por
Roger Smalling, D.
Min
Porque
la gracia de Dios se ha manifestado para salvaci—n
a todos los hombres ... Tito 2:11
Puesto que la
gracia trae salvaci—n, es crucial comprender lo que la gracia significa.
Si preguntamos a
algunos cristianos lo quŽ piensan sobre la gracia, probablemente muchos
estar’an de acuerdo con la siguiente definici—n: La gracia es la bondadosa
disposici—n de Dios para perdonar a los pecadores arrepentidos.
Desafortunadamente,
esta definici—n es solamente una verdad a medias y describe mejor lo que es la misericordia. Algunas veces la Escritura
usa la gracia como un sin—nimo de misericordia. Sin embargo, ser’a una grave
reducci—n limitarla a esto solamente[1]. As’ como los
cimientos mal hechos pueden ocasionar que se derrumbe un edificio, las
doctrinas defectuosas pueden traer consecuencias devastadoras en las doctrinas
vitales.
Gracia significa Òfavor
divino no merecidoÓ. El tŽrmino
griego en el original es caris, que se deriva del verbo charizomai.
Esta palabra significa Òmostrar favor paraÓ
y asume la bondad del dador y la indignidad del recipiente[2]. Cuando charis se usa para
indicar la actividad de Dios, significa Òfavor no merecidoÓ[3].
La gracia y la
misericordia tienen dos distinciones importantes. Primero, la misericordia es
universal en tanto que la gracia es particular. La misericordia se basa en el
mandato universal de Dios de arrepentirnos.
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan É Hechos 17:30
Inherente a este
mandato se asume que el pecador arrepentido ser‡ perdonado. Existe una oferta
divina de misericordia para toda la humanidad. Por esta raz—n, Dios nunca puede
ser acusado de injusto meramente porque algunos reciben una gracia especial.
Dios nunca rechaza a un pecador arrepentido.
Adem‡s, la gracia
nunca ha sido ofrecida a todo el
mundo ni siquiera a los elegidos. La gracia no es una oferta. Es una d‡diva no
merecida y particular en el sentido de que Dios otorga un favor solo a algunos,
no a todos. Vemos esto m‡s claramente en la relaci—n entre gracia y elecci—n.
... ha quedado un remanente escogido por gracia. Romanos 11:5
Por tanto, vemos que
las distinciones claves entre misericordia y gracia son las siguientes: La
misericordia es universal y es ofrecida a todos. La gracia es particular,
otorgada a algunos.
Quien nos salv— y llam— con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino segœn el prop—sito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesœs antes de los tiempos de los siglos. 2Timoteo 1:9
La eternidad no es
tiempo lineal que se extiende indefinidamente, sino una dimensi—n sin tiempo
donde Dios reside[4]. La gracia se origin— all’, m‡s
all‡ del control humano. Nada en nuestra dimensi—n tiempo-espacio continuo fue
causa de su gracia y nada podr’a cambiar la mente de Dios ahora.
Note de nuevo que
2Timoteo 1:9 excluye las obras de la gracia y prop—sito de Dios. No solamente
que la gracia no est‡ asociada con los mŽritos, sino que es lo diametralmente
opuesto, tal como Pablo lo aclara en Romanos 11:6,
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia É
...pues no est‡is bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:14
Una forma segura
para demoler la gracia es mezclarla con algœn mŽrito cualquiera que fuere.
La gracia es una
caracter’stica de cada uno de los miembros de la Trinidad.
Del Padre: É Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Se–or Jesucristo. Romanos 1:7
Del Hijo: Hermanos, la gracia de nuestro Se–or Jesucristo sea con vuestro esp’ritu. AmŽn. G‡latas 6:18
Del Esp’ritu Santo: Y derramarŽ sobre la casa de
David.....Esp’ritu de gracia.... Zacar’as 12:1 ... e hiciere afrenta al
Esp’ritu de gracia. Hebreos 10:29
Para expresar que la
gracia es soberana, Pablo la asocia con su benepl‡cito,
el cual se hab’a propuesto en S’ mismo.
Parece que Dios no consult— con nadie al elegir los recipientes de su gracia,
ni esper— por el permiso de nadie. Vea Efesios 1:7-9.
Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. Efesios 1:6
Por consiguiente,
cualquier ense–anza que ofrezca f—rmulas o tŽcnicas para obtener la aceptaci—n
de Dios, que no sea la gracia sola, es falsa. El perd—n de pecados, la
redenci—n por medio de la sangre de Cristo, la sabidur’a y el entendimiento y
todas las bendiciones espirituales son dados por sola gracia. Vea Efesios 1:1-5.
