Usando con permiso por Logoi,
LOS ANCIANOS
Docentes y Gobernantes
Iguales en poder s distintos en oficio
por Les Thompson
El Coraz—n del Anciano (I Tes. 2)
ANTECEDENTES:
Hechos 16 Pablo y BernabŽ rumbo a Asia
V. 6 ÒHabiŽndoles impedido el Esp’ritu Santo que predicar‡n la Palabra en la provincia de Asia, ni en Bitinia, le abre la puerta a Macedonia.
Hec 16:9 ..."ÁPasa a Macedonia y ayœdanos!"
Llega a la ciudad de Filipos
Encuentra a Lidia (vs. 14)
14 Entonces escuchaba cierta mujer llamada Lidia, cuyo coraz—n abri— el Se–or para que estuviese atenta a lo que Pablo dec’a. Era vendedora de pœrpura de la ciudad de Tiatira, y temerosa de Dios.
Pablo y Silas en Prisi—n
Hch 16:31: ÒCree en el Se–or Jesœs y ser‡s salvo, tœ y tu casaÓ
Hechos 17: En Tesal—nica:
Predica en la sinagoga tres s‡bados
Jas—n: perseguido/Pablo y BernabŽ escondido
Un mes de trabajo -- Áy establece una iglesia!
LA PRIMERA IGLESIA EN EUROPA — GRECIA
Ahora el Ap—stol, fundador de la iglesia a los gentiles, les escribe: 1Tesalonicenses 2:
1 Porque vosotros mismos sabŽis, hermanos, en cuanto a nuestra visita a vosotros, que no fue en vano.
2 Al contrario, a pesar de que hab’amos padecido antes y hab’amos sido maltratados en Filipos, como sabŽis, tuvimos valent’a en nuestro Dios para anunciaras el evangelio de Dios en medio de grande conflicto.
En el cap’tulo describe:
á La condici—n del hombre:
á La respuesta de Dios:
á La gracia salvadora
3 Pues nuestra exhortaci—n no proced’a de error ni de motivos impuros, ni fue con enga–o.
4 M‡s bien, segœn fuimos aprobados por Dios para ser encomendados con el evangelio, as’ hablamos; no como quienes buscan agradar a los hombres, sino a Dios quien examina nuestros corazones.
5 Porque, como sabŽis, nunca usamos palabras lisonjeras ni tampoco palabras como pretexto para la avaricia; Dios es testigo.
6 Tampoco buscamos gloria de parte de los hombres, ni de vosotros, ni de otros; aunque podr’amos haberos sido carga como ap—stoles de Cristo.
7 M‡s bien, entre vosotros fuimos tiernos, como la nodriza que cr’a y cuida a sus propios hijos.
8 Tanto es nuestro cari–o para vosotros que nos parec’a bien entregaros no s—lo el evangelio de Dios sino tambiŽn nuestras propias vidas, porque habŽis llegado a sernos muy amados.
9 Porque os acord‡is, hermanos, de nuestro arduo trabajo y fatiga; que trabajando de d’a y de noche para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.
10 Vosotros sois testigos, y Dios tambiŽn, de cu‡n santa, justa e irreprensiblemente actuamos entre vosotros los creyentes.
11 En esto, sabŽis que fuimos para cada uno de vosotros como el padre para sus propios hijos: Os exhort‡bamos, os anim‡bamos
12 y os insist’amos en que anduvieseis como es digno de Dios, que os llama a su propio reino y gloria.
I. EL COMIENZO DEL CONCEPTO DE ANCIANO
A. El Oficio de Anciano Gobernante
Su primera menci—n: en el Antiguo Testamento.
Hebreo: ÒZagenÓ equivale al Griego: ÒPresb’terosÓ
Lev’tico 19:32 Ante las canas te pondr‡s de pie. Dar‡s honor al anciano (zagen) y tendr‡s temor de tu Dios. Yo, Jehov‡.
Zagen = Òser viejoÓ o ÒbarbudoÓ o ÒcanosoÓ
á Hoy d’a ensalzamos, adoramos a la juventud.
