Cómo crecer en tu don ministerial

 

Dios distribuye los dones espirituales en forma de semilla, sin desarrollar. Tener el don y saber cómo usarlo son dos cosas diferentes.

Identifica tu don

Esto puede tomar tiempo y experimentación, pero un don en particular pronto dominará. La mayoría de las personas en el ministerio tienen más de un don, pero uno será sobresaliente, como la predicación o la enseñanza.

Busque un mentor o un modelo

¿Hay algún ministro experimentado en tu vida que pueda guiarte en el desarrollo de tu don? Si no es así, busca un modelo en Internet o en la literatura. ¿Predicar es tu don? Busca un predicador que admires e imita su estilo.

 

No te preocupes. No te convertirás en un clon. A medida que practiques tu don, te sentirás incómodo actuando exactamente igual que tu modelo. Esto es normal a medida que desarrollas tu propio estilo.

Estudia tu don

Vivimos en una época que haría babear de envidia a los eruditos de siglos pasados. Abundan los recursos sobre cualquier tema: cómo predicar, enseñar, aconsejar, administrar o cualquier otra área del ministerio. Libros, artículos y medios de comunicación proveen más de lo que podríamos consumir sobre cualquier don.

Practica con valentía

La práctica genera confianza. El miedo al fracaso puede ahogar tu desarrollo. Cometerás errores tanto si los temes como si no. Acaba con ellos con valentía. El Señor te cubrirá.

 

En poco tiempo, descubrirás que otros te adoptan como modelo.