; Prov  21:1; Jn 6:37,44,65; 8:20; 12:39,40; Ro 9:16-20; Apoc 17:17

d.    Sobre la maldad: a. Traici—n y crucifixi—n de Cristo: Mt  21:42; 26:31; Jn 18:11; Hch  4:27,28 b. Pilato: Jn 19:10,11 c. Incredulidad de los jud’os ordenado por Dios Ro  11:11; d. El rey de Asiria: Is 10: 5-15; e. La traici—n de JosŽ: GŽn 45:5, 8; 50:20 f. La maldici—n en contra de David: 2Sam.16:10-17 g. Rebeld’a de los Cananitas: Jos 11:20; Deut 2:36 h. El Pecado de David al numerar a Israel: 2Sam.24:1 (pero atribuido a Satan‡s en 1Cron.21:1) i. Dios causa la enfermedad s Ex 4:11 j. Desastres naturales: Amos 3:6 k. Suicidio de Saœl 1Cron.10:4,14 l. Esp’ritus malignos controlados por Dios: 1Reyes 22:20-23; 1Sa.16:14; Jud.9:22; Sal 78:49,50 m. Incesto de Absal—n: 2Sa.12:12,Cf. 2Sa.16:21-22 n. Divisi—n del reino: 1Reyes12:20; 11:31 o. Odio de los Egipto: Sal 105:25 p. Prosperidad de los malvados: Job 12:6-9 q. Rebeld’a de Jeroboam: 1Reyes 11:23 r. Homicidios accidentales son actos de Dios: Ex 21:13; Deut 19:5 s. Ciro, rey pagano, escogido por Dios: Is  45:1-5 t. Asesinato de Senecarib: Is 37:7; 38

3.   Inmutabilidad de los decretos divinos

Sal 33:11; Prov 19:21; Job 23:13; 33:13; 42:2; Is 14:27; 46:10; Da 4:35; Mt  10:29-30; 21:42; Lu 22:22; Hch  2:23; 4:28; 5:38; 13:36; 5:39; Ef. 1:11; Heb 6:17; 11:3

4.   Depravaci—n total humana

GŽn 8:21; Sal 58:3; Sal 94:11; Ro 3:9-11; 8:7; I Co.2:14; Ef 2:1-3; Col 1:13; 1Ti 2:24-26; 2Co.4:4

5.   Predestinaci—n

a.    Elecci—n: Jn 13:18; Mc 13:20; Ro  9:11-24; 1Cor 1:27-28; Ef 1:1-11; Col 3:12; Ti 1:1; 1Tes 1:4; 2:12-13; 2Ti 1:9

b.    Reprobaci—n: Deut 2:30; Sal 5:5; Is 63:17; Prov 16:4; Mt 11:25,26; 13:11; Jn 10:26; 12:37; 17:9,10; Ro 9:11-14; 17-22; 11:7; 1Pe 2:8; 2Pe 2:12      

c.    Presciencia significa preordinado

                                              i.     Declarativo no predictivo: Prov  16:33; Is 46:10; Hch  2:23 y 4:27,28; Ro 11:36 y 13:1; Ef 1:11; Heb 6:17, 11:3

                                            ii.     Ejemplo de Cristo: Hch  2:23; 4:27,28; 1Pe 1:20;2:4cf2:9         

                                          iii.     Ninguna relaci—n consistente entre presciencia y predestinaci—n:

1.    Israel escogido a pesar de la presciencia divina de su rebeld’a: Ro 10:20-11:2

2.   Algunos rechazados a pesar de saber antemano de una obediencia potencial: Mt 11:21-23; 1Cor 2:7-8; 3:6; Is 28:9-13

3.   No hay aspecto positivo en e hombre que Dios pod’a prever. La fe misma es un don, Hch  13:48; 18:27; Jn 6:65; Ro 3:9-11

6.   Llamamiento eficaz

a.    Basado en predestinaci—n: Ro 8:30; Ro 9:11; 2Ti 1:9

b.    Irrevocable: Ro 11:19; Jn 6:37 Cf. 44, 65; Apoc 19:9

c.    Diferencia entre llamamiento general y llamamiento eficaz: 1Cor 1:23,24; Ro 9:24

d.    Dios decide quien recibe: I Cor 1:26-29

e.    Santificaci—n garantizado basado en ello: 1Tes 5:23-25; 2Tes 2:13,14; Judas 1

f.     Base de la justificaci—n: Ro 8:30

g.    Vida eterna para los llamados solamente Heb 9:15; 1Ti 6:12; 2Tes 2:13,14; Apoc 19:9

h.   Base de preservaci—n: Judas 1; I Co.1:8,9

i.     Evidencia de la realidad del llamamiento

                                              i.     Es vida santa: Ef 4:1 y 4; 1Pe 1:15; 2Pe 1:10

                                            ii.     Sufrir por cristo es parte del llamamiento: 1Pe 2:21; 3:9; 5:10

7.   Regeneraci—n

a.    Precede la fe salvadora: Deut 30:6; Is 44:22; Jer 24:7; Ez 11:19,20; 16:62; 36:26,27; Is 59:21; Jn 3:3 (note orden de causa y efecto.)

b.    Basado en la elecci—n divina Jn 1:13; 5:21; Sant 1:18; Sal 65:4;

c.    Comprobada por una vida justa y por el amor: 1Jn 2:29; 3:9; 4:7

d.    Irrevocable: 1Pe 1:3-5

8.   Fe y arrepentimiento son dones Jn 6:44,65; 8:42,43; Hch  3:16; 11:18; 13:48; 18:27; 1Ti 1:14; Ti 1:1; Ro 12:3; Fil 1:29; 2Ti 2:25; 2Tes 1:11; 2Pe 11

9.   Justificaci—n

a.    TŽrmino legal: (Gk=Dikaioo (Declarar Justo) Deut 25:1; Prov 17:15; Is 5:23; Lc 7:29;

b.    Justicia de Cristo es la base: Ro 3:21-24; 4:5,6; 10:4; 1Cor 1:30; 1Cor 5:21; Fil 3:9; Jer.23:

c.    El medio es la fe: Ro 3:21-28; 5:1; Ga.2:16 (Gk. Nunca d’a ten piston, siempre d’a pisteos o ek pisteos)

d.    Incluye perd—n de pecados, pasados presentes y futuros. No se repite: Ro 4:5-8; 5:18-21; 8:32-34; He.10:14; Paz con Dios; Ro 5:1,2 Herencia eterna, Hch  26:18; Vida eterna, Ro 8:30Ver imputaci—n, Ro 4:5-8; 22-25

10.  Expiaci—n limitada

Mt  1:21; 20:28; 26:28; Jn 10:10,15; 11:51,52; 15:13,14; 17:9; Hch  20:28; Ro 8:32-34; Ef 5:25; Heb 2:17; 9:15; Is 53:11,12; Sal 111:9