á No as’ en la antigŸedad: Se honraba al de edad por su experiencia y sabidur’a.
Ejemplo: Eliœ (Job 32:6)
Entonces intervino Elihœ hijo de Beraquel el buzita y dijo: - Yo soy menor en a–os, y vosotros sois ancianos; por eso tuve miedo y tem’ declararos mi opini—n. 7 PensŽ que hablar’an los d’as, y los muchos a–os dar’an a conocer sabidur’a.
B. Su Funci—n
ÒGerusiaÓ — Hebreo = concilio de Ancianos que guiaban a la tribu, familia, al pueblo, o comunidad.
Parece que se estableci— esta costumbre en Israel durante su cautiverio, antes de MoisŽs.
MoisŽs y Getro (Ex. 18:13 explica el cambio):
Coppes (un historiador, p.43) comenta:
ÒPreviamente MoisŽs hab’a instruido al pueblo a que eligieran jueces. Hab’an de escoger estos candidatos de entre los hombres de alta estima (hombres que hab’an sido ancianos, jefes de familias). Hasta este momento solo hab’an sido ancianos. Ahora se les dio una funci—n adicional: la de ser jueces en Israel. Esta costumbre de ser dirigidos por ancianos - jueces - persisti—.Ó
JosuŽ: Estableci— un concilio en cada comunidad.
De 16:18 "Pondr‡s jueces y magistrados para ti en todas las ciudades que Jehov‡ tu Dios te da en tus tribus, para que juzguen al pueblo con justo juicio.
C. Sus deberes: Arbitrar: en las puertas de la ciudad, donde la gente ven’a en busca de justicia.
á Disputas civiles (Dt. 21 - 25; Prov. 31:23)
á Casos de homicida (JosuŽ 20:4).
á Deberes espirituales: representando al pueblo ante Dios (ejemplo, De. 26)
á Poniendo sus manos sobre la cabeza del cordero sacrificado por el pecado del pueblo (Lv 4:13-15)c
á Vemos as’ que, a travŽs de la antigua historia, los ancianos de Israel ten’an responsabilidades c’vicas tanto como religiosas.
En ese sentido, eran pastores de la grey de Dios.
2. El Anciano en sus etapas hist—ricas:
A. La sinagoga y los ancianos
Durante el per’odo del cautiverio en Babilonia
naci— el concepto de establecer una ÒsinagogaÓ para proveer instrucci—n B’blica a los jud’os lejos de su patria y templo:
ÒLos s‡bados los Jud’os se congregaban para escuchar a los ancianos piadosos y temerosos de Dios para escuchar la Palabra de Dios y adoraci—nÓ (I.S.B.E p. 2878).
DespuŽs del exilio, fue instituida el concepto de una sinagoga en toda regi—n de Palestina.
Los ancianos fueron escogidos de entre los Concilios como maestros.
ÒEra el deber de estos ancianos gobernantes controlar los servicios de adoraci—n. Por ejemplo, decidir quien leer’a de la Ley y los Profetas (Hechos 13:15, ver Lucas 13:14) ellos controlaban las discusiones, y manten’an el ordenÓ (I.S.B.E., p 2878).
B. En los templos en los d’as de Cristo
1. Cuando naci— Jesœs, el gobierno de ancianos se hab’a institucionalizado en el Sanedr’n, supremo concilio.
Este era el cuerpo que guiab los asuntos jud’os en JerusalŽn,.un concilio compuesto de l’deres y sacerdotes laicos, llamados Gerusia:
ÒSu composici—n era de 71 miembros, teniendo como presidente al sumo sacerdote, e incluyendo las cabezas de las familias sacerdotales (los oficiales sacerdotales), tambiŽn l’deres de el laicado aristocr‡tico (es decir Ancianos) y un nœmero de EscribasÓ(Brown, Vol I, p 363).
