Música en Culto: 

ÀHimnos Tradicionales o Coros Nuevos?

 

 

por

Roger L. Smalling, D.Min

 

 

En Colombia, un creyente vino para analizar las Doctrinas de la Gracia a travŽs de nuestra literatura. Nunca lo hemos conocido cara a cara. El y su hermana han estado involucrados desde entonces en la plantaci—n de una iglesia reformada. El me escribi— preguntando que clase de mœsica es apropiada en un culto reformado, si contempor‡nea o himnos tradicionales.

 

Esta es mi respuesta:

 

 

Mi querido hermano,

 

La mœsica es tan importante en el culto, que su pregunta no es trivial y amerita una respuesta extensa. Puesto que la mœsica es un elemento clave en la adoraci—n y la adoraci—n es la funci—n principal de los cristianos, segœn Juan 4:24, su inquietud deja de ser una pregunta de simple gusto personal. Sabiendo esto, tenemos la obligaci—n de considerar el asunto a la luz de la raz—n y de la Escritura.

 

El desacuerdo con su hermana puede ser el resultado del cambio que a ustedes dos los ha llevado hacia la fe reformada en primer lugar.....re-examinen sus presuposiciones. Llegar a una convicci—n s—lida es un sentimiento mucho m‡s agradable que la satisfacci—n simple de un gusto personal, pero una convicci—n inamovible no viene f‡cilmente.

 

Me gustar’a proponer 3 principios sobre los cuales usted puede fundamentar sus decisiones sobre la mœsica. Toda mœsica, en el servicio de adoraci—n, debe contener los 3 elementos siguientes: Dios-cŽntrica Culturalmente relevante Art’sticamente buena Cada elemento merece una tesis. Cada uno es defendible b’blicamente.

 

Mœsica Dios-cŽntrica El prop—sito de un culto de adoraci—n, es ADORAR, lo cual parece evidente pero aparentemente no es obvio para muchas iglesias. El prop—sito no es entretenimiento, ni hacernos sentir mejor, ni atraer pecadores. Todo esto puede ocurrir durante la adoraci—n y pasa con frecuencia. Sin embargo, esto nunca debe ser confundido con el PROPîSITO.

 

Recuerde, en un servicio de adoraci—n, la œnica audiencia es Dios. Nosotros estamos all’ para Su placer, Su honor y Su aprobaci—n. Estamos tocando para El, no El para nosotros. Estamos all’ no solamente para obtener una bendici—n, sino para devolver una bendici—n que ya hemos recibido.

 

Si la canci—n enfoca en nuestra experiencia personal con Dios, ÀEs una canci—n "Dios cŽntrica"? Menciono esto porque algunos reformados sienten que las canciones cristianas contempor‡neas enfocan mucho en "Yo" y "Mi". Ellos argumentan que la nueva alabanza es muy yo-cŽntrica porque enfatiza la experiencia personal con Dios, en lugar de Dios mismo. No estoy convencido de que ellos estŽn en lo correcto. Los Salmos est‡n llenos de expresiones acerca de nuestra experiencia con Dios. "Yo amo al Se–or, pues ha o’do mi voz" Salmos 116:1. Salmos como estos, est‡n llenos de escritura y para mi son Dios CŽntrico, aœn si los pronombres "yo" y "mi" se destacan. Ellos glorifican a Dios en la experiencia del hombre con Dios.

 

Mœsica "Dios-cŽntrica" tambiŽn significa teol—gicamente buena. Las canciones deben estar libre de errores doctrinales, no importa cuan bonita sea la melod’a o cuan popular sea la canci—n. Es f‡cil terminar predicando el arminianismo a travŽs de la mœsica y despuŽs el calvinismo con un serm—n. He visto hacer esto con frecuencia, incluyendo en las iglesias reformadas.

 

Toda adoraci—n debe glorificar los atributos de Dios, particularmente aquellos que El enfatiza en Su Palabra. Algunos atributos reciben m‡s Žnfasis que otros. En orden de frecuencia, estos parecen ser: Su santidad, Su fidelidad a Su Pacto y Su toda-suficiencia. Todos est‡n resumidos en Su Hijo, Jesœs. Me gusta verlos reflejados en la mœsica, ya sea en los himnos antiguos o en las canciones contempor‡neas.

 

La mœsica Dios-cŽntrica es reverente. El concepto de reverencia es tan vital en la adoraci—n b’blica que sin reverencia la adoraci—n no puede ser definida como tal.