11. Preservaci—n
Prov 2:8; Sal 37:28; 97:10; Jn 6:39; 10:26-29; 18:9; 17:11,12; Ro 5:8,9; 8:28-31; 35, 38,39; 11:29; 1Cor 1:8,9; Fil 1:6; 2Ti 4:18; 1Pe 1:3-5; Judas 1; 24,25; 2Jn 1-3

 


 

CALVINISMO

ARMINIANISMO

INCAPACIDAD TOTAL

LIBRE ALBEDRIO

ELECCION INCONDICIONAL

ELECCION CONDICIONAL

EXPIACION PARTICULAR

EXPIACION ILIMITADO

GRACIA IRRESISTIBLE

GRACIA RESISTIBLE

PERSEVERANCIA DE LOS ELEGIDOS

PERSEVERANCIA INSEGURA

Calvinismo versus arminianismo  

 

  


Las cinco solas

La salvaci—n es porÉ

Solus Cristus – Por Cristo solamente

(No por Cristo mas Mar’a, mas santos, etc.)

Juan 14:6; Hechos 4:12; 1Timoteo 2:5

Sola gratia – Por la gracia de Dios solamente

(No por gracia mas mŽritos personales o buenas obras)

Efesios 2:8,9; Tito 2:11:12; 3:4-8; Hechos 15:11

Sola fide – Por medio de la fe solamente

(No por fe mas bautismo mas sacramentos)

Romanos 3:22; 4:5,16,22-25; 5:1

Sola escritura – A base de la autoridad de las escrituras solamente

(No por la Biblia mas tradici—n humanas mas decretos papales)

Mateo 24:35; Hebreos 4:12; 2Timoteo 3:17

Soli Deo Gloria – Para la gloria de Dios solamente

(No para la gloria de Dios mas la gloria de alguna instituci—n o iglesia)

Romanos 11:36; Judas 24


 

Description: Picture 1Redenci—n particular: Comparaci—n


ÀQue es el llamamiento eficaz?  

ÀQue es el llamamiento eficaz?

... alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sep‡is cu‡l es la esperanza a que Žl os ha llamado. Efesios 1:18

El hombre ca’do est‡ muerto en el pecado, se encuentra a gusto en su condici—n y se resiste ante cualquier esfuerzo para cambiarlo. Su enga–o es tan profundo que puede aœn imaginarse que Dios est‡ contento con Žl.

Al mismo tiempo, vimos la oferta universal de Dios de misericordia por sus mandatos para arrepentirnos. Cristo orden— que el evangelio sea predicado a todas las naciones sin limitaci—n de raza, estatus social o condici—n econ—mica. Su bondadosa invitaci—n aœn permanece:

Venid a m’ todos los que est‡is trabajados y cargados, y yo os harŽ descansar. Mateo 11:28.

TambiŽn vimos la naturaleza soberana de la gracia. La fe salvadora es un producto de esta gracia. Un milagro sucede en una persona que se convierte.

Para comenzar el estudio del milagro de la conversi—n, miremos Romanos 8:30,

Y a los que predestin—, a estos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a estos tambiŽn justific—; y a los que justific—, a estos tambiŽn glorific—.

Cuando notamos la posici—n de la palabra llam—, las siguientes verdades se destacan:

1.    El llamamiento se basa en la predestinaci—n. Es diferente del llamamiento general al arrepentimiento puesto que este llamamiento es para los predestinados, no para todos.

2.   Este llamamiento invariablemente resulta en justificaci—n, la que a su vez nos lleva al cielo, glorificados.

3.   Este llamamiento es irresistible y eficaz. De otra manera, solamente algunos de los justificados ser’an glorificados.

4.   La fe est‡ incluida en este llamamiento porque la fe es necesaria para la justificaci—n.

5.    Este llamamiento est‡ involucrado con una transformaci—n interna del pecador, que hace la fe posible.

6.   Dios solo es la causa: ... Žl predestin— ... Žl llam— ... Žl justific— ... Žl glorific—.

7.   Este llamamiento es una gracia especial de Dios, diferente de su benevolencia general hacia la humanidad como un todo.

Podemos definir este llamamiento como un acto soberano de Dios por el cual Žl salva a los elegidos.

Para identificar esta doctrina, los te—logos usan diferentes nombres: Gracia irresistible, gracia especial, o muy a menudo, llamamiento eficaz.[i] 

Por motivo de brevedad, en este ensayo usaremos el tŽrmino llamamiento, puesto que este es el m‡s comœnmente usado en el Nuevo Testamento para describir la idea.

No obstante, algunas veces se usa una palabra diferente. El ap—stol Juan usaba la palabra atraer para expresar el mismo concepto en Juan 6:44,65—

Ninguno puede venir a m’, si el Padre que me envi— no le trajere; y yo le resucitarŽ en el d’a postrero. (65) Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a m’, si no le fuere dado del Padre.

De estos vers’culos deducimos

1.    Nadie puede generar fe salvadora fuera de su voluntad aut—noma. (Venir a Cristo significa creer en Žl).

2.   El Padre produce fe salvadora por medio de un acto llamamiento atraer. Esta atracci—n es llamada un regalo en el vers’culo sesenta y cinco. Por tanto, no es una recompensa por algo que el hombre realiza.

3.    El resultado infalible de esta atracci—n es la salvaci—n. Esto es claro de la frase  ... Yo le resucitarŽ en el d’a postrero[ii].

4.   Nadie puede resistir con Žxito esta atracci—n porque todos los que as’ son atra’dos ser‡n salvos.

5.    Conclusi—n: Esta atracci—n es una obra soberana de Dios y resulta en una salvaci—n infalible.

ÀSignifica esto que Dios obliga a la gente en contra de su voluntad?

No. El Esp’ritu Santo cambia la naturaleza interna del pecador iluminando su mente, de tal forma que el pecador percibe el pecado como algo horrible, y a Cristo como algo tan deseable que nada podr’a impedir que esa persona venga libre y voluntariamente a ƒl. De ninguna manera es esto una imposici—n en la voluntad del hombre o una violaci—n de su libertad.

Una distinci—n clave: El llamamiento universal versus el llamamiento eficaz

Cristo orden— que el evangelio sea predicado a todas las naciones, (Mateo 28:19. Los ap—stoles predicaron a jud’os y gentiles por igual. Pablo fue por todas partes É testificando a jud’os y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Se–or Jesucristo. Es claro del Nuevo Testamento que el evangelio es para todos. Entonces, Àc—mo podemos encajar esto con los textos que nos hablan de la obra salvadora de Dios para algunos solamente?