A–ade Miller (p. 35)
ÒEn cada sinagoga hab’a una mesa (un asiento especial) de ancianos, consistiendo de 3 personas, cuya responsabilidad era la inspecci—n , el gobierno, y la disciplina en la sinagoga. Ellos formaban un consejo de gobernantes que censuraba, exclu’a y, en una palabra, juzgaba al pueblo para regularizar el bienestar de la congregaci—n (sinagoga). Estos distinguidos de la congregaci—n ten’an t’tulos apropiados, indicando su puesto de honor y de sus poderes individuales. As’ ten’an ciertos asientos que representaban su autoridad sobre la congregaci—n. . . . Normalmente era un banco que formaba un semic’rculo. En el centro se sentaba el de m‡s poder y honorÓ (Miller p. 39).
2. Dos cargos principales se establecieron:
á El de ense–ar (proteger de error).
á El de gobernar en asuntos religiosos.
3. Cristo ante ellos:
Marcos 12:27-78
á ÀCon quŽ autoridad haces estas cosas?, preguntaron a Jesœs.
á ÀQuiŽn te dio autoridad?
Consideraban las ense–anzas de Jesœs blasfemas.
Quer’an proteger sus costumbres.
4. Los Fariseos
Esta ÒsectaÓ (agrupaci—n) origino en el periodo de los Macabeos (comenzaron su revuelta en 167 a. C.)
Eran los fundamentalistas / separados (Hasidim)
a) Su funci—n:
á Preservar las tradiciones hebreas
á Enaltecer la ley de Dios
á Vivir vidas ejemplares
b) Gradualmente se endurecieron
á La adoraci—n se converti— en formalismo ritual
á La palabra se perverti—; cambiaron la ley, ajust‡ndola a sus interpretaciones.
Como dec’a Jerem’as 50:6 "Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar. Las descarriaron por las colinas; anduvieron de monte en colina, y se olvidaron de sus prados de reposoÓ.
c) Jesœs los describe (Marcos 12:38-39 y Mateo 23)
ÒLa salud y efectividad de la iglesia depende de la dedicaci—n, fidelidad y perseverancia de sus ancianos. Como son los ancianos as’ ser‡ la iglesia.Ó (Berghoef y DeKoster, p. 143). |
C. LA TRANSICIîN DE SINAGOGA A IGLESIA
1. La primera menci—n de ÒancianosÓ en la Iglesia cristiana:
Hechos 11: una ofrenda de Antioqu’a a los santos en JerusalŽn para ser entregada a los ancianos.
Dice Coppes: ÒNo hay antecedente en el Nuevo Testamento indicando quienes son estos ancianos en la iglesia. Se asume que los lectores sab’anÓ (p 97).
Dice Brown: San Lucas no solo es el primero en usar el nombre ÒCristianosÓ para los seguidores de Cristo (He 11:26) Žl tambiŽn es el primero en introducir el termino presb’teros (la palabra Griega para anciano) en el mismo contexto, es decir, para describir a los hombres que ejerc’an el liderazgo en la Iglesia Cristiana en JerusalŽn, siguiendo el patr—n de la sinagoga hebrea (He 11:30; 21:18). Sigueindo la analog’a del Sanedr’n, y esto presupone una Gerusia, o concilio de Ancianos, se establece el role principal de los ap—stoles: el del liderazgo. Ambos son mencionados en Hechos 15:2, 4, 6, 22f y 16:4. Al adoptar esta terminolog’a, San Lucas facilita la continuidad entre el Pacto Antiguo y el Pacto Nuevo. El dio expresi—n a la continuaci—n de la vieja estructura en la iglesia que ahora emerg’a. Usa el tŽrmino al describir las iglesias establecidas por el Ap—stol Pablo (Hch 14:23 y la menci—n de ancianos de Ef, Hch 20:17). Ya para los tiempos en que se escribi— este libro de los Hechos, es evidente que las iglesias que fund— San Pablo en Asia menor hab’an adaptado el sistema presbiteriano (presb’teros) de gobiernoÓ (p 199).
2. Los dem‡s Ap—stoles no cambiaron el sistema.
Pablo y BernabŽ Òdesignaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Se–or en quien hab’an cre’doÓ (Hechos 14:23).
á En JerusalŽn: (Hechos 15) los ancianos formaban parte del concilio.