 

Sin embargo, reverente no significa solemne, ni significa viejo. La reverencia tiene que ver con una actitud de gran respeto. Es posible expresar gran gozo en una manera reverente. La reverencia puede incluso expresarse en voz alta: "Aclamad a Dios con voz de jœbilo" Salmos 47:1.

 

Algunos imaginan que porque un coro es cantado con gusto y un golpe r‡pido es irreverente. No lo es necesariamente.

 

Mœsica culturalmente relevante ÀQuŽ sentido tiene traducir himnos escoceses del siglo 16 a un espa–ol regular y cantarlos en Colombia? Aquellos himnos reflejan una cultura muerta por generaciones. ÀC—mo pueden los Colombianos sentirse relacionados con himnos que no conocen? Aunque nuestro enfoque est‡ en agradar a Dios, vamos a dar la impresi—n que mantenemos creencias y pr‡cticas totalmente extra–as a la comunidad que nos rodea. Eso no es honrar a Dios tampoco.

 

Si debemos traducir los himnos ingleses a espa–ol, al menos deber’amos hacerlo de tal forma que uno pueda asumir que fueron escritos en Colombia.

 

Mœsica art’sticamente buena Para el alivio de mis amigos, abandonŽ el viol’n hace muchos a–os. As’ que no soy un experto en mœsica. Sin embargo, recalco que tomŽ un curso universitario en Historia de la Mœsica. El profesor explic— el criterio usado para evaluar los mŽritos art’sticos de una pieza, los cuales son: Originalidad, melod’a, ritmo y balance.

 

La pieza debe contener una melod’a o no es mœsica. TambiŽn debe tener ritmo. Ambos elementos deben estar en balance, el uno no debe sobrepasar al otro.

 

A menudo hemos escuchado canciones en las cuales los tambores se tocan tan fuerte que ahogan la melod’a. Esto es art’sticamente un desbalance y ocurre f‡cilmente cuando se permite a mœsicos j—venes inmaduros, tocar la mœsica como ellos quieren. Me alegr— que mencionara los tambores en particular.

 

Algunas iglesias no los permiten porque algunos j—venes no pueden resistir la tentaci—n de hacer gala de lo bueno que son.

 

Con frecuencia, a los j—venes les gusta participar en el grupo de alabanza porque les da una oportunidad de tocar ante una audiencia. Nosotros toleramos motivaciones inmaduras como esta, y tambiŽn en otras ‡reas de la juventud entusiasta. Lo que NO es tolerable es dejar que los j—venes decidan que mœsica va a ser tocada en el servicio matutino o permitir que la toquen como ellos quieren. A menudo, los j—venes no tienen el entendimiento teol—gico o la madurez espiritual para discernir lo que es apropiado, ni siquiera un buen sentido art’stico. Esto es verdad aun cuando ellos toquen bien los instrumentos. Su participaci—n debe siempre estar bajo la autoridad de los ancianos de la iglesia.

 

Usted y yo sabemos como se hace la mœsica en muchas iglesias evangŽlicas en LatinoamŽrica. El grupo de j—venes con unos pocos mœsicos sin experiencia, escogen al azar algunos coros animados y los tocan en el servicio de adoraci—n. El resultado, casi siempre, se parece m‡s a un grupo de rock fracasado que a un grupo de alabanza. Esto est‡ muy lejos de honrar al Se–or.

 

ÀDebe la mœsica ser r‡pida o lenta? La mayor’a de los l’deres de alabanza comienza con mœsica animada y luego sigue con piezas solemnes para preparar al pueblo para el serm—n. Este parece ser un patr—n que funciona bien para muchas iglesias.

 

ÀCual entonces es la respuesta final a su pregunta? ÀDebe usar canciones contempor‡neas o himnos antiguos? Use ambos, siempre y cuando satisfagan los criterios indicados arriba.

 

Es verdad que algunos coros contempor‡neos son superficiales y egocŽntricos. Por otro lado, no todos los himnos antiguos tienen profundidad espiritual.

 

ÀHimnos tradicionales o mœsica contemporanea? RecuŽrdese de la palabra final del Apostol Pablo en lo de cuestiones dudosas: Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estŽis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Ga.5:1

 

Los pastores de all‡ pueden ayudarle a enfrentar las presiones especiales que los creyentes reformados han experimentado en AmŽrica Latina.

 

Que el Se–or le de fuerzas en Colombia.

 

En Sus lazos,

 

Roger

 

 

Otras obras por Dr. Smalling se ven a

www.smallings.com/spanish/spanindex.html