Muchos suponen que la diferencia se debe a que algunos decidieron creer mientras que otros no. Puesto que la fe salvadora en s’ misma es una obra de gracia, esta suposici—n involucrar’a un razonamiento circular.

Los te—logos llaman la oferta divina de salvaci—n, el llamamiento universal o externo porque todos escuchan el mismo mensaje. La oferta de misericordia es v‡lida para todos y cada uno es responsable por la forma como responde.

En algunos, Dios obra de tal forma que el mensaje penetra m‡s all‡ de los o’dos, y lo usa para salvarlos. As’, nosotros tenemos dos ÇllamamientosÈ en un solo mensaje: Un llamamiento a todos y un llamamiento a algunos. Los te—logos distinguen estas dos operaciones con los nombres de llamamiento universal versus llamamiento eficaz, gracia general versus gracia especial o llamamiento externo versus llamamiento interno.

El llamamiento est‡ asociado con la elecci—n y la predestinaci—n

Un estudio del tŽrmino llamamiento a travŽs de todo el Nuevo Testamento revela una asociaci—n cercana entre la elecci—n y la predestinaci—n:

... para que el prop—sito de Dios conforme a la elecci—n permaneciese, no por las obras sino por el que llama. Romanos 9:11

 Pablo, hablando acerca de Jacob y Esaœ, muestra la lo irresistible de este llamamiento asoci‡ndolo con el prop—sito divino en la elecci—n.

La conexi—n entre el llamamiento y la elecci—n ilustra la interacci—n entre la soberan’a y los medios. El prop—sito de Dios en la eternidad fue salvar a sus elegidos. ƒl hace esto a travŽs de una acci—n divina que la Biblia denomina, llamamiento. La doctrina de la gracia irresistible o llamamiento eficaz pertenece m‡s bien a la categor’a de los decretos soberanos inmutables de Dios, que a su voluntad de mandamientos.

Curiosamente, con respecto al llamamiento universal, lo inverso es verdad. Dios permite que los no elegidos resistan su oferta de misericordia si ellos as’ lo quieren y ellos siempre lo quieren as’.

Pablo conecta los prop—sitos eternos de Dios con la gracia y el llamamiento en 2Timoteo 1:9:

... quien nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de los tiempos de los siglos.

Uno de los pasajes m‡s claros sobre la relaci—n entre la elecci—n y el llamamiento eficaz est‡ en 1Corintios 1:22-29. (El texto es muy largo para escribirlo, as’ que el estudiante deber‡ leerlo en la Biblia).

Este texto menciona tres clases de personas: Los jud’os, los gentiles y un tercer grupo, los jud’os y los griegos juntos, denominado los llamamientos[iii].

El primer grupo, los jud’os, rechazan a Cristo porque quieren comprobar el evangelio con milagros. La palabra de Dios no es suficiente para ellos. El segundo grupo, los griegos, rechazan a Cristo porque Žl no encaja en sus sistemas filos—ficos. La sabidur’a de Dios les basta para ellos.

Porque los jud’os piden se–ales, y los griegos buscan sabidur’a. Vers’culo 22

El tercer grupo est‡ formado por individuos sacados de los dos grupos anteriores a pesar de su rechazo inicial de Cristo. Estos son a quienes Dios ha llamado porque ellos fueron escogidos.

Pues, mirad, hermanos, vuestra vocaci—n, que no sois muchos sabios segœn la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; (27) sino que lo necio del mundo escogi— Dios, para avergonzar a los sabios; y lo dŽbil del mundo escogi— Dios, para avergonzar a lo fuerte 1Corintios 1:26,27[iv].

Pablo predic— a ambos grupos. Cada uno respondi— de acuerdo a sus preferencias culturales y percepciones pecaminosas. Esto es el llamamiento universal. Los que respondieron, lo hicieron as’ porque ellos fueron escogidos para eso. Dios ignor— sus preferencias y percepciones y los atrajo de todas formas. Este es el llamamiento eficaz.

El llamamiento es irrevocable

Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Romanos 11:28,29.

Cuando Pablo usa el tŽrmino irrevocable en el vers’culo veintinueve, tambiŽn coloca al llamamiento eficaz en la categor’a de los prop—sitos inmutables. Por tanto, este llamamiento depende de la voluntad soberana de Dios y no de la capacidad del hombre para responder.

La vida eterna es para los llamados solamente

As’ que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisi—n de las transgresiones que hab’a bajo el primer pacto, los llamamientos reciban la promesa de la herencia eterna. Hebreos 9:15

 

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que est‡n lejos; para cuantos el Se–or nuestro Dios llamare. Hechos 2:39

 

      (Otros textos son: 1Tim 6:12; 2TŽs 2:13-14; Apoc 19:9)

La interconexi—n complicada entre el llamamiento eficaz, el sacrificio de Cristo, su oficio sacerdotal y las promesas del pacto valen el esfuerzo a estudiarla en detalle. Esta interconexi—n demuestra tanto la naturaleza limitada del llamamiento como su eficacia.

El llamamiento eficaz garantiza nuestra santificaci—n y preservaci—n

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, esp’ritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Se–or Jesucristo. 24 Fiel es el que os llama, el cual tambiŽn lo har‡ 1Tes 5:23.

Vea tambiŽn Judas 1:1; 1Cor 1:8,9

La santificaci—n es no solamente la voluntad de Dios por nosotros, es su promesa. La misma gracia que nos santifica, tambiŽn nos preserva. El plan divino est‡ basada enteramente el la fidelidad de Dios mas bien que la fidelidad nuestra. La fidelidad de Dios a sus promesas p‡ctales garantiza nuestra perseverancia.

El llamamiento eficaz es tambiŽn un llamamiento a la santidad

Ésino, como aquel que os llam— es santo, sed tambiŽn vosotros santos en toda vuestra manera de vivir. 1Pedro 1:15

La santidad divina es la caracter’stica de Dios mas frecuentemente mencionada en las escrituras. Una llamada para venir a Žl incluye, por lo tanto, una llamada a la santidad.

Efectos de las doctrinas de la gracia en el creyente

En los eventos de la vida

Entender la soberan’a de Dios elimina a la casualidad como una explicaci—n de la condici—n del mundo. Nada es accidental. Aunque el mundo parece ca—tico, el cristiano sabe que est‡ bajo el control de Dios. Esto le da confianza para su vida en general.

Evangelismo

En el evangelismo, el creyente no necesita preocuparse de que alguien se pierda simplemente porque Žl no testific— correctamente. Dios puede usar aun una simple palabra, hablada pobremente, para traer a una persona a S’ mismo. Si una persona se salva por medio de nuestro ministerio, nosotros no aceptamos el crŽdito. Si una persona se pierde, no llevamos la culpa.