á El anuncio para iglesias Gentiles: vino de parte de los Ap—stoles y los ancianos (Hch 15:23).
CONCLUSIîN:
Desde el principio de la Iglesia Cristiana, los ancianos son apartados por Dios para servir como l’deres:
Al revisar la historia, ser’a f‡cil ver todo como un sistema fabricado por hombres.
No, Áeste fue el plan de Dios! Es un sistema b’blico.
VŽase el lugar de MoisŽs (y del anciano):
Les levantarŽ un profeta como tœ, de entre sus hermanos. Yo pondrŽ mis palabras en su boca, y Žl les hablar‡ todo lo que yo le mande. 19 Y al hombre que no escuche mis palabras que Žl hablar‡ en mi nombre, yo le pedirŽ cuentas. 20 Pero el profeta que se atreva a hablar en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morir‡.' 21 "Puedes decir en tu coraz—n: 'ÀC—mo discerniremos la palabra que Jehov‡ no ha hablado?' 22 Cuando un profeta hable en el nombre de Jehov‡ y no se cumpla ni acontezca lo que dijo, Žsa es la palabra que Jehov‡ no ha hablado. Con soberbia la habl— aquel profeta; no tengas temor de Žl (De 18: 18-22).
Vemos que los ancianos gobernantes han de ser:
á hombres capaces
á temerosos de Dios
á veraces, que aborrecen ganancias deshonestas
á hombres que pueden juzgar al pueblo de Dios
Comp‡rese con 1 Pedro 5:1-4 ÒA los ancianos entre vosotros les exhorto, yo anciano tambiŽn con ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y tambiŽn participante de la gloria que ha de ser revelada: 2 Apacentad el reba–o de Dios que est‡ a vuestro cargo, cuid‡ndolo no por la fuerza, sino de buena voluntad segœn Dios; no por ganancias deshonestas, sino de coraz—n; 3 no como teniendo se–or’o sobre los que est‡n a vuestro cargo, sino como ejemplos para el reba–o. 4 Y al aparecer el Pr’ncipe de los pastores, recibirŽis la inmarchitable corona de gloria.Ó
II. EL OFICIO DE LOS ANCIANOS
Introducci—n
Sabemos hoy d’a lo que es un:
Alba–il Abogado
Carpintero Pastor
Cocinero Enfermero
Taxista Pol’tico
Medico Profesor
ÀSabemos quŽ es un Anciano docente o gobernante?
Recuerdo mi segundo pastoreado en Miami, la iglesia Presbiteriana Le Jeune
En una reuni—n del Consistorio el secretario dijo: ÒEl domingo entrante nos toca anunciar la elecci—n de nuevos ancianos, para luego tener la elecci—n de aqu’ a dos semanas.Ó Y propuso el nombramiento de tres personas.
ÒPerdone, es me primer a–o...lo se, pero creo que debemos considerar la Biblia y el sistema presbiteriano. Mejor doy 2-3 mensajes sobre los requerimientos. Luego tendremos la selecci—n.
Secretario: ÒNunca lo hemos hecho as’Ó.
Yo: ÒLos tres nombrados, ÀquŽ cualidades tienen?Ó
Lo importante al elegir a los ancianos es recordar que:
1. No es lo que pensemos nosotros, en cuanto a quiŽn debe ocupara este oficicio, sino
2. Lo que Dios nos ha indicado en su Palabra en cuanto a estos l’deres (estœdiese 1Ti.3:1-7; Tito 1:5-11).
II. ÀQUE NOS DICE LA BIBLIA DEL OFICIO DEL ANCIANO?
(El orgullo de ser presbiteriano es precisamente este: ser guiados por la Biblia, no por opiniones humanas).