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvaci—n a todos los hombres, ense–‡ndonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente. Tito 2:11-12.
Incluso durante el
primer siglo existieron movimientos que asociaban la gracia con el libertinaje.
Los ap—stoles nos advirtieron sobre estos en vers’culos como Judas 4:
Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes hab’an sido destinados para esta condenaci—n, hombres imp’os, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios ...
Cualquier
insinuaci—n de que la gracia da a los cristianos libertad para actuar en forma
carnal es herej’a. Los que ense–an tales cosas prueban que no tienen gracia.
As’ tambiŽn aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia Romanos 11:5
Un remanente, por definici—n, se refiere a
unos pocos entre un grupo grande. La œnica raz—n para que exista un remanente a
salvo es la gracia de Dios.
La gracia no se
fundamenta en mŽritos humanos. La pregunta de por quŽ algunos la reciben y
otros no, permanece en el misterio. De nuevo esto parece injusto hasta que nos
damos cuenta de que Dios no debe nada a nadie. Ir—nicamente, los intentos de
resolver el misterio de la gracia terminan en herej’a.
...y el ministerio que recib’ del Se–or Jesœs, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Hechos 20:24
El ministerio del
evangelio no tiene otro mensaje que la gracia de Dios en Cristo. Si esto no es
lo que se estamos predicando, entonces no estamos predicando el evangelio.
Los te—logos
discuten este punto con dos palabras: sinergismo y monergismo.
El sinergismo viene
de dos palabras griegas: syn, ÒjuntosÓ y ergos, ÒobraÓ. Significa que la
salvaci—n es una obra de cooperaci—n entre Dios y el hombre. Segœn este modo de
pensar, el hombre contribuye en algo para su salvaci—n. Sin embargo, su
contribuci—n no es suficiente y necesita ser suplementada por Dios.
Si el sinergismo es
correcto, entonces Dios es un asistente del hombre en sus esfuerzos para
salvarse a s’ mismo. Dios es el agente pasivo que espera que el hombre pida
ayuda. Dios responde a la iniciativa del hombre.
El monergismo viene
de dos palabras griegas: mono, ÒsoloÓ y ergos, ÒobraÓ. Significa que la salvaci—n es un
trabajo de Dios solo. El hombre no es capaz de contribuir. Por tanto, Dios es
el agente activo y el hombre responde a la iniciativa de Dios[5].
ÀQuŽ es lo correcto,
el sinergismo o el monergismo? La respuesta depende de si la fe salvadora es en
s’ misma una obra de la gracia de Dios.
Unos pocos textos
claves resuelven el asunto:
Pero la gracia de nuestro Se–or fue m‡s abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesœs. 1Timoteo 1:14
Aqu’, la gracia trae
las virtudes de la fe y el amor.
...a los que por la gracia hab’an cre’do. Hechos 18:27
Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no s—lo que cre‡is en Žl, sino tambiŽn que padezc‡is por Žl. Filipenses 1:29
El tŽrmino concedido aqu’ es charizomai en griego, que
significa Òdar libremente por graciaÓ.
Significa m‡s que mero permiso para creer. Creer fue algo que Dios obr— en
aquellos creyentes.
Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a m’, si no le fuere dado del Padre. Juan 6:65
Si venir a Cristo
significa creer en Žl, entonces la fe viene de Dios Padre como un obsequio.
Textos similares
son: Hechos 13:48; Hebreos 2:2; Juan 6:44;
Tito 1:1
Una vez que una
persona es salva, Àc—mo obra la gracia y la fe?
Un pecador est‡
muerto en sus pecados, incapaz de generar por su libre albedr’o la fe salvadora
hasta que Dios obre poderosamente en Žl por medio del Esp’ritu por el
evangelio.
Sin embargo, una vez
que el pecador es salvo, la fe activamente transfiere la gracia para el vivir
cristiano. La fe est‡ ya all’ para que el creyente la use para conseguir m‡s
gracia todav’a.
La gracia, en este
punto, muestra su naturaleza multifacŽtica. ...la
multiforme gracia de Dios. (1Pedro 4:10 ) Una vez que un pecador es salvo por
gracia, Žl comienza a aprender a vivir por gracia. El mayor error que un
cristiano puede cometer es suponer que la gracia ya no es necesaria.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado m‡s que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 1Corintios 15:10
La gracia es activa,
no pasiva. Aunque no podemos obtener la gracia por nuestras obras; no obstante,
la gracia resulta en obras. Cuando Lucas dijo sobre los ap—stoles: abundante gracia era sobre todos ellos,
quiso decir que ellos eran productivos por el poder de Dios.