Esto libera al creyente para evangelizar confiadamente. Sabemos que no podemos fracasar porque la palabra de Dios siempre cumplir‡ su prop—sito, aunque solamente Dios conoce cu‡l es.

El crecimiento espiritual

Dios promete completar nuestra santificaci—n. Es m‡s, Žl hace esto por los medios que nos ha dado para que apliquemos: La palabra, la oraci—n y los ministerios de la iglesia. Sin esta promesa, no tendr’amos la certeza de que estos medios ser’an exitosos. Con esta promesa, sabemos que no podemos fracasar.

Una perspectiva global de las Escrituras

Las Doctrinas de la Gracia resuelven supuestas dilemas de la Escritura. Vemos c—mo el hombre, aunque enteramente esclavizado al pecado, es todav’a responsable por sus acciones. Por la gracia, vemos c—mo es posible ser a aceptos por un Dios santo, aunque imperfectos.

Comprender el evangelio de la gracia le da al creyente la percepci—n que Dios tiene del mundo, la œnica real. Esto permite al cristiano encarar la realidad con una nueva confianza. En este sentido, podemos decir que los cristianos que perciben el mundo por medio de la revelaci—n de Dios como soberano, son los œnicos realistas en el mundo.

Resumen

La gracia irresistible, llamada por los te—logos el llamamiento eficaz, es una obra soberana de Dios. ƒl atrae al elegido a si mismo por medio de las escrituras. El Esp’ritu Santo lo cambia internamente, capacit‡ndolo para percibir su necesidad de Cristo y le concede la capacidad de creer en Cristo para ser salvo. Dios no viola su libertad o voluntad, sino que obra de tal forma que la persona viene voluntariamente y libremente.

En este ensayo aprendimosÉ

1.    Dios usa el mismo mensaje del evangelio tanto en el llamamiento universal como en el eficaz. El primero es una oferta genuina de misericordia para toda la humanidad. El segundo es una obra especial de gracia.

2.   El llamamiento eficaz se basa en la elecci—n y en la predestinaci—n.

3.   El llamamiento es irrevocable. Esto significa que es parte de la voluntad de prop—sitos eterna de Dios, la que no puede ser frustrada por la voluntad humana.

4.   Nuestra santificaci—n y preservaci—n est‡n basadas en el llamamiento.

5.    Este llamamiento es tambiŽn un llamamiento a la santidad.

 

 


 

El sufrimiento

Un amigo, Javier,  me escribi— cuando su vida se le ven’a abajo. Hab’a perdido su empleo, su casa iba en proceso de pŽrdida y estaba atacado de una enfermedad grave. Me preguntaba por quŽ Dios le hac’a tales cosas. A continuaci—n, mi respuesta. Felizmente, mi amigo se ha recuperado ya de todas estas circunstancias.

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Querido Javier:

Cuando alguien lanza un grito de dolor como en tu carta, se genera cierta frustraci—n ya que desear’a decir algo m‡s substancioso que una versi—n espiritualizada de Òagu‡ntateÓ. Citar vers’culos es siempre una buena idea pero incluso eso me deja frustrado.

La raz—n es que me he dado cuenta que la œnica forma de ayudar a alguien dolido es quit‡ndole el dolor. Si no puedo hacerlo, entonces ÀquŽ deber’a yo hacer como pastor?

Gritar ÁAy! es natural. Pero no quita el dolor. Cuando preguntas Àpor quŽ, Dios m’o? Esa es otra forma de decir, ÁAy!

No estoy totalmente seguro cu‡ndo est‡ bien hacer esa pregunta y cu‡ndo no. Los te—logos debaten y no se ponen de acuerdo, especialmente cuando no son ellos los que sufren.

El dolor tampoco ayuda en la facultad cerebral de razonar. Causa confusi—n mental. Cuando me quemo la mano con aceite hirviendo, dejo de ser anal’tico y empiezo a buscar la soluci—n m‡s inmediata, aunque no sea la mejor.

Desafortunadamente, me expresas tu dolor en forma de preguntas para que yo las conteste. Me pones la bola en mi lado de la cancha de pastor y debo darte una respuesta.

Muy bien, te contestarŽ. Pero mi respuesta no te quitar‡ el dolor de forma mejor de los comentarios de tus amigos bien intencionados. Quiz‡ hasta cause m‡s dolor. ÁOjal‡ que no! De todos modos es la œnica respuesta que vas a recibir.

La respuesta al por quŽ est‡ sucediendo esta serie de eventos es la misma raz—n por lo que todo sucede o suceder‡, sea bueno, malo o neutral. Todo sucede para la gloria de Dios.

No existe otra raz—n a todo cuanto sucede.

Porque de Žl, y por Žl, y para Žl, son todas las cosas. A Žl sea la gloria por los siglos. AmŽn. Romanos 11:36

La pregunta inmediata es Àc—mo puede la desgracia de Javier glorificarle a Dios? No tengo ni idea. Pero eso es exactamente lo que dice la palabra de Dios. Si esto no es verdad, entonces nada del evangelio es cierto. Esta verdad es tanto consoladora como angustiante. Consoladora en el sentido de que al menos sabemos que el dolor tiene un prop—sito.

Angustiante, digo, ya que significa que algo fuera de nosotros es m‡s importante que nuestro dolor; algo cuyo precio lo paga el dolor.

Para poner la crema al pastel, nos dicen que Dios no est‡ siendo cruel, insensible ni egocŽntrico. Para poner la cereza en la crema, se nos informa que —al final— experimentar el dolor es infinitamente mejor que no experimentarlo.

TambiŽn me preguntas si tus experiencias dolorosas podr’an ser castigos a algœn pecado. Pueden serlo, pero pienso que no. Si lo fuera, ya sabr’as que lo es. A travŽs de la escritura,  por ejemplo cuando Dios castigaba  a Israel,  siempre les informa la raz—n del castigo. Como lo dijo un pastor, ÒDios no abusa de ni–osÓ.

Comprendo que en medio de tu dolor, probablemente es inapropiado que yo trate de corregirte en teolog’a. Hasta sonar’a impertinente, como si alguien me reprendiera por gritar cuando el aceite me quemaba la mano. Me dar’a ganas de devolverle un s‡ndwich de pu–etazos y pasarle algo del dolor al que me reprende.

Jesœs se encuentra con un ciego de nacimiento. Los disc’pulos le interrogan a Jesœs:

Rab’, ÀquiŽn pec—, Žste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondi— Jesœs: No es que pec— Žste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en Žl. Juan 9:2-3

No se trata de que el ciego o sus padres no fueran pecadores. Lo eran. Lo que Jesœs dec’a es que hay acontecimientos en la vida de la gente que no est‡n conectados directamente a su condici—n moral. Podr’an estarlo, pero vuelvo y repito, podr’an no estarlo. Si viviŽsemos en un mundo perfecto de castigo-recompensa, la palabra gracia no significar’a nada.