A. LAS PALABRAS USADAS AL TRATAR ESTE NOMBRAMIENTO
1. Presb’teros (griego) traducido Anciano: significa
á Viejo
á Barbudo
á Madurez venida por a–os de experiencia
2. Ep’scopos (griego) traducido ÒobispoÓ, quiere decir:
epi = mirar por encima de (supervisar), es decir:
cuidar de escudri–ar
observar inspeccionar
revisar examinar
scopeo = mirar (de ah’, microscopio, telescopio)
En Hechos 20; Tito 1; I Pedro 5 (se usan las dos palabras, ep’scopos y presb’teros, intercambiablemente)
James Montgomery Boice dice: ÒLa palabra episcopos (obispo) se usa como un tŽrmino para describir el oficio de un anciano. Obispo no denota un puesto m‡s elevado en la iglesia de Jesucristo con autoridad sobre el clero, mas bien trata de una funci—n particular del anciano, es decir, la de tener el cuidado espiritual sobre el reba–o de DiosÓ (p.636).
1. Presb’tero = describe el car‡cter: persona sabia, madura
2. Episcopos = describe el oficio, la funci—n, el cuidado o supervisi—n de la iglesia
B. EL ANCIANO DOCENTE ( el pastor)
El termino ÒdocenteÓ (que ense–a) tiene que ver con:
1. El llamado de Dios a un individuo para que pastorŽe Sus ovejas:
a. Pablo a Timoteo: ÒPor esta raz—n, te vuelvo a recordar que avives el don de Dios que est‡ en ti por la imposici—n de mis manosÓ (2Ti 1:6).
b. ÒDe manera que tenemos dones que var’an segœn la gracia que nos ha sido concedida: Si es de profec’a, œsese conforme a la medida de la feÓ (Rom 12:6).
c. ÒAhora bien, hay diversidad de dones; pero el Esp’ritu es el mismoÓ (1Co 12:4). ÒY Žl mismo constituy— a unos ap—stoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestrosÓ (Ef 4:11).
2. Vocaci—n —es un llamado divino. Ejemplo:
a. (Rom 1:1) Pablo, siervo de Cristo Jesœs,
b. llamado a ser ap—stol;
c. apartado para el evangelio de Dios
3. Dones — ÒespiritualesÓ otorgados por el Esp’ritu Santo para que puedan cumplir con este oficio:
ÒDe manera que tenemos dones que var’an segœn la gracia que nos ha sido concedidaÓ (Ro 12: 6-8; vŽase 1 Co 12:28).
a. profec’a
b. servicio
c. ense–anza;
d. exhortaci—n
e. liberalidad
f. presidir
g. misericordia —
(En los videos de LOGOI para el curso, Los Dones del Esp’ritu Santo, el Dr. Imitian dice:
ÒCuando Pablo dice que los dones tienen el fin de servir para el bien comœn o, como dice en Efesios 4:12, Òa fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificaci—n del cuerpo de Cristo: esa palabra ÒcapacitarÓ significa Òponer los huesos en correcta posici—n.Ó TambiŽn es usada por los pescadores cuando vuelven a tejer (remiendan) sus redes. En otras palabras, el cuerpo de Cristo no puede funcionar debidamente, o pescar con Žxito, si sus miembros no est‡n ejerciendo sus dones. Cada miembro debe estar funcionando en el cumplimiento de su ministerio, no solo los pastores.Ó)
Dones b‡sicos para el anciano docente dados por el Esp’ritu Santo son:
1. Ense–ar (trat‡ndose de la Palabra de Dios)
2. Dirigir / Administrar (asuntos espirituales)
Dados para que su iglesia este debidamente encaminada.
TEXTOS QUE ACLARAN ESTOS DEBERES
Hch 20:17 Desde Milito, Pablo envi— a Efeso e hizo llamar a los ancianos (presb’teros) de la iglesia.
Hch. 20:28 Tened cuidado por vosotros mismos y por todo el reba–o sobre el cual el Esp’ritu Santo os ha puesto como obispos [episcopos, que gu’an y gobiernan], para pastorear la iglesia del Se–or, la cual adquiri— para s’ mediante su propia sangre.
Hch 20:29-31 Porque yo sŽ que despuŽs de mi partida entrar‡n en medio de vosotros lobos rapaces [doctrinas diab—licas] que no perdonar‡n la vida al reba–o; y que de entre vosotros mismos se levantar‡n hombres que hablar‡n cosas perversas [doctrinas extra–as] para descarriar a los disc’pulos tras ellos. Por tanto, velad, acord‡ndoos que por tres a–os, de noche y de d’a, no cesŽ de amonestar con l‡grimas a cada uno.