Por quien tambiŽn tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Romanos 5:2
AcerquŽmonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16
Nada m‡s lo hace.
Para que as’ como el pecado rein— para muerte, as’ tambiŽn la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Se–or nuestro. Romanos 5:21
A veces cristianos
intentan vencer el pecado por medio de toda clase de cosas...el legalismo, las
buenas obras, incluyendo el maltrato f’sico del cuerpo. Sin embargo, la gracia
hace la obra porque nada m‡s puede hacerlo.
Tales cosas É no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. Colosenses 2:23
Aunque la gracia es
soberana en la vida del creyente, Dios nos da medios para que nuestra
santificaci—n. Estos medios son la Palabra, la oraci—n y los ministerios de la
Iglesia. Conforme vamos aplicando estos medios, Dios continœa suministr‡ndonos
su gracia para que podamos caminar con Žl. Dios no es dependiente de estos
medios ni nosotros deber’amos asumir que hemos merecido la gracia porque los
hemos aplicado. Nosotros dependemos solamente de la gracia de Dios pero
reconocemos nuestra responsabilidad de aplicar los medios para el fin que Žl
los ha provisto.
Porque Dios es el que en vosotros produce as’ el
querer como el hacer, por su buena voluntad. Filipenses 2:13
La gracia salvadora
es un favor no merecido de Dios. Es soberana y depende exclusivamente de la
voluntad Divina. La gracia es lo opuesto al mŽrito. Aunque Dios ofrece
misericordia a toda la humanidad, bajo la condici—n de arrepentimiento, su gracia
es concedida a un grupo elegido. La gracia es la sola causa de la salvaci—n;
por tanto, esta no se basa en ninguna contribuci—n humana.
La gracia en la vida
del creyente es multiforme. La gracia hace posible que caminemos con Dios y nos
da poder para hacer su obra. Dios solo es la causa de la gracia, aun cuando Žl
requiere que los cristianos apliquen fielmente los medios que Žl ha puesto a su
disposici—n para crecer.
á
La gracia en un favor divino no merecido. Es una cualidad divina
eterna, santa y poderosa.
á
La gracia y la misericordia son similares pero no idŽnticas. La
misericordia es ofrecida a todos pero la gracia es otorgada a algunos.
á
La fe salvadora es una obra de gracia.
á
Los creyentes dependen de Dios solo, por su gracia sustentadora
mientras aplican los medios. Los medios son la Palabra, la oraci—n y los
ministerios de la iglesia.
A muchos de los que disfrutaron de este ensayo,
tambiŽn les gust— nuestro libro
S’, Jesœs
Impreso, Quinadle, PDF
Otras obras por Dr. Smalling se ven a
http://espanol.visionreal.info/
[1]. Ejemplos de gracia usada en esta forma se listan abajo. Sin embargo, podr’a argŸirse que estos textos significan que la misericordia es un componente de la gracia en lugar de un sin—nimo. Efesios 1: 7; Efesios 2:4-5; I Ti 7: 12 - 7 4; He 4:7 6
[2]. Es interesante que la
Enciclopedia Brit‡nica define este tŽrmino con la misma precisi—n:
En
teolog’a cristiana, el regalo no merecido, espont‡neo del divino favor en la
salvaci—n de los pecadores, y la influencia divina operando en el hombre para su
regeneraci—n y santificaci—n.
El
tŽrmino inglŽs es la traducci—n usual del griego Òcharis,Ó que ocurre en el
Nuevo Testamento alrededor de 150 veces (dos tercios de estos en los escritos
que se atribuyen a Pablo). Aun cuando la palabra debe algunas veces ser traducida
en otras formas, el significado fundamental en el Nuevo Testamento y en el uso
teol—gico subsecuente es el contenido en la carta de Pablo a Tito: Porque la gracia de Dios se ha manifestado
para salvaci—n a todos los hombres (2:11).
Enciclopedia
Brit‡nica, Computer Edition, 2001 Search Criteria, Grace
[3]. La gracia se aplica en la vida
cristiana en diferentes formas. Por ahora estamos tratando solamente con la gracia salvadora.
[4]. Is. 57:15 Porque as’ dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad....
[5]. La œnica rama de la teolog’a cristiana que apoya el monergismo es la reformada. Todos las dem‡s apoyan el sinergismo y difieren solamente en el tipo de contribuci—n que el hombre hace para atraer la gracia de Dios.