La naturaleza humana f‡cilmente asume que si somos lo suficientemente buenos, esto constituye un escudo defensor para que no nos ocurran cosas malas. Grave error. Justicia basada en las obras. Eso no es cristianismo.

Lo que estoy tratando hacer es llevarte a un punto que no te cause m‡s angustia. Me has dicho, ÒHe hecho lo que Jesœs ordena. Amo, ayudo, doyÓ.

Pero Áno! ÁNo has hecho esas cosa! Jesœs dijo, Sean perfectos, como mi Padre en los cielos es perfecto. ÀEres tœ perfecto? Jesœs dej— claro que cuando hayamos hecho todo lo que nos ordena, aun siendo perfectos, debemos servir sin deseos de remuneraci—n alguna. Hemos solo hecho lo que debemos hacer. Esto significa que no merecemos premio alguno. ÀPor quŽ esperar un premio por cumplir con un deber?

Si Dios nos recompensa, es en verdad un regalo de gracia. Si Dios nos castiga, es porque quiere ponernos en una posici—n para ser m‡s recompensados.

La buena noticia es que cuando aceptamos a Jesœs, no solo ganamos perd—n de nuestros pecados, sino que somos adem‡s revestidos de la justicia perfecta de Cristo. Este regalo sobrepasa cualquier aceptaci—n basada en la actuaci—n de uno.

De nuevo, comprendo que estos comentarios m’os no te alivian el dolor. Si Dios quiere que sufras por un tiempo, Žl  se interpondr‡ en cualquiera de mis esfuerzos para aliviarte.

Quiero que sepas que te mantenemos en nuestras oraciones.

Con amor en Cristo,

Roger


Trasfondo hist—rico

Lo siguiente es un bosquejo de la influencia i existencia de las doctrinas de la gracia a travŽs de la historia eclesi‡stica. Esta lecci—n sirve para contrarrestar la calumnia de que estas doctrinas fueron inventos de los reformadores del decimosexto siglo.

Los padres de la iglesia primitiva, de los primeros cuatro siglos, ense–aron estas doctrinas. El libro La causa de Dios y la verdad por Juan Gill fue escrito para probar esto. Es un cl‡sico de la fe reformada. (Muestre a los estudiantes una copia si tiene una).

Agust’n y Pelagio. Explique brevemente el surgir de Pelagio, monje brit‡nico, y como Žl invent— ciertas doctrinas. Entonces explique como Agust’n le contest— en una serie de tratados de gracia. Estos incluyen Gracia y libre albedr’o y Predestinaci—n de los santos.

Concilio de Orange en el a–o 529, se reuni— para pronunciarse sobre las ense–anzas de Agust’n. Los Canones de Orange claramente declaran estas doctrinas.

De Agust’n a Calvino. Santo Tom‡s de Aquino; Summa teol—gica. Contiene elementos de estas ense–anzas. Los te—logos durante este per’odo fueron llamados agustinianos y algunas veces Johanianos porque Juan es uno de los escritores de la Biblia a los que se refiere en sus ense–anzas.

Juan Calvino. Fue convertido por la lectura de Agust’n. Escribi— Los institutos de la religi—n cristiana, el trabajo reformado m‡s importante alguna vez escrito.

Mart’n Lutero, eventualmente evolucion— a una posici—n calvinista. Su obra Esclavitud de la voluntad lo demuestra.

La controversia arminiana, desde el siglo 16 hasta el presente. ÀQuiŽn fue Jacobo Arminio?

Los cinco puntos del arminianismo, los remonstranzas, as’ llamada porque los seguidores de Armi–o, estuvieron increpando a los reformadores por sus ÇerroresÈ. Use la transparencia para esto / Carta de comparaci—n entre Arminio y Calvino.

 Los cinco puntos del arminianismo:

1.    Libre albedr’o

2.   Elecci—n condicional

3.   Expiaci—n universal

4.   Gracia resistible

5.    PŽrdida de la salvaci—n

S’nodo de Dort, 1618. Este s’nodo en Holanda fue convocado para considerar si el arminianismo es b’blico. Los del partido arminiana hab’an pedido que su teolog’a fuera aceptada como una alternativa l’cita a la reforma.

Los te—logos debatieron los asuntos 15 meses y se demostr— que la posici—n arminiana es anti b’blica. Los c‡nones de Bort se escribieron despuŽs, conocidos hoy en d’a como los cinco puntos del calvinismo:

1.    Depravaci—n total

2.   Elecci—n incondicional

3.   Gracia irresistible

4.   Expiaci—n limitada

5.    Preservaci—n y perseverancia de los elegidos

La asamblea de Westminster

Concilio del movimiento reformado de Inglaterra, 1643-1648. Este result— en los est‡ndares de Westminster, hoy usada por los presbiterianos, y con algunas revisiones por las principales denominaciones bautistas. Estos est‡ndares son la Confesi—n de Westminster, el Catecismo mayor y el Catecismo menor.

Las confesiones bautistas

Los bautistas ingleses adoptaron la Confesi—n de Fe de Westminster en 1689, pero cambiaron los cap’tulos sobre el bautismo y el gobierno eclesi‡stico. Lo llamaron, La Confesi—n de Londres. Bautistas americanos lo aceptaron en 1742 y se llama la Confesi—n de Filadelfia.

Resurgimiento del arminianismo

La influencia de Juan Wesley, el apasionado evangelista brit‡nico del siglo 18, fundador del metodismo, alardeaba que Žl nunca hab’a le’do un libro de teolog’a. Esto se demuestra en su ignorancia de la teolog’a y en su reavivamiento del arminianismo. Comet’a los errores de l—gica t’picas del arminianismo. A partir de su movimiento, brotan otros; los nazarenos y de ellos los pentecostales. La controversia continœa hasta hoy por la misma raz—n que Wesley la reaviv—, la ignorancia. Los arminianos que toman tiempo para estudiar objetivamente los asuntos, frecuentemente se vuelven calvinistas. Casi no se escucha que un calvinista instruido se vuelva arminiano.

Hoy en d’a, los arminianos raramente aceptan debatir con los calvinistas. La historia muestra que ellos normalmente salen mal.

Concilio de Orange 529 A.D.

Resumen del Concilio de Orange, 529 A.D.