1Ti 3:2-4 Entonces es necesario que el obispo [episcopos] sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospitalario, apto para ense–ar; [habilidad y don, con un car‡cter que muestra madurez, visto por su habilidad de ense–ar y gobernar] no dado al vino; no violento, sino amable; no contencioso ni amante del dinero. Que gobierne bien su casa y tenga a sus hijos en sujeci—n con toda dignidad. Porque si alguien no sabe gobernar su propia casa, Àc—mo cuidar‡ de la iglesia de Dios?
1Te 3:12 El Se–or os multiplique y os haga abundar en amor unos para con otros y para con todos, tal como nosotros para con vosotros;
C. RESPONSABILIDADES O CARGOS
Diferenciaci—n de cargos que debemos recordar
a) El ÒAnciano DocenteÓ encargado de la ense–anza
Es examinado y ordenado por el presbiterio pero elegido por la congregaci—n que sirve; a su vez, responde al presbiterio del cual es miembro (no es miembro de la iglesia local).
b) Los ÒAncianos GobernantesÓ que juntamente con el pastor son los encargados del gobierno de la iglesia:
Son examinados y elegidos por la congregaci—n de la cual son comisionados representantes, y responden a la congregaci—n y al presbiterio.
c) Ambos, pastor y ancianos gobernantes son Ancianos pero con distintos cargos.
1. El ANCIANO DOCENTE (pastor)
Recuerde el modelo que se ha de seguir: Cristo Jesœs y su esp’ritu de SIERVO: ÒNo he venido para ser servido sino para servirÓ. Como Jesœs, los pastores deben exhibir toda humildad, despoj‡ndose de todo orgullo y, con toalla a mano, servir a todos los que llevan el nombre de Cristo con amor y mansedumbre.
a. El Pastor principalmente tienen el deber de instruir las ÒovejasÓ de Dios, cuyas caracter’sticas son:
á Sin gu’a se pierden
á Solos no conocen el camino
á No saben como defenderse
á F‡cilmente se extrav’an
á Hay que llevarlas al agua y al pasto
á Necesitan protecci—n de los lobos
b. Es como un MAYORDOMO:
Un mayordomo en tiempos b’blicos
á tenia las llaves de la casa del due–o
á supervisaba a todos los siervos
á administraba responsablemente
á Era un siervo con autoridad.
1Pe 5:1-4 A los ancianos entre vosotros les exhorto, yo anciano tambiŽn con ellos [Pablo se presenta a si mismo como ejemplo], testigo de los sufrimientos de Cristo y tambiŽn participante de la gloria que ha de ser revelada. Apacentada el reba–o de Dios que est‡ a vuestro cargo [sentido = mayordomo], cuid‡ndolo no por la fuerza, sino de buena voluntad segœn Dios; no por ganancias deshonestas, sino de coraz—n; no como teniendo se–or’o sobre los que est‡n a vuestro cargo, sino como ejemplos para el reba–o. Y al aparecer el Pr’ncipe de los pastores, recibirŽis la inmarchitable corona de gloria.