Estas conclusiones se llaman, Canones de Orange

Y as’, de acuerdo a los pasajes de las Santas Escrituras ... o las interpretaciones de los Padres antiguos ... predicamos y creemos lo siguiente:

El pecado del primer hombre le ha debilitado el libre albedr’o de manera de que nadie despuŽs puede amarle a Dios como debido ni tampoco cree en Dios ni hacer el bien por Dios, excepto si la gracia de Dios le ha precedido. Creemos por lo tanto que la fe gloriosa que fue dada a Abel el justo y NoŽ y Abraham, Isaac y Jacob y todos los santos antiguos ... no les fue dada por alguna bondad natural, como lo fue anteriormente a Ad‡n, sino fue concedida por la gracia de Dios. Y sabemos y tambiŽn creemos que ni despuŽs de la venida de nuestro Se–or esta gracia fue hallada en el libre albedr’o ... sino es concedida por la bondad de Cristo, como ... declara el ap—stol Pablo:

Y tambiŽn ÒNos es concedido de la parte de Dios no solo creer en el, sino tambiŽn sufrir a causa de el.Ó Filipenses 1:29 ... Por la gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no es de vosotros pues es don de Dios. (Efesios 2:8,9) No dijo, Òporque fui fielÓ, pero, Òpara SER fiel.Ó

TambiŽn creemos y confesamos ... que en toda buena obra no es nosotros quienes tomamos la iniciativa y luego son ayudados por la misericordia de Dios, pero Dios mismo primero inspira en nosotros y la fe en El y el amor por El sin ninguna buena obra previa de nosotros que merece recompensa.

Bosquejo cronol—gico

100-400 D.C. Comentarios por los padres de la iglesia primitiva en sus Çep’stolasÈ expresando estas doctrinas. Ireneo, Policarpo, Cris—stomo, etc.

El escritor puritano Juan Gill escribe La causa de Dios y la verdad, c.1735, documentando que la doctrina de estos padres era lo que llamamos hoy en d’a reformada.

C. 400 D.C. - La controversia Pelagio-Agustino. Agust’n escribe disertaciones sobre la gracia en contra de Pelagio. TambiŽn escribi— un manual de doctrina llamado Enchiridion, (Griego= ÇmanualÈ)

529 D.C.- El Concilio de Orange. La teolog’a agustiniana vindicada. Fuertes declaraciones favoreciendo la gracia soberana.

Edades obscuras: 500 hasta 1500 D.C. Los escol‡sticos mantienen las doctrinas de la gracia algunas veces llamadas Agustinianas, o Johanianos.

Tom‡s de Aquino, C. 1300, Suma teol—gica contiene elementos de las doctrinas de la gracia.

1517- Lutero comienza la Reforma Protestante. La disputa Erasmo-Lutero sobre el libre albedr’o. Su obra magna, La esclavitud de la voluntad refuta a Erasmo.

1559-Calvino publica la obra Instituciones de la religi—n cristiana.

1560-1609 Jacobo Arminio y La Controversia Arminiana 1618- El S’nodo de Dort/ Arminianismo refutado/ Los cinco puntos del calvinismo establecidos. Los Canones de Dort.

1643-1648- La Asamblea de Westminster escribe las Normas de Westminster. Fin del per’odo de la Reforma.

1689- Los bautistas adoptan la Confesi—n de Westminster, con cambios — La Confesi—n Bautista de Londres.

1703-1791 —Juan Wesley y el resurgimiento del arminianismo. Conduce al metodismo-pentecostalismo nazareno.

1823- La Convenci—n Bautista del Sur adopta la Confesi—n de Westminster en Filadelfia, con cambios= La confesi—n de Filadelfia.

1862-1877 Juan Darby de las iglesias de los hermanos libres de Escocia inventa y propaga el dispensacionalismo en contraste a la teolog’a pactal de la reformaci—n.

C.1896-C.I. Scofield, un bautista americano, visita Escocia y coge el dispensacionalismo, trayŽndolo a los EEUU. El publica su famosa Biblia de Scofield la cual llega a ser la norma en los c’rculos bautistas.

1904- El pentecostalismo se inicia por un reavivamiento con los nazarenos en Los çngeles, California. La base arminiana de la iglesia nazarena, con sus ra’ces en el wesleyanismo, provee la teolog’a del nuevo movimiento pentecostal, el cual llega a convertirse en la doctrina en las Asambleas de Dios y en otras denominaciones nacidas del movimiento pentecostal, como los carism‡ticos modernos.


Vers’culos   

Lecci—n uno: Soberan’a

Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes hab’an sido destinados para esta condenaci—n, hombres imp’os, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el œnico soberano, y a nuestro Se–or Jesucristo. Judas 4

Todo lo que hay debajo del cielo es m’o. Job 41:11

De Jehov‡ es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en Žl habitan. Salm. 24:1

He aqu’ que todas las almas son m’as; como el alma del padre, as’ el alma del hijo es m’a; el alma que pecare, esa morir‡. Ez  18:4

El consejo de Jehov‡ permanecer‡ para siempre;   Los pensamientos de su coraz—n por todas las generaciones. Salm. 33:11

Muchos pensamientos hay en el coraz—n del hombre;

      Mas el consejo de Jehov‡ permanecer‡. Prov  19:21

Porque Jehov‡ de los ejŽrcitos lo ha determinado, Ày quiŽn lo impedir‡? Y su mano extendida, ÀquiŽn la har‡ retroceder? Is  14:27

Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesœs, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, Hch  4:27

para hacer cuanto tu mano y tu consejo hab’an antes determinado que sucediera. Hch  4:28

El consejo de Jehov‡ permanecer‡ para siempre;

      Los pensamientos de su coraz—n por todas las generaciones. Salm. 33:11

      Muchos pensamientos hay en el coraz—n del hombre;

      Mas el consejo de Jehov‡ permanecer‡. Prov  19:21

Por lo cual, queriendo Dios mostrar m‡s abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; Heb  6:17

para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fort’simo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. Heb  6:18

Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Se–or, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. Apoc  1:8

pues si nuestro coraz—n nos reprende, mayor que nuestro coraz—n es Dios, y Žl sabe todas las cosas. 1Jn  3:20

      Si subiere a los cielos, all’ est‡s tœ;

      Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aqu’, all’ tœ est‡s. Salm. 139:8

Hch  4:27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesœs, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,

Hch  4:28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo hab’an antes determinado que sucediera.

Lecci—n dos: Incapacidad

Pero el don no fue como la transgresi—n; porque si por la transgresi—n de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho m‡s para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Rom  5:15

Porque as’ como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, as’ tambiŽn por la obediencia de uno, los muchos ser‡n constituidos justos. Rom  5:19

Al que no conoci— pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuŽsemos hechos justicia de Dios en Žl. 2Cor  5:21

Ninguno puede venir a m’, si el Padre que me envi— no le trajere; y yo le resucitarŽ en el d’a postrero. Jn  6:44

Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a m’, si no le fuere dado del Padre. Jn  6:65

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Esp’ritu de Dios, porque para Žl son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1Cor  2:14

en los cuales el dios de este siglo ceg— el entendimiento de los incrŽdulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 2Cor  4:4

Y Žl os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 1 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al pr’ncipe de la potestad del aire, el esp’ritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 2 entre los cuales tambiŽn todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y Žramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los dem‡s. Ef 2:1-3

teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su coraz—n; Ef 4:18

Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; Rom  8:7

Porque el siervo del Se–or no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para ense–ar, sufrido; 2Tim  2:24

que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quiz‡ Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 25 y escapen del lazo del diablo, en que est‡n cautivos a voluntad de Žl. 2Tim  2:25,26

Lecci—n tres: Justificaci—n

Luc 7:29 Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautiz‡ndose con el bautismo de Juan.

Luc 16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justific‡is a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominaci—n.

1Tim  3:16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:

      Dios fue manifestado en carne,

      Justificado en el Esp’ritu,

      Visto de los ‡ngeles,

      Predicado a los gentiles,

      Cre’do en el mundo,

      Recibido arriba en gloria.

Porque no me avergŸenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvaci—n a todo aquel que cree; al jud’o primeramente, y tambiŽn al griego. 16 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como est‡ escrito: Mas el justo por la fe vivir‡. Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 18 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest—. 19 Porque las cosas invisibles de Žl, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci—n del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Rom  1:16-20

Pero por tu dureza y por tu coraz—n no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el d’a de la ira y de la revelaci—n del justo juicio de Dios, Rom  2:5

pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; Rom  2:8

Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresi—n. Rom  4:15

Y ÀquŽ naci—n grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? Deut  4:8

porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley ser‡n justificados. Rom  2:13

Todo aquel que comete pecado, infringe tambiŽn la ley; pues el pecado es infracci—n de la ley. 1Jn  3:4

Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley tambiŽn perecer‡n; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley ser‡n juzgados; Rom  2:12

Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que est‡n bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; Rom  3:19

ÀQuŽ ventaja tiene, pues, el jud’o? Ào de quŽ aprovecha la circuncisi—n? Rom  3:1

Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. 2 ÀPues quŽ, si algunos de ellos han sido incrŽdulos? ÀSu incredulidad habr‡ hecho nula la fidelidad de Dios? 3 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como est‡ escrito:

      Para que seas justificado en tus palabras,

      Y venzas cuando fueres juzgado. Rom  3:2-4

Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que est‡n bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 9 ya que por las obras de la ley ningœn ser humano ser‡ justificado delante de Žl; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Rom  3:19,20

Estoy maravillado de que tan pronto os hay‡is alejado del que os llam— por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 6 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 7 Mas si aun nosotros, o un ‡ngel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 8 Como antes hemos dicho, tambiŽn ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habŽis recibido, sea anatema. G‡l 1:6-9

y ser hallado en Žl, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; Fil  3:9

la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en Žl. Porque no hay diferencia, Rom  3:22

Al que no conoci— pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuŽsemos hechos justicia de Dios en Žl. 2Cor  5:21

Y a los que predestin—, a Žstos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a Žstos tambiŽn justific—; y a los que justific—, a Žstos tambiŽn glorific—. Rom  8:30

ÀQuiŽn acusar‡ a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 33 ÀQuiŽn es el que condenar‡? Cristo es el que muri—; m‡s aun, el que tambiŽn resucit—, el que adem‡s est‡ a la diestra de Dios, el que tambiŽn intercede por nosotros. Rom  8:33,34

Lecci—n cuatro- Elecci—n

Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino tambiŽn para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros 16 (como est‡ escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien crey—, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. 17 ƒl crey— en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le hab’a dicho: As’ ser‡ tu descendencia. 18 Y no se debilit— en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien a–os), o la esterilidad de la matriz de Sara. 19 Tampoco dud—, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleci— en fe, dando gloria a Dios, Rom  4:20

plenamente convencido de que era tambiŽn poderoso para hacer todo lo que hab’a prometido; 21 por lo cual tambiŽn su fe le fue contada por justicia. Rom  4:16-22

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvaci—n a todos los hombres, 11 ense–‡ndonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 12

aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestaci—n gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 13 quien se dio a s’ mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para s’ un pueblo propio, celoso de buenas obras. 14 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie. Tito 2:11-15

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 8 no por obras, para que nadie se glor’e. 9 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesœs para buenas obras, las cuales Dios prepar— de antemano para que anduviŽsemos en ellas. Ef  2:8-10

Pero alguno dir‡: Tœ tienes fe, y yo tengo obras. MuŽstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostrarŽ mi fe por mis obras. 18 Tœ crees que Dios es uno; bien haces. TambiŽn los demonios creen, y tiemblan. 19 ÀMas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 20 ÀNo fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreci— a su hijo Isaac sobre el altar? 21 ÀNo ves que la fe actu— juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccion— por las obras? 22 Y se cumpli— la Escritura que dice: Abraham crey— a Dios, y le fue contado por justicia, y fue amigo de Dios. 23 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 24 Asimismo tambiŽn Rahab la ramera, Àno fue justificada por obras, cuando recibi— a los mensajeros y los envi— por otro camino? Sant  2:18:25

No todo el que me dice: Se–or, Se–or, entrar‡ en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que est‡ en los cielos. 21 Muchos me dir‡n en aquel d’a: Se–or, Se–or, Àno profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 22 Y entonces les declararŽ: Nunca os conoc’; apartaos de m’, hacedores de maldad. Mt  7:21-23

Lecci—n cinco- Sacrificio eficaz

Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. Mt  22:14

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que est‡n lejos; para cuantos el Se–or nuestro Dios llamare. Hch  2:39

Porque los jud’os piden se–ales, y los griegos buscan sabidur’a; 1Cor  1:22

pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los jud’os ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 1Cor  1:23

mas para los s, as’ jud’os como griegos, Cristo poder de Dios, y sabidur’a de Dios. 1Cor  1:24

Y a los que predestin—, a Žstos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a Žstos tambiŽn justific—; y a los que justific—, a Žstos tambiŽn glorific—. Rom  8:30

quien nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de los tiempos de los siglos, 2Tim  1:9

(pues no hab’an aœn nacido, ni hab’an hecho aœn ni bien ni mal, para que el prop—sito de Dios conforme a la elecci—n permaneciese, no por las obras sino por el que llama), Rom  9:11

Porque los jud’os piden se–ales, y los griegos buscan sabidur’a; 22 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los jud’os ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 23 mas para los s, as’ jud’os como griegos, Cristo poder de Dios, y sabidur’a de Dios. 24 Porque lo insensato de Dios es m‡s sabio que los hombres, y lo dŽbil de Dios es m‡s fuerte que los hombres. 25 Pues mirad, hermanos, vuestra vocaci—n, que no sois muchos sabios segœn la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 26 sino que lo necio del mundo escogi— Dios, para avergonzar a los sabios; y lo dŽbil del mundo escogi— Dios, para avergonzar a lo fuerte; 1Cor  1:22-27

Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Rom  11:29

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, esp’ritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Se–or Jesucristo. 1Tes 5:23

Fiel es el que os llama, el cual tambiŽn lo har‡. 1Tes 5:24

Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los s, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo: Judas 1

el cual tambiŽn os confirmar‡ hasta el fin, para que se‡is irreprensibles en el d’a de nuestro Se–or Jesucristo. 1Cor 1:8

Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comuni—n con su Hijo Jesucristo nuestro Se–or. 1Cor 1:9

Lecci—n seis- Iglesia

Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Se–or, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. Hch  13:48

Pablo, siervo de Dios y ap—stol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es segœn la piedad, Tito 1:1

Y queriendo Žl pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los disc’pulos que le recibiesen; y llegado Žl all‡, fue de gran provecho a los que por la gracia hab’an cre’do; Hch  18:27

quien nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de los tiempos de los siglos, 2Tim  1:9

Lecci—n siete- Seguridad

Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Se–or, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. Hch  13:48

Pablo, siervo de Dios y ap—stol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es segœn la piedad, Tito 1:1

Y queriendo Žl pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los disc’pulos que le recibiesen; y llegado Žl all‡, fue de gran provecho a los que por la gracia hab’an cre’do; Hch  18:27

quien nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de los tiempos de los siglos, 2Tim  1:9

Y a los que predestin—, a Žstos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a Žstos tambiŽn justific—; y a los que justific—, a Žstos tambiŽn glorific—. Rom  8:30

ÀQuŽ, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ÀquiŽn contra nosotros? 31 ƒl que no escatim— ni a su propio Hijo, sino que lo entreg— por todos nosotros, Àc—mo no nos dar‡ tambiŽn con Žl todas las cosas? 32 ÀQuiŽn acusar‡ a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 33 ÀQuiŽn es el que condenar‡? Cristo es el que muri—; m‡s aun, el que tambiŽn resucit—, el que adem‡s est‡ a la diestra de Dios, el que tambiŽn intercede por nosotros. Rom  8:30-34

Por tanto, Jesœs es hecho fiador de un mejor pacto. 22 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no pod’an continuar; 23 mas Žste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;:24 por lo cual puede tambiŽn salvar perpetuamente a los que por Žl se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 25 Porque tal sumo sacerdote nos conven’a: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho m‡s sublime que los cielos; 26 que no tiene necesidad cada d’a, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciŽndose a s’ mismo. 27 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a dŽbiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre. Heb  7:23-28

Y dar‡ a luz un hijo, y llamar‡s su nombre JESòS, porque Žl salvar‡ a su pueblo de sus pecados. Mt  1:21

as’ como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. Jn  10:15

Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el reba–o en que el Esp’ritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Se–or, la cual Žl gan— por su propia sangre. Hch  20:28

que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvaci—n que est‡ preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 1Ped  1:5

Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los s, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo: Judas 1

Y a aquel que es poderoso para guardaros sin ca’da, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegr’a, 24 al œnico y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. AmŽn. Judas 24,25

Y el Se–or me librar‡ de toda obra mala, y me preservar‡ para su reino celestial. A Žl sea gloria por los siglos de los siglos. AmŽn. 2Tim  4:18

Por tanto, Jesœs es hecho fiador de un mejor pacto. Heb 7:22

por lo cual puede tambiŽn salvar perpetuamente a los que por Žl se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Heb 7:25

Y todo aquel que tiene esta esperanza en Žl, se purifica a s’ mismo, as’ como Žl es puro. 1Jn  3:3

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en Žl; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 1Jn  3:9

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. 1Jn  5:18

Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis s; solamente que no usŽis la libertad como ocasi—n para la carne, sino serv’os por amor los unos a los otros. G‡l. 5:13

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Ef  2:8

no por obras, para que nadie se glor’e. Ef 2:9

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesœs para buenas obras, las cuales Dios prepar— de antemano para que anduviŽsemos en ellas. Ef  2:10

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvaci—n a todos los hombres, Tito 2:11

ense–‡ndonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, Tito 2:12

Pero alguno dir‡: Tœ tienes fe, y yo tengo obras. MuŽstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostrarŽ mi fe por mis obras. Sant  2:18

Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habr’an permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 1Jn  2:19

No todo el que me dice: Se–or, Se–or, entrar‡ en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que est‡ en los cielos. 21 Muchos me dir‡n en aquel d’a: Se–or, Se–or, Àno profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 22 Y entonces les declararŽ: Nunca os conoc’; apartaos de m’, hacedores de maldad. Mt  7:21-23

Examinaos a vosotros mismos si est‡is en la fe; probaos a vosotros mismos. ÀO no os conocŽis a vosotros mismos, que Jesucristo est‡ en vosotros, a menos que estŽis reprobados? 2Cor  13:5

Por tanto, amados m’os, como siempre habŽis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho m‡s ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvaci—n con temor y temblor, 12 porque Dios es el que en vosotros produce as’ el querer como el hacer, por su buena voluntad. Fil  2:12,13

desead, como ni–os reciŽn nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezc‡is para salvaci—n, 1Ped  2:2

AcerquŽmonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Heb  4:16 La copa de bendici—n que bendecimos, Àno es la comuni—n de la sangre de Cristo? El pan que partimos, Àno es la comuni—n del cuerpo de Cristo? 16

Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 1Cor  10:16,17

Si soport‡is la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque hijo es aquel a quien el padre no disciplina?:7 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 8 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los vener‡bamos. ÀPor quŽ no obedeceremos mucho mejor al Padre de los esp’ritus, y viviremos? 9 Y aquŽllos, ciertamente por pocos d’as nos disciplinaban como a ellos les parec’a, pero Žste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 10 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero despuŽs da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Heb  12:7-11

que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2Tim  4:2

 

 

 



[i]. Aqu’ la palabra irresistible significa Òno resistido con ŽxitoÓ. Todos nosotros intentamos resistirnos ante la venida de Cristo, y simplemente no tenemos Žxito, Ágracias a Dios!

[ii]. Aun cuando la Biblia ense–a que Dios resucitar‡ toda la humanidad, esto no es una promesa desde el punto de vista de los pecadores. Para ellos, es una amenaza. En el contexto, Jesœs claramente usa la idea de la resurrecci—n como un sin—nimo paraÇsalvÈ.

[iii]. Con frecuencia Pablo usa la palabra griegos como sin—nimo de gentiles en general.

[iv]. Es interesante que en el griego original, la palabra para llamamiento y la palabra para escogido suenan similares. Es f‡cil ver c—mo Pablo asoci— los dos conceptos. (La etimolog’a de estas palabras parece ser distinta, no obstante).