c. ÒSiervoÓ: describe su actitud ante la congregaci—n
Òno como teniendo se–or’o sobre los que est‡n a vuestro cargo, sino como ejemplos para el reba–oÓ
á Debe seguir el ejemplo de Cristo: ÒNo he venido para ser servido, sino para servir. . .Ó
á Como nos dijo Jesœs, debe tener la disposici—n del siervo que lava los pies a todos
d. Un Ejemplo:
ÒCiertamente as’ ha dicho el Se–or Jehov‡: "He aqu’, yo mismo buscarŽ mis ovejas y cuidarŽ de ellas. 12 Como el pastor cuida de su reba–o cuando est‡ entre las ovejas dispersas, as’ cuidarŽ de mis ovejas y las librarŽ en todos los lugares a donde han sido dispersadas en el d’a del nublado y de la oscuridad. 13 Las sacarŽ de los pueblos, las reunirŽ de los pa’ses y las traerŽ a su propia tierra. Las apacentarŽ en los montes de Israel, en las quebradas y en todos los lugares habitados del pa’s. 14 En buenos pastos las apacentarŽ, y en los altos montes de Israel tendr‡n su pastizal. Se recostar‡n en el buen pastizal, y se apacentar‡n con pastos abundantes sobre los montes de Israel. 15 Yo apacentarŽ mis ovejas y las harŽ recostar, dice el Se–or Jehov‡. 16 BuscarŽ a la perdida y harŽ volver a la descarriada. A la perniquebrada vendarŽ, y fortalecerŽ a la enferma. Y a la engordada y a la fuerte guardarŽ. Las apacentarŽ con justiciaÓ (Ezequiel 34:11).
e. El Criterio para seleccionarlos
1. ÀDa el candidato evidencia de los dones necesarios para ejercer tal liderazgo y ministerio?
á Persona que exhibe el talento de liderazgo
á Conoce la Palabra de Dios
á Tiene adecuada preparaci—n b’blica
á Tiene adecuada educaci—n general
á Da buenos y sabios consejos
á Es estudioso de la Palabra
á Ama sinceramente a Dios
á Ama al reba–o de Dios (compasivo)
2. ÀTiene el candidato un sentido de llamado para ejercer esta vocaci—n?
á Tiene una interna convicci—n de que Dios le ha llamado para servir en este cargo
á Desea servir al pueblo de Dios
á Siente vocaci—n para el ministerio
á Quiere involucrarse con las necesidades
á No teme cargar responsabilidad
3. ÀTiene las cualidades espirituales para ejercer este oficio?
Dijo Spurgeon: ÒSi un hombre ha sido llamado para predicar, ya Dios le habr‡ dotado con cierta capacidad para hacerlo, la cual podr‡ cultivar y mejorar. Pero si la habilidad y dones no est‡n presentes desde el inicio, no es probable que se han de evidenciar en el futuro.Ó
Un pastor con un colega observaban a dos personas en la piscina tratando de hacer clavados. ÒÁQuŽ desastre!—dijo el primero—Las piernas no siguen al cuerpo en linea perfecta. Mira que torcido entra al aguaÓ.
ÒY pensar—dijo el otro—que quieren ir a las Olimpiadas Mundiales para representar la patriaÓ.
ÒÀNo te parece peor—pregunt— el primero—que una persona, que pretenda ser predicador del Rey de Reyes, sea alguien que no tiene los talentos ni los conocimientos ni da evidencia de tener un llamado divino?Ó
ÒEfectivamente. ÁPobre congregaci—n que tenga que ser v’ctima de tal pastor: sin vocaci—n, sin preparaci—n, y sin un llamado claro de Dios!Ó
2. LOS ANCIANOS GOBERNANTES
1Ti 5:17 Los ancianos que dirigen bien sean tenidos por dignos de doble honor, especialmente los que trabajan arduamente en la palabra y en la ense–anza.
(El mero hecho de recibir este nombramiento no le da las virtudes espirituales necesarias para el cargo.)
1. El Anciano Gobernante debe evidenciar:
á El don espiritual de dirigir espiritualmente
á Madurez
á Sabidur’a
á Integridad
á Habilidad para gobernar con prudencia
á Una familia bajo sujeci—n, ejemplar
á Apto para ense–ar
á Un hombre ’ntegro
2. En general, el deber del que gobierna es:
á Fijar un curso — dar direcci—n, poner metas
á Saber a d—nde debe ir en la iglesia
á Los pasos para lograr tales fines
á Lo que se debe hacer luego de llegar a las metas
á Con amor y diligencia guardar la unidad del Esp’ritu en el v’nculo de la paz (Ef 4:3).
3. El deber del ÒconsistorioÓ (grupo de ancianos) es:
a) Sentarse con el pastor para hacer planes y tomar decisiones para el bien de la iglesia.
b) ÒDirigir haciendoÓ, con su propio ejemplo dirigir las actividades en el trabajo de la iglesia.
c) A largo plazo, dar estabilidad a la iglesia, pues pastores entran y salen, pero ellos se quedan.
d) Disciplina: Junto con el pastor, guardar la pureza doctrinal y moral de la iglesia (1 Ti 1:3-4; 6-7; 2:14-15; 4:1-4; 6:3-4; 2Ti 4:1-4).
e) Restaurar al ca’do (Mt 18:15-18; 21-22).
4. ÒApto para ense–arÓ
Debe retener la palabra fiel conforme a la doctrina, para que pueda exhortar con sana ense–anza y tambiŽn refutar a los que se oponen. (Tito 1:9)
a. Ense–anza por ejemplo
á Llegar a la iglesia a hora para cada culto
á Ir a la Escuela Dominical
á Vivir la Palabra: ser ejemplo en todo
b. Ense–anza por conocimiento (comprender‡ que):
á Exhortar demanda estudio, conocimiento
á Refutar demanda estudio y conocimiento, con la elocuencia del saber.
Conclusi—n:
Juan 20:21 Entonces Jesœs les dijo otra vez: "ÁPaz a vosotros! Como me ha enviado el Padre, as’ tambiŽn yo os env’o a vosotros."
ÀComo lo envi— el Padre?
á A amar
á A dirigir
á A servir
á A evangelizar
á A ense–ar
á A morir
á A vivir
Antonio Gracia Cubas en su libro, El Libro de Mis Recuerdos, habla de una tienda en MŽxico llamada La Divina Providencia. Lleg— a estar en tan mal estado que por fin la pintaron, cambiaron las ventanas de cristal que se hab’an roto y la arreglaron toda. ViŽndola tan nuevecita, le cambiaron el nombre: La Reforma de la Divina Providencia.
Al ver el estado actual de la instituci—n de ancianos, pareciera que necesita una Reforma da la Divina Providencia. Pero es m‡s que pintura, es un retorno a lo que esta instituci—n significa b’blicamente.
M‡s y m‡s se oye: ÒNo funciona; el puesto de anciano es un estorboÓ. La gente se olvida que el llamado es espiritual, y que sin tal llamado la iglesia no se sabr’a a quiŽn le corresponde la responsabilidad de guiar, conservar lo b’blico y proteger lo sagrado. Esto dejar’a a la congregaci—n sin autoridad.
Los ÒAncianosÓ son un don de Dios. El no estableci— esa ÒGerusiaÓ meramente para facilitar una cuesti—n organizacional. No, Dios designo a los ancianos como sus representantes autoritarios. Este es el sistema que El quer’a usar para guiar a Su Iglesia.
En Hechos 20 leemos que desde Mileto Pablo envi— a Efeso e hizo llamar a los ancianos de la iglesia. All’ les dijo: ÒTened cuidado por vosotros mismos y por todo el reba–o sobre el cual el Esp’ritu Santo os ha puesto como obispos, para pastorear la iglesia del Se–or, la cual adquiri— para s’ mediante su propia sangreÓ (Hch 20:28).
Comentan Berghoef y DeKoster (p 141-142): ÒLos ancianos de Efeso recordaban que fue Pablo quien los nombro, pero ahora les dice el Ap—stol: El Esp’ritu Santo fue el que les hizo guardianes de la iglesia. De ah’ afirmamos dos cosas:
1. El, Pablo, solo era el instrumento o el medio. El Esp’ritu Santo fue el agente activo en su nombramiento.
2. Por lo tanto, los ancianos no son responsables ante la congregaci—n en el sentido que un pol’tico es responsable a los que le eligieron, sino que los ancianos tienen su autoridad de Dios, y no de la congregaci—n. Son responsable ante la voluntad de Dios œnicamente, ya que El los ha nombrado de acuerdo a Su Sagrada Palabra.
ÒLa salud y efectividad de la iglesia depende de la dedicaci—n, fidelidad y perseverancia de sus ancianos. Como son los ancianos as’ ser‡ la iglesia.Ó (Berghoef y DeKoster, p. 